Boletín UNAM-DGCS-385
Ciudad Universitaria
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PODRÍA PROVOCAR INESTABILIDAD MUNDIAL LA LUCHA DE EU POR MANTENER SU
PODER HEGEMÓNICO
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Alma Chapoy Bonifaz, del IIEc, confirmó
que el mercado de ese país continúa, por mucho, como el mayor del mundo en
términos de producción y comercio
·
En los últimos 20 ó 30 años se ha visto una
incapacidad creciente del capital para incorporar productivamente, y de una
manera creciente y masiva, a la fuerza de trabajo del planeta: Eugenia Correa,
de la FE
Provocará inestabilidad económica la lucha de Estados
Unidos por mantener su poder hegemónico en el ámbito mundial, ante el
surgimiento de otros posibles centros de poder, especialmente comercial,
financiera y cambiaria, advirtió Alma Chapoy Bonifaz, del Instituto de Investigaciones
Económicas (IIEc) de la UNAM.
Al participar en la
conferencia “El siglo de la hegemonía mundial de Estados Unidos”, dijo que el
mercado de ese país sigue siendo, por mucho, el mayor del planeta en términos
de producción y comercio.
En los años 90 alcanzó altos
niveles de crecimiento, a lo que se suma que sus instituciones financieras son
las más desarrolladas y tienen la mayor liquidez en el orbe.
A pesar de ello y de los
buenos resultados recientes, los déficit fiscal y comercial de la Unión
Americana constituyen un serio problema para esa nación en particular, y para
la economía global.
Refirió que al iniciarse los
años setenta Norteamérica era el mayor acreedor del planeta. Pero las
constantes pérdidas erosionaron de forma gradual su posición y la hicieron la
mayor deudora del mundo.
Los déficit provocaron una
deuda externa cercana a los dos billones de dólares. Ello representa más del 20
por ciento del Producto Interno Bruto estadounidense y se pronostica que podría
llegar a 40 por ciento en 2007.
Chapoy Bonifaz resaltó que en el siglo XXI la Unión
Europea ampliada, China en ascenso, Rusia, Japón e incluso India pueden
convertirse en centros de poder, con la suficiente fuerza para constituir un
factor de equilibrio. Ello evitaría la unipolaridad, el peor escenario para
todo tipo de relaciones internacionales y no sólo las económicas.
No sólo es deseable incorporar
a esos nuevos actores, a fin de combatir la extrema desigualdad en el trato
entre sociedades, es indispensable garantizar a los países subdesarrollados,
emergentes y en transición, una equitativa participación en la toma de
decisiones.
Ello permitiría que el mundo
no esté sometido a los intereses y designios de un gobierno hegemónico, lo que
ocasiona crisis, desequilibrios, perturbaciones e intervenciones mediante
guerras o derrocamiento de dirigentes locales.
Indicó que Estados Unidos debe
dejar de ser un predador económico global y acoplar sus propios beneficios con
el avance de otras regiones, integrar a los nuevos poderes en las estructuras
diplomáticas existentes, aceptar a controlar la riqueza del planeta
conjuntamente e idear técnicas de cooperación constructiva.
No obstante, añadió, lo más
probable es que nuestro vecino del norte recurra a acciones desesperadas y más
agresivas para retener su posición financiera, como demuestran las recientes
confrontaciones con Afganistán e Irak, y las amenazas contra Irán, Cuba, Corea
del Norte y otros Estados.
La investigadora universitaria subrayó que en EEUU se
genera el 25 por ciento de la producción total y gran parte del comercio
internacional. En la actualidad esa nación está creciendo más rápidamente que
la mayoría de sus socios comerciales.
Además, el grueso de las materias primas, incluyendo el
petróleo, se cotiza en dólares; 65 por ciento de las reservas monetarias están
en esa moneda, y alrededor del 50 por ciento de los dólares en circulación
están fuera de EU.
Por su parte, Eugenia Correa,
profesora del posgrado de la Facultad de Economía, subrayó que el sistema financiero
unipolar que se ha venido organizando en torno al dólar en los últimos 20 o 30
años, se ha cimentado en la conflictiva y confrontada consolidación de esa
hegemonía, a través de los conglomerados estadounidenses.
Se han dado choques
importantes entre Japón, los emporios europeos y se dan visos que en el plano
bursátil “podemos encontrar fracturas. No hay necesariamente una posición
solidificada, y en los próximos años podría esperarse que esa lucha continúe y
se empiece a vivir un mundo unipolar en transición”.
La economista aseveró que en
los últimos 20 o 30 años, pero sobre todo en la última década, se ha visto una incapacidad creciente del
capital para incorporar productivamente y de una manera creciente y masiva, a
la fuerza de trabajo de todo el globo. Sería un límite fundamental en su propia
reproducción, lo que estaría haciendo una sociedad cada vez más frágil y
volátil.
En su oportunidad, Roberto
Castañeda, también investigador del IIEc, subrayó que Estados Unidos tiene el
aparato militar más poderoso de la Tierra. No obstante, ello no significa que
tenga la capacidad de convencimiento, interpretación y menos la habilidad para
sacar al planeta del atolladero en que se encuentra.
“La humanidad se ha ido
perdiendo a sí misma conforme los objetos producidos adquieren vida y nos dan
instrucciones y órdenes, y nos dicen por dónde debemos seguir buscando en las
calles oscuras”, concluyó.
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Foto B06
Eugenia Correa y Roberto Castañeda,
ambos del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM, durante
la conferencia “El siglo de la
hegemonía mundial de Estados Unidos”.
Foto B07
Alma Chapoy,
Jorge Veraza, Eugenia Correa y Roberto Castañeda durante la conferencia “El siglo de la hegemonía
mundial de Estados Unidos”, efectuada en el Instituto de Investigaciones
Económicas (IIEc) de la UNAM.