Boletín UNAM-DGCS-247
Ciudad Universitaria
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final del boletín
ALARMANTE LA PÉRDIDA DE ESPECIES EN EL PLANETA
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Alejandra Alvarado Zink, de Universum,
mencionó que se calcula que cada año desaparecen 50 mil especies
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Se vive la sexta extinción masiva en la
historia del planeta, advirtió
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Cuando un ejemplar es capturado para su
comercialización está en riesgo la conservación de su especie: Dulce María
Brousset, académica de la FMVZ
En la actualidad se tienen registradas 1.7 millones de
variedades de organismos, pero se calcula que debe haber en realidad entre 10 y
100 millones. Sin embargo, se pierden al destruir las selvas tropicales húmedas,
como las de Chiapas o Veracruz, donde sólo quedan “manchones”.
Hoy se vive la sexta extinción masiva en la historia del
planeta, advirtió. Antes hubo otras, como la que acabó con los dinosaurios. La
actual es resultado de la destrucción de los ecosistemas, de la
sobreexplotación de especies y de los recursos naturales, como el agua o
minerales, y la explosión demográfica. “Algunas especies animales sólo cuentan
con 225 individuos, mientras que la población humana alcanza miles de
millones”.
Además, se enfrenta el incremento de las zonas para
agricultura y ganadería, así como la contaminación, incluso espacial, pues se
deja orbitando la chatarra satelital.
Las especies en peligro, precisó, son aquellas cuya área
de distribución en el territorio ha disminuido drásticamente y pone en riesgo
su reproducción natural. Se les cataloga así cuando oscilan entre 251 a mil
ejemplares.
Desde el siglo XVII, señaló Alvarado Zink, han perecido
226 clases de vertebrados por causas humanas. Recientemente se registraron
casos de mamíferos fenecidos, como la cabra de los Pirineos en 1999, siete
especies de anfibios, 80 de moluscos, 69 de insectos y siete de crustáceos,
registrados en el Libro rojo, un catálogo de especies desaparecidas, en peligro
de extinción o seriamente amenazadas.
Una de las características de este proceso es que el
patrimonio biológico, el material genético de los organismos, se pierde para
siempre.
Las grandes extinciones en la historia del planeta
obedecieron a diferentes causas, como fenómenos climáticos globales. La actual,
empero, proviene de la civilización. Ante esa situación, “se deben cambiar los
hábitos de consumo, medios de transporte, industria, reciclar materiales como
el petróleo y sus derivados, como el plástico, y utilizar energía alternativa”,
advirtió.
Al respecto, Dulce María Brousset Hernández, académica de
la FMVZ, señaló que las especies silvestres forman un mercado potencial. En
nuestro país existe una antigua tradición de tener fauna silvestre como
compañía, por ejemplo, aves canoras y de ornato.
Así sucede por diferentes razones. Una de ellas es la
moda, cuando en programas televisivos o películas aparecen animales con
relación cercana a las personas, como hurones, guacamayas o cacatúas. También
se asocia con un nivel de estatus cuando, por ejemplo, se posee un gran felino
en lugar de un perro.
Se adquieren por simple curiosidad o porque se expenden
al borde de las carreteras. Cuando ello ocurre se considera que el ejemplar
capturado pone en riesgo la conservación de su especie; comprarlo sólo anima
este comercio.
A pesar de ello, en el mercado se encuentran animales
para todos los gustos, presupuestos e intereses: invertebrados, peces, anfibios
(incluso venenosos), aves nativas y exóticas, reptiles y mamíferos. Debe
advertirse a los compradores que ninguno es doméstico; aunque se críen en
cautiverio mantienen una conducta “natural”, y podrían presentar problemas
conductuales y ser agresivos.
La gran mayoría de las mascotas enferma o muere porque no
hay conocimiento para mantenerlos ni disposición para pagar el costo de
alimentación o instalaciones que requieren. Además, agregó, no se dispone de
dietas específicas, pues muchos de ellos consumen presas vivas, para los cuales
no hay sustitutos. Con el tiempo registran deficiencias nutricionales.
Otros seres, para su estancia en cautiverio, requieren un
control en la temperatura del ambiente, como reptiles, anfibios y peces, o
bien, necesitan jaulas especiales, inversión que pocas veces es considerada al
momento de la adquisición.
Dulce María Brousset dijo que el médico veterinario tiene
la obligación de ofrecer información al comprador y actualizarse. Debe conocer
la anatomía y fisiología de cada especie, y estar al tanto de su origen y
situación legal: “Saber los requerimientos para su mantenimiento en cautiverio:
albergue, temperatura, alimentación, espacios mínimos vitales; pero también
ofrecer una atención médica de calidad y reconocer los riesgos de salud pública
que implica poseer fauna silvestre”, concluyó.
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Foto 1
La gran mayoría de los seres vivos
en el planeta ha desaparecido y no se debe contribuir a extinguir las especies
restantes, alertó Alejandra Alvarado Zink, del Museo de las Ciencias Universum.
Foto 2
Dulce María Brousset, de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM, señaló que las especies silvestres forman un mercado potencial, pero su compra pone en peligro su conservación.