Boletín UNAM-DGCS-443
Ciudad Universitaria
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final del boletín
ACADÉMICOS DE LA UNAM BUSCAN SOLUCIONES AL FENÓMENO DEL AMBULANTAJE
·
Deben diseñarse estrategias en beneficio de
los habitantes de la Ciudad de México señaló Manuel Perló, director del PUEC
·
El sector informal da a las mujeres de
escasos recursos una forma de supervivencia: Julia Chávez Carapia, de la ENTS
·
Los comerciantes son un problema para el
Bosque de Chapultepec, señaló la investigadora Juliette Bonnafé
Comprender mejor el fenómeno
del ambulantaje y permitir su transformación a partir del intercambio del
conocimiento es la función de la academia, desde donde pueden diseñarse
estrategias y soluciones sociales, políticas y urbanas en beneficio de los
habitantes de la Ciudad de México, señaló Manuel Perló, director del Programa
Universitario de Estudios sobre la Ciudad (PUEC).
El funcionario reconoció que
este fenómeno es difícil de abordar debido a la diversidad de actores que
lo conforman. De ahí la importancia del Seminario “El ambulantaje en la Ciudad
de México: investigaciones recientes”, organizado por el Centro Francés
de Estudios Mexicanos y Centroamericanos
No obstante, aseguró, “es fundamental
que los investigadores conozcan los nuevos enfoques, la información y los
debates que existen sobre el tema, que ha tenido una serie de cambios en los
últimos años”, abundó.
A su vez, Jérome Monnet, director del CEMCA, afirmó que esta actividad no sólo debe identificarse como
un objeto social, económico o político específico, sino como una realidad
vinculada con las lógicas de organización socioespacial de la metrópoli.
Reconoció que su conocimiento es fragmentario: “Se necesita
mucho más para que los académicos ofrezcan una teoría o conceptualización
útil para el debate público”. De ahí la importancia de reorganizar la reflexión.
Al analizar su morfología se podrá
advertir que el ambulante es el cliente, no el vendedor, enfatizó.
“Son todos los servicios a clientes ambulantes y esto permite integrar la heterogeneidad del fenómeno, desde el vendedor de tarjetas telefónicas que ofrece un servicio, hasta los escaparates extendidos de la calle que capturan el flujo de clientes”, argumentó.
Por su parte, Julia Chávez Carapia, de la Escuela
Nacional de Trabajo Social (ENTS), resaltó que el sector informal ofrece a las
mujeres de escasos recursos una forma de supervivencia debido a su
flexibilidad, horarios de trabajo y porque no exige una especialización.
Según un estudio realizado por la especialista, en donde
analizó la problemática familiar originada cuando el sector femenino se
incorpora a este tipo de comercio, se enfrentan altos riesgos sociales porque
esta actividad impide criar a los hijos, lo que conlleva a problemas escolares
y de violencia intrafamiliar.
Las encuestadas manifestaron que su condición doméstica
se ha visto deteriorada al trabajar; sin embargo, su falta de preparación y de
habilidades particulares, así como su precaria situación las obliga a tomar
este papel, como asienta la investigación “Condiciones de trabajo y de vida de
las mujeres vendedoras ambulantes”.
En su oportunidad Juliette Bonnafé, del PUEC, presentó la
investigación efectuada sobre la informalidad en el Bosque de Chapultepec. A
decir de la académica, la presencia de comerciantes en la zona es respuesta al
número de visitantes que asisten a este espacio.
“Nadie va a comprar o consumir, como en el caso del
Centro Histórico, en donde se genera un polo de mercancías tal, que mucha gente
lo visita exclusivamente para adquirir. Los visitantes del Bosque perciben esta
venta como un servicio secundario y complementario a la recreación”, reconoció.
Destacó que ahí existen varios tipos de vendedores:
formales, ubicados en locales concesionados; los no autorizados en ese
perímetro, pero con permiso de las autoridades; tolerados y aquellos que son
expulsados por autoridades.
Resaltó que son un problema importante, por razones que
van más allá de lo ambiental, del impacto sobre las áreas verdes. En seguridad
pública y protección civil, su número bloquea entradas y rutas de acceso; en
salud, la dificultad para controlar los productos alimenticios; en imagen y
política, las autoridades reportan una permanente situación de tensión y
reciben quejas por abusos.
Por último, Ruth Pérez López, del CEMCA, presentó
un trabajo realizado entre niños y jóvenes en situación de calle y su relación
con el comercio informal en algunos puntos de la Ciudad de México.
Informó que esos menores se apropiaron de espacios
públicos y han desarrollado estrategias de supervivencia para permanecer en
ellos. Este sector practica diferentes formas de mendicidad y limpia de
parabrisas; sin embargo, también se desempeñan como canasteros, cuida coches,
aguadores y diableros.
Hay menor participación en acciones tradicionales, como
boleros, billeteros y voceadores. Trabajan en lugares menos visibles como
las centrales de abasto, mercados, contenedores de basura y estacionamientos
públicos, concluyó.
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Foto 01
Manuel Perló,
director del PUEC, dijo que deben diseñarse estrategias y soluciones sociales,
políticas y urbanas para el ambulantaje en beneficio de los habitantes de la
Ciudad de México.
Foto 02
Juliette Bonnafé,
del PUEC, presentó los estudios realizados sobre la informalidad en el Bosque
de Chapultepec. La presencia de comerciantes en la zona es respuesta al número
de visitantes que asisten a este espacio, reveló.
Foto 03
Ruth Pérez López,
del Centro Francés de Estudios Mexicanos y Centroamericanos, presentó en la
UNAM un trabajo realizado entre niños y jóvenes en situación de calle y su
relación con el comercio informal en algunos puntos de la Ciudad de México.
Foto 04
Julia Chávez Carapia, de la ENTS de la UNAM, resaltó que el sector informal de la economía ofrece a las mujeres de escasos recursos una forma de supervivencia debido a su flexibilidad, horarios de trabajo y porque no exige una capacitación especializada.