Boletín UNAM-DGCS-363
Ciudad Universitaria
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DEBE DESARROLLAR
CADA PAÍS SU LEGISLACIÓN PARA REGULAR
LA PRÁCTICA MÉDICA
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Kaja Finkler, de la Universidad de Carolina
del Norte, EEUU, expuso que hasta ahora la mayoría de las leyes y la ética se han
establecido en Estados Unidos y trasladado al resto de las naciones
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Uno de los dilemas más recurrentes que
enfrentan los médicos mexicanos es cómo ayudar al enfermo de escasos recursos
económicos
Las leyes y conceptos éticos para la práctica médica deben
redactarse con base en las tradiciones y cultura de cada país. Por ello, no
pueden ser los mismos para México, Estados Unidos, India o cualquier lugar del
mundo, afirmó Kaja Finkler, especialista de la Universidad de Carolina del
Norte, Estados Unidos.
En entrevista previa al Seminario “Problemas de la
bioética en México en la perspectiva intercultural”, organizado en el Instituto
de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, expuso que hasta ahora no se ha
avanzado en ese sentido. Las normas han sido establecidas por la Unión
Americana y adoptadas por el resto de las naciones.
A ese problema se suma que en algunos Estados apenas
comienza el desarrollo de la bioética. Ejemplo de ello es México, donde
recientemente empezó a hablarse del “consentimiento informado”, concepto
existente desde hace 30 años en el vecino país del norte.
Sin embargo, el conflicto en ambas sociedades es que la
gente, los pacientes, no saben qué firman o no entienden en qué consisten los
procedimientos médicos a que serán sometidos. Incluso hay personas que no saben
leer.
Kaja Finkler recordó que esa
área del conocimiento se inició entre los filósofos, pero ahora también los
antropólogos participan, porque se dan cuenta de que no es posible establecer
leyes universales en este caso, sino sólo dentro de una cultura en específico,
con lo cual cada sociedad debe contar con las suyas propias.
La bioética, referida al
comportamiento de los facultativos y los investigadores con respecto de los
enfermos o sujetos de estudio, y ligada a las prácticas o concepciones de cada
pueblo, “por lo pronto se maneja como si fuera una sola, la misma para todos, a
pesar de que así no funciona”, insistió.
La experta señaló que el año pasado realizó un estudio
sobre el tema en el Hospital General de México, donde se entrevistó con
alrededor de 29 médicos acerca de los dilemas éticos que enfrentan en su
práctica cotidiana.
Son muchos, pero el más
recurrente es qué hacer, cómo ayudar
cuando el afectado y su familia no tienen recursos para comprar los
medicamentos. “La situación económica preocupa a todos los galenos, es uno de
las dudas más graves para ellos. ¿Cómo debe manejarse la dolencia cuando eso
ocurre? ¿Cómo mejorar la calidad de vida del paciente? Este tipo de conflictos
no tiene una fácil resolución”.
Otro cuestionamiento que pueden enfrentar es si informa o
no al enfermo de su gravedad y si éste quiere o no saber, o comunicarlo a sus
ascendientes. Además, se habla de una perspectiva intercultural, porque en cada
país hay conflictos distintos. Los problemas éticos son diferentes y su
remedio, por eso, debe ser particular.
En Estados Unidos, por ejemplo, se enfrenta otro tipo de
situaciones, porque allá se piensa en el individuo autónomo y la familia no
interviene. El médico habla sólo con el convaleciente, cosa que en México no
ocurre, porque aquí sus allegados intervienen de forma directa.
Otros problemas, estos sí compartidos con otras
sociedades, son los del aborto o los trasplantes de órganos. El tema es
complejo, agregó Kaja Finkler.
Finalmente, expresó que sí
existe legislación al respecto, como los derechos de los pacientes. “Pero hay
comportamientos que no se pueden regular”.
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Foto 1
Kaja Finkler, de la Universidad de
Carolina del Norte, EEUU, impartió el Seminario “Problemas de la bioética en
México en la perspectiva intercultural”, en el Instituto de Investigaciones
Antropológicas de la UNAM.
Foto 2
Entre los dilemas
éticos que enfrentan los médicos mexicanos se encuentra cómo ayudar al paciente
de escasos recursos económicos e informarle acerca de la gravedad de su
enfermedad, dijo en la UNAM Kaja Finkler, de la Universidad de Carolina del
Norte, EEUU.