Boletín UNAM-DGCS-362
Ciudad Universitaria
![]() |
![]() |
![]() |
·
Son cada vez mayores sus
niveles de agresividad, a diferencia de la primera mitad del siglo XX
·
No surge de la pobreza,
sino de una serie de conductas ilegales mezcladas con impunidad
·
Las instituciones con un
sistema de justicia penal débil y una cultura donde las actividades criminales
no son condenadas, llevan a su reproducción
Los niveles de violencia
asociados al narcotráfico son cada vez mayores a diferencia de la primera mitad
del siglo XX. En naciones como Cuba y los países Andinos no se registraba este
tipo de agresividad; pero ha llegado a situaciones extremas como en
Centroamérica, señaló Eduardo Sáenz Rovner, de la Universidad Nacional de
Colombia.
La evolución de esta actividad
se ve reflejada en las cantidades de droga comercializada. “En las primeras
décadas del siglo pasado se vendían kilos o libras en pequeñas maletas; pero en
los últimos treinta años se manejaron toneladas. Así pasó de pequeña a gran
escala”, destacó al dictar la conferencia Contrabando, juego y narcotráfico en
Cuba entre los años 20 y comienzos de la Revolución, realizada en el Auditorio
de Usos Múltiples del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM.
A decir del especialista, la
dinámica económica de la isla tuvo una gran integración con las corrientes
migratorias y el comercio internacional durante las primeras décadas del
naciente siglo.
Recordó que a pesar de ser uno
de los países con mayor narcotráfico contaba con altos niveles de vida en
relación con el resto de las naciones de la región. El desarrollo de las
comunicaciones, tanto marítimas como aéreas, contribuyó al contrabando y los
grupos criminales, compuestos primero por inmigrantes radicados pasaron,
eventualmente, a ser dirigidos por capos locales.
Estos crearon redes con
Europa, Medio Oriente, Sudamérica y Estados Unidos; por tanto, no fue una
simple "víctima", sino que jugó un papel activo en esa actividad. En
la actualidad, la línea oficial del gobierno caribeño es de cero
tolerancia; hay una gran represión
tanto al movimiento por su territorio como al consumo interno.
Al hablar sobre los orígenes
de este flagelo en la región, explicó que no surge de la pobreza, sino de una
serie de conductas ilegales practicadas por personas y grupos de cierta
prosperidad, mezcladas con impunidad, consideró el investigador.
Muchos iniciaron como
contrabandistas, no de narcóticos, sino de mercancías domésticas, y luego se
les facilitó esa labor. “No es coincidencia que los traficantes colombianos
vengan de las zonas más prósperas del país, como en el caso de Medellín, donde
hay una tradición empresarial importante”, indicó.
Abundó que instituciones con
un sistema de justicia penal débil y una cultura donde los delitos no son
condenados, conllevan a que se dé este fenómeno. Ello provoca climas más
amplios de corrupción y reglas de juego que no se cumplen.
-0o0-
Foto 01
Eduardo Sáenz
Rovner, de la Universidad Nacional de Colombia, señaló que los niveles de
violencia asociados al narcotráfico son cada vez mayores, a diferencia de la
primera mitad del siglo XX.
Foto 02
En naciones como Cuba y los países
Andinos no se registraban niveles de violencia asociados al narcotráfico, pero
han llegado a situaciones extremas como en Centroamérica, aseveró Eduardo Sáenz
Rovner, de la Universidad Nacional de Colombia.