Boletín UNAM-DGCS-225
Ciudad Universitaria
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Pies de fotos al
final del boletín
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Nuestro país ha desaprovechado las
oportunidades del TLCAN, dicen expertos
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Profundos daños al sector textil, del
juguete y del calzado en territorio nacional
Sin tener un
tratado de libre comercio con Estados Unidos, China le está ganando a México el
mercado del vecino país, aseguró la académica María Cristina Rosas, quien
detalló que a partir del año 2002 la nación asiática se colocó como el segundo
socio comercial estadounidense, sitio del que desplazó al comercio mexicano.
Al participar en la
conferencia El desarrollo de la economía China, su ingreso a la OMC y su
relación comercial con México y Estados Unidos, la profesora de la Facultad de
Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, expuso que nuestro país ha
desaprovechado oportunidades valiosas en el marco de la negociación del acuerdo
comercial con la Unión Americana y Canadá.
Así, abundó, China
le ha creado a nuestro país profundos problemas en los rubros textil, del
juguete y del calzado, pero a pesar de ello la nación mexicana “no parece estar
actuando en la dinamización de sectores, en impulsar a las pequeñas y medianas
empresas, o en reconstituir cadenas productivas”.
En la sede del
Instituto de Investigaciones Económicas, la especialista en Relaciones
Internacionales informó que hasta el 2002, la nación asiática ocupaba el cuarto
socio comercial de Norteamérica, detrás de Canadá, México y Japón. Ese año se
colocó en la segunda posición y se estima que en el futuro cercano llegue al
primer sitio.
Entre 1996 y el año
2000, las exportaciones Chinas al territorio estadounidense pasaron de 51 mil
500 millones de dólares a 100 mil millones, es decir un aumento de 94.2 por ciento,
ejemplificó.
Entre las
fortalezas de su economía, la académica enumeró su relativa estabilidad, su
importante tasa de ahorro interno, una historia de reformas pragmáticas, y una
creciente capacidad administrativa.
Respecto de sus
debilidades, señaló períodos de inestabilidad económica porque las reformas no
han sido llevadas hasta sus últimas consecuencias: el creciente desempleo y la
inseguridad en el ingreso, el deterioro ecológico, sobre todo en las zonas
urbanas, los costos de la autosuficiencia alimentaria, la desigualdad y los
niveles de pobreza, así como un ambiente internacional hostil.
Precisó que el
acceso de China a los mercados
internacionales se encuentra normado desde 2002 por su adhesión a la
Organización Mundial del Comercio (OMC), donde ha contraído diversas
obligaciones, entre ellas publicar sus normas y solicitar comentarios sobre las
leyes que piensa crear, lo cual no se ha cumplido del todo.
Por otro lado, esta
nación, aseguró, se mantiene como una de las grandes productoras de mercancía
apócrifa en el mundo, especialmente en software y materiales audiovisuales,
aunque la aplicación de la legislación se ha fortalecido para combatir estos
ilícitos.
Coincidió con otra
de las participantes en la conferencia, María Teresa Rodríguez y Rodríguez, del
Instituto de Investigaciones Económicas, en el sentido de que el país asiático
representa una de las economías con más
rápido crecimiento en el orbe desde hace más de dos décadas.
Ambas especialistas
señalaron que el territorio chino abarca
más de nueve millones de kilómetros cuadrados y una población de más de
mil 200 millones de personas. Sin embargo, los habitantes con acceso a
servicios de salud son el 40 por ciento, y al agua, el 75, aunque cuentan con
medicamentos básicos entre el 80 y 94
por ciento de los ciudadanos. La tasa de mortalidad infantil es de 31 niños por
cada mil nacidos vivos.
Rodríguez y
Rodríguez concluyó que es una nación
con un gran peso específico en el ámbito mundial, la cual juega un importante
papel dentro de su región para la preservación del status quo internacional.
Los cambios políticos y económicos
experimentados en China en los últimos 25 años, agregó, no tienen comparación
en la historia universal y de alguna manera eso produce incertidumbre en todas
las áreas, sobre todo por sus
posibilidades de participación política.
Asimismo, el
crecimiento real de su Producto Interno Bruto en el año 2003 fue de 9.9 por ciento, mientras que en la economía mundial fue del 12.7 por
ciento, finalizó.
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A partir del año 2002, China se
colocó como el segundo socio comercial de Estados Unidos, desplazando a México
de ese sitio, aseguró la profesora de la UNAM, María Cristina Rosas.
Foto 2
Los cambios económicos y políticos experimentados en China durante los últimos 25 años no tienen comparación en la historia mundial, afirmó María Teresa Rodríguez y Rodríguez, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.