Boletín UNAM-DGCS-356
Ciudad Universitaria
ACADÉMICOS DE LA
FESC DESARROLLAN MODELOS MATEMÁTICOS PARA COMBATIR LA CONTAMINACIÓN
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El grupo
multidisciplinario busca un prototipo computacional para mejorar la calidad del
aire de la zona metropolitana de la capital del país, explicó el especialista
Vladimir Tchijov
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La contaminación en México
se concentra a las zonas de alta densidad demográfica o industrial, dijo
· Las emisiones anuales de tóxicos en el país son superiores a 16 millones de toneladas, de las cuales 65 por ciento son ocasionadas por los vehículos
Un grupo de académicos de la
Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán (FESC) trabaja, en colaboración con
investigadores extranjeros, en el desarrollo de modelos matemáticos por
computadora para resolver los problemas de contaminación ambiental y disminuir
los niveles de ozono en la atmósfera del Valle de México.
El equipo de especialistas
evalúa las técnicas usadas por algunos paradigmas de calidad del aire, con la
finalidad de crear un prototipo computacional en esta materia explicó Vladimir
Tchijov Tchijova, quien encabeza el estudio que se desarrolla en la unidad
multidisciplinaria de la UNAM.
En México, los contaminantes
se concentran en las zonas de alta densidad demográfica o industrial. Las
emisiones anuales de tóxicos en el país son superiores a 16 millones de
toneladas, de las cuales 65 por ciento es producido por los vehículos. En la
capital se genera el 23.6 por ciento de dichas emanaciones; en Guadalajara, el
3.5 por ciento, y en Monterrey, el 3 por ciento, informó.
Precisó que debido a la
complejidad de este problema, por las
sustancias químicas y reacciones complejas que pueden elevar la generación de ozono, el equipo está integrado por
especialistas en matemáticas aplicadas, ciencias, ingeniería de la computación,
química ambiental y fisicoquímica.
Se han tomado en cuenta,
explicó, modelos que permiten tasar la evolución del contaminante y determinar
su serie histórica, hasta tener la capacidad de pronosticar sus concentraciones en periodos futuros.
En ellos, informó, se utiliza
la base de datos de la Red Automática de Monitoreo Atmosférico (RAMA), al
seleccionar la información de las estaciones de monitoreo con el mejor
desempeño histórico.
Actualmente, explicó, existe
gran cantidad de prototipos para predecir los efectos en un determinado sitio.
Todas estas herramientas, añadió, están elaboradas con base en diferentes
principios, tienen un alto costo y son de aplicación exclusiva de regiones con
ciertas condiciones topográficas y climatológicas.
Por ello, indicó, el trabajo
que se lleva a cabo es indispensable para analizar la composición atmosférica,
y ninguna estrategia para la reducción y control de emisiones a bajo costo será
efectiva sin la aplicación de este tipo de técnicas.
El responsable del proyecto
llamado “Modelación matemática de sistemas multifásicos y multicomponentes en
problemas del medio ambiente” señaló que un buen diseño computacional permite
predecir situaciones futuras, pues imita la realidad y posibilita adentrarse en
el presente y situar lo que vendrá.
Con ello, se pretende indagar
sobre las reacciones o sustancias químicas involucradas en el proceso de
contaminación, pues la cuenca del Valle de México presenta características que
la hacen susceptible a este problema.
Es un espacio rodeado de
montañas, con vientos moderados casi todo el año, frecuentes inversiones
térmicas, alta radiación solar en época seca, así como demasiadas emisiones de
polución ocasionadas por el parque vehicular y gran cantidad de industrias de
la transformación y de servicios establecidos en esta urbe, abundó Tchijov
Tchijova.
Así, la formación, transporte
y distribución del ozono y de las partículas
secundarias en la atmósfera urbana dependen de una combinación de factores
físicos como la topografía, meteorología, clima, posición geográfica, asociados
a emisiones de precursores como óxidos de nitrógeno e hidrocarburos reactivos,
finalizó.
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