Boletín UNAM-DGCS-145
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No es sólo una cuestión moral, aseguró en la
UNAM Francisco Thoumi, de la Universidad Internacional de Florida, EUA
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Deben despenalizarse algunos rubros del
narcotráfico, como la producción en pequeño
· Del lado del consumo habría que preguntarse por qué la gente hace uso de las drogas
La drogadicción debe dejarse
de pensar como un problema moral y ser analizado y atendido como en un asunto
prioritario de salud pública en todo el mundo. Dichos cambios son viables y
permitirán que el trato del tema sea distinto, aseguró en la UNAM Francisco
Thoumi, de la Universidad Internacional de Florida, Estados Unidos.
Asimismo, el experto refirió
que deben despenalizarse algunos rubros del narcotráfico, como la producción en
pequeño y, en lugar de fumigar, deben concentrarse los recursos en atacar el
comercio relacionado con esta actividad. Del lado del consumo, insistió,
tendría que cuestionarse por qué la gente hace uso de las drogas.
En su opinión, su utilización
no se puede atacar mediante políticas, sino a través del fortalecimiento de los
valores. La cuestión es que hay personas más vulnerables que otras. Aunque,
dijo, lo primero es reconocer que esta cuestión es institucional y, con base en
ello, se deben tratar de promover las transformaciones necesarias.
No hay recetas específicas,
pues todo depende de la situación particular de cada país: el saber cómo
hacemos para que la gente reconozca que debe tener respeto por el otro y
promover la dignidad humana, entre otros aspectos.
En el caso colombiano,
aseguró, es más fácil porque la sociedad ha tocado fondo. Pero, cuando la
población no percibe que la corrupción es per se, muy negativa, es más difícil
hacerlo, indicó en la conferencia La ventaja competitiva en drogas ilegales o
por qué pocos países producen drogas y muchos no.
Francisco Thoumi agregó que no
han funcionado las estrategias represivas para controlar el narcotráfico y las
adicciones. Hay ciertos logros, pero no van a resolver el problema. El asunto
es que las colectividades esperan mucho más de las acciones de gobierno de lo
que éstas pueden lograr, destacó en la Sala de Usos Múltiples del Instituto de
Investigaciones Sociales.
En general, recalcó, la
prohibición genera un cambio en la composición de lo que se consume: en el caso
del alcohol aumentó su consumo. También se ha visto que las drogas sintéticas
se vuelven más atractivas; los insumos para producirlas son todos legales y hay
muchos que se usan para elaborar medicamentos, por ejemplo, y así no se pueden
declarar fuera de la ley.
Lo anterior, expresó, no
significa que no deba haber, por ejemplo, una política contra el lavado de
dinero, por mencionar algún punto. Sin embargo, declaró el especialista, no se
puede esperar que eso resuelva tan grave situación.
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