06:00 hrs. Febrero 29 de 2004

 

Boletín UNAM-DGCS-155

Ciudad Universitaria

 

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DISMINUYÓ A NIVELES PREOCUPANTES LA INFLUENCIA DE LA INGENIERÍA EN EL DESARROLLO DE MÉXICO

 

·        El director del Instituto de Ingeniería de la UNAM, Sergio Manuel Alcocer, dijo que para recuperar su posición se requiere mejorar la educación en esa disciplina

·        Se presentó el libro “Emilio Rosenblueth. Escritos Selectos”, donde se hace una compilación de su obra

 

La influencia de la ingeniería mexicana en el desarrollo del país ha disminuido a niveles preocupantes, advirtió el director del Instituto de Ingeniería (II) de la UNAM, Sergio Manuel Alcocer Martínez de Castro, al afirmar que para recuperar su posición, se requiere mejorar la educación de los especialista en esta disciplina.

 

Al presentar ante el rector Juan Ramón de la Fuente el libro Emilio Rosenblueth. Escritos Selectos, del destacado ingeniero, investigador, ex director del II y profesor universitario, Alcocer Martínez de Castro subrayó que el Instituto, la Facultad del ramo y otras dependencias de la UNAM comparten la responsabilidad de educar a las nuevas generaciones de ingenieros.

 

Consideró que el eje indispensable para la supervivencia y crecimiento de la ingeniería nacional, es el fortalecimiento y apoyo a la investigación. Ello, abundó, implica la modernización y la colaboración de los sectores con los que está vinculada esta ciencia.

 

Ningún país con niveles de desarrollo superiores al de México, destacó, ha dejado de invertir y desarrollar investigación en esta materia.

 

Al referirse al ingeniero Emilio Rosenblueth, el director del II lo calificó como guía y fuente de inspiración en el ramo de la ingeniería. Aseguró que ningún otro investigador ha tenido tan profunda y decidida influencia en la formación y evolución  del Instituto.

 

Luego de agradecer el apoyo de la Secretaría de Educación Pública (SEP) para la publicación del libro, sostuvo que tampoco nadie ha tenido un reconocimiento tan amplio en los ámbitos nacional e internacional como Rosenblueth, pues se trata de un académico clásico, ingeniero excelente, riguroso y útil, quien consideraba que la investigación debía ser consistente con el espíritu práctico, de urgencia y de utilidad.

 

Al comentar el texto, el investigador y ex director del Instituto, Francisco José Sánchez Sesma, señaló que en la era del conocimiento la mayor riqueza que posee un país son sus cuadros científicos y técnicos.

 

Aunque en México existen los recursos humanos necesarios, alertó, no se ha consolidado la infraestructura tecno-científica en el área de la ingeniería para resolver los problemas que plantean tanto la realidad del país como la competencia e integración mundial.

 

Relató algunas anécdotas de Emilio Rosenblueth, al indicar que en la mayor parte del libro hay viñetas, comentarios y escritos. Externó que el destacado ingeniero estaba convencido de la necesidad de una brújula para orientarnos y la educación era central en su pensamiento. Creía que fomentar y mejorar la enseñanza en todos los niveles era un medio para elevar la calidad de vida de los mexicanos.

 

Rosenblueth, opinó, fue uno de los constructores del México moderno, quien más ha influido en la teoría y práctica de la ingeniería en el país. Sus contribuciones, añadió, son reconocidas en todo el orbe.

 

 

En el Museo de las Ciencias Universum, el investigador emérito y ex director del Instituto, Luis Esteva Maraboto, habló sobre las aportaciones de Rosenblueth a la ingeniería mexicana y comentó la relación laboral y  de amistad entre ellos.

 

Recordó una de sus frases: “Como ingenieros, debemos buscar el mayor bien para el mayor número de personas”, afirmación que guió siempre el desarrollo de sus actividades como líder académico y profesional.

 

Al hablar del  reconocido ingeniero, manifestó, es difícil establecer una frontera entre esta ciencia y el humanismo, pero era evidente su actitud de servicio y la necesidad de entender los valores y las preferencias de la sociedad.

 

En su intervención, el investigador emérito y ex director del Instituto, Daniel Reséndiz Núñez, expuso que las remembranzas que de Rosenblueth se escriben en el libro no logran hacerle justicia, pues su cultura y personal estilo fueron factores que determinaron su gran influencia en muchos ámbitos. En sí, su efecto en el entorno es inevitable.

 

Además, planteó que su inteligencia le permitía a la vez develar, distinguir, juzgar y decidir con tino complejas cuestiones prácticas, comprender la psicología de sus interlocutores o identificar los elementos sustanciales de un problema científico no resuelto.

 

“No se conformaba con encontrar soluciones; era también un implacable manejador de la navaja de Occam para limpiar tales soluciones de elementos superfluos o inconvenientes, en aras de la sencillez requerida por la ética, la estética y el sentido práctico”, acotó.

 

Resaltó que la cultura de Emilio Rosenblueth era extensa. Aprendió y reflexionó sobre temas diversos, además de que en cualquier momento podía expresar frescos e implacables razonamientos, casi siempre convincentes y sobre una amplia gama de asuntos.

 

 

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Sergio Manuel Alcocer Martínez de Castro (derecha), director del Instituto de Ingeniería de la UNAM, y el investigador Francisco José Sánchez Sesma, durante la presentación del libro sobre Emilio Rosenblueth.

 

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Los investigadores eméritos Luis Esteva y Daniel Reséndiz recordaron la figura del destacado ingeniero Emilio Rosenblueth, un reconocido líder académico y profesional.

 

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Portada del libro Emilio Rosenblueth. Escritos Selectos, del ingeniero, investigador, funcionario y profesor universitario, Sergio Manuel Alcocer Martínez de Castro.