Boletín UNAM-DGCS-457
Ciudad Universitaria
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PROMOVER LA INVESTIGACIÓN BIOTECNOLÓGICA, NECESARIO PARA EVITAR EL REZAGO
Sin política adecuada en la materia México
aumentará su dependencia, dijo Marisol Silva, de la FE de la UNAM
Preocupa que la nación sea rica en biodiversidad y
germoplasma y no pueda aprovecharlo en su beneficio; sólo las grandes empresas
transnacionales obtienen ventaja de ello
Los países que no participen de manera activa
en la investigación biotecnológica deberán conformarse en los próximos años con
adquirir nuevos productos, transformar sus procesos y ver desplazadas las
materias primas que hoy exportan, aseguró Marisol Silva Romero, de la Facultad
de Economía (FE) de la UNAM.
Al hablar sobre Biotecnología y legislación
mexicana, agregó que sin una política que considere las llamadas “ventanas de
oportunidad” y a esta disciplina como una de las vías para desarrollar a
México, habrá un mayor nivel de dependencia.
Lo más preocupante es que la nación sea rica en
biodiversidad y germoplasma y no pueda aprovecharlo en su beneficio, y que sólo
las grandes empresas transnacionales obtengan ventaja de ello.
Silva Romero explicó que las estructuras
genéticamente modificadas son aquellos organismos vivos, con excepción de los
seres humanos, que han adquirido una combinación celular novedosa, provocada
por el uso específico de técnicas de la biotecnología moderna.
Consideró incongruente que los transgénicos
sean aceptados para su comercialización y consumo en nuestro país, pero se prohiba
el cultivo en sus fronteras y deban importarse. Entre ellos destacan jitomate,
papa, algodón, canola, soya y sus variantes para distintas enfermedades o
plagas.
México tiene la infraestructura en
investigación y desarrollo para esas innovaciones, lo que demuestra que sus
científicos son de alto nivel y productividad, y su equipo el adecuado.
La biotecnología se verifica en nuestro país en
sectores como el cervecero y el vitivinícola, en los que se requiere mejorar
sus procesos, los cuales son posibles en laboratorio y no necesariamente en
experimentación de campo.
También en derivados lácteos, productos de
panificación y empresas basadas en el suministro de materias primas
farmacéuticas y de aminoácidos para alimentos balanceados.
En el Aula Magna “Jesús Silva Herzog”, Marisol
Silva informó que los Estados industrializados que dedican la mayor parte de su
territorio al cultivo de transgénicos son Estados Unidos, Canadá y España,
mientras que las naciones en vías de desarrollo son Argentina, Brasil, China y
Sudáfrica.
La soya es el principal producto, ya que el 55
por ciento de su producción total en el mundo está genéticamente modificado. Le
sigue el algodón con el 21, canola con 16, y maíz con 11 por ciento.
Comentó que quienes apoyan su uso aseguran su
resistencia a las plagas y herbicidas, mejor rendimiento, tolerancia al estrés
biótico y abiótico, es decir al medio ambiente, sequías y frío extremos, y el
empleo de tierras marginales altamente salinas. Además de mayor nutrición, pues
es posible introducirles genes para aumentar su sabor y elementos benéficos,
provocan menor impacto ambiental y son útiles para crear fármacos y vacunas.
Se afirma que en los próximos 50 años la
población mundial sobrepasará los límites permisibles de sustento, y será necesario
utilizar todas estas técnicas para incrementar la disposición de alimentos,
refirió.
No obstante, dijo, sus detractores argumentan
que enriquecen a las empresas transnacionales, producen dependencia y riesgos a
la salud, pues aún no se conoce cómo puede afectar al organismo humano. Se ha
probado que en algunos casos provocan alergias.
En el ámbito internacional, Estados Unidos es
pionero en la biotecnología agrícola, su industria se ha dividido en pequeñas
empresas, creadas por académicos, y las compañías productoras multinacionales.
Por el contrario, en nuestro país la
investigación se hace sobre todo en instituciones públicas. En los laboratorios
no se realiza experimentación, y las innovaciones están en manos de grandes
consorcios, quienes proveen de semillas y productos modificados, finalizó.
–o0o–
Foto 1
Sin una política
que considere las oportunidades de desarrollo México aumentará su dependencia,
afirmó Marisol Silva Romero, de la Facultad de Economía de la UNAM, al hablar
sobre Biotecnología y legislación mexicana.
Foto 2
Es preocupante que México sea rico en biodiversidad y germoplasma y no pueda aprovecharlo en su beneficio, destacó Marisol Silva, de la Facultad de Economía de la UNAM.