06:00 hrs. Febrero 18 de 2004

 

Boletín UNAM-DGCS-125

Ciudad Universitaria

 

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PROPICIA EL CALENTAMIENTRO GLOBAL EL MEDIO AMBIENTE Y NO LA ACTIVIDAD HUMANA

 

·        El factor humano en este aspecto esta sobredimensionado, explicó Jorge Sánchez-Sesma, de la Facultad de Ingeniería

·        La contribución de la naturaleza al ciclo del carbono global es del orden del 97 por ciento; la industria emite el resto, explicó

 

El incremento de la temperatura global no debe atribuirse a la emisión  de bióxido de carbono (CO2) a la atmósfera, producto de las  actividades humanas, sino a la variación natural propiciada por las características y cambios de las características del suelo, vegetación y océanos, aseguró Jorge Sánchez-Sesma, de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Ingeniería (FI) de la UNAM.

 

El experto en Hidráulica explicó que la contribución de la industria al ciclo del carbono global, es apenas del tres por ciento, pues “la naturaleza mueve el 97 por ciento restante de CO2, en una relación entre océano–atmósfera, atmósfera–vegetación, y entre vegetación y suelo”.

 

El medio ambiente también tiene cambios y no todo se puede achacar a la actividad humana o al uso de la tecnología”, porque varias de esas alteraciones se manifiestan en altas magnitudes, aseguró en la conferencia Temperatura global (TG) y dióxido de carbono (CO2) atmosférico: ¿relación efecto-causa o causa-efecto?

 

Al considerar información de los últimos 24 años, Sánchez-Sesma reconoció que el factor humano está sobredimensionado: “Desconocemos mucho de la respuesta atmosférica cuando aumenta el bióxido de carbono; si realmente provoca un calentamiento o no”. Puede haber otra explicación, dijo, pero es muy difícil comprobarla completamente.

 

Por ello se deberían hacer más estudios, expresó, “entender mejor el ciclo del carbono y mejorar los modelos de análisis con los que contamos hasta el momento, pues no alcanzan todavía a aclarar la variación del clima pasado; en esa medida, podremos interpretar la mayor parte del aumento ocurrido en el siglo XX”.

 

El experto del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua, señaló que la conexión entre la temperatura global y el CO2 es una relación causa–efecto, y no al revés.

 

En el Auditorio del Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico, expresó que el aumento calorífero, más que explicarlo con el incremento de esa sustancia, debe asociarse a la actividad solar, que es el principal motor de nuestra atmósfera.

 

“El calentamiento del siglo XX no es único, hay otros ocurridos, y  más o menos se han espaciado entre 800 y mil años. Hay que documentarlos bien para que podamos modelar correctamente  nuestro clima”. La temperatura ha ascendido en los últimos 12 mil a 13 mil años, informó, en no más de 2.2 grados centígrados.

 

Más que descubrir una solución al problema, subrayó, “he encontrado una serie de incongruencias o fallas y posibilidades para explicar la variación climática”. Es difícil obtener resultados concluyentes, pero debemos aprender más del ambiente, de cómo es alterado por la radiación solar y cómo ésta ha cambiado, cómo funcionan los modelos de estudio para finalmente, comprender qué va a pasar en el futuro.

 

Categórico insistió que la naturaleza desempeña un papel muy importante: el Sol, los volcanes y las mareas deben ser considerados seriamente. No es correcto hacer a un lado la actividad de esos elementos, que son grandes acciones que afectan a la atmósfera.

 

El calentamiento global es indiscutible, pero falta saber si es de origen natural. Para ello deben reconocerse la variabilidad natural del clima y las limitaciones en los modelos de estudio relativos a la circulación general atmosférica, sobre todo para periodos muy grandes, como décadas o siglos.

 

 

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PIES DE FOTO

 

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El incremento de la temperatura global no debe atribuirse a la emisión de bióxido de carbono a la atmósfera por actividades humanas, sino a una variación natural donde participan suelo, vegetación y océanos, dijo Jorge Sánchez Sesma, de la Facultad de Ingeniería.

 

FOTO 2

 

Jorge Sánchez Sesma, de la Facultad de Ingeniería, expuso que el aumento calorífero en el planeta, más que explicarlo con el incremento de CO2, debe asociarse a la actividad solar, principal motor de nuestra atmósfera.