Boletín UNAM-DGCS-109
Ciudad Universitaria
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El futuro de dicho continente depende de la
resolución de dicho proyecto
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Está a debate el reparto del poder: qué y
cuánto están dispuestos a ceder los Estados nacionales
De la resolución del proyecto
de Constitución para la Unión Europea (UE) depende el futuro de esa región,
aunque hasta el momento hay diferencias entre algunas naciones respecto de
quién, cómo y dónde se tomarán las decisiones y definiciones sobre política
general y económica.
En otras palabras, expresó
Antonio Gazol Sánchez, profesor de la Facultad de Economía (FE) de la UNAM, el
reparto del poder está a debate: qué y cuánto están dispuestos a ceder los
Estados nacionales europeos como contribución al proyecto común.
En la Sala Multimedia Octavio
Gudiño Aguilar, añadió que al no aprobarse hasta el momento el texto propuesto
por la Convención encargada de elaborarlo, ha sumido a la UE en una severa crisis
que toca todos los aspectos de su construcción.
Cabe recordar que la
Constitución empezó a tomar cuerpo con la Declaración de Laeken, Bélgica, en
diciembre de 2001. En ella se asientan los valores profesados, los derechos
fundamentales de los ciudadanos y las relaciones de los Estados miembros.
El proyecto, explicó, se
compone de cuatro partes que contienen 465 artículos, además de cinco
protocolos y tres declaraciones. Las primeras se refieren a la definición y los
objetivos de la Unión, su Carta de los Derechos Fundamentales, las políticas y
el funcionamiento, así como las disposiciones generales y finales.
Los protocolos se refieren al
cometido de los parlamentos nacionales en la UE, a la aplicación de los
principios de subsidiariedad y proporcionalidad, a la representación de los
ciudadanos en el Parlamento y la ponderación del voto en el Consejo Europeo y
en el Consejo de Ministros; hay uno especial sobre los países que utilizan el
euro, la moneda oficial, y la modificación del Tratado del Euroatom.
Las declaraciones son las
siguientes: Anexo al Protocolo sobre Representación de los Ciudadanos en el
Parlamento y Ponderación del Voto, Creación de un Servicio Europeo de Acción
Exterior, y el Acta Final de Firma del Tratado por el que se instituye la
Constitución.
El proyecto de carta
constitucional, agregó, define como de competencia exclusiva de la Unión los
siguientes temas: la política comercial común, la política monetaria en la zona
del euro, la unión aduanera y la conservación de los recursos biológicos
marinos dentro de la política pesquera común.
Las competencias compartidas,
indicó, son el mercado interior; el espacio de libertad, seguridad y justicia;
la agricultura y la pesca; el transporte y las redes transeuropeas; la energía;
la política social a la que se refiere la Parte II de la Constitución; la
cohesión económica, social y territorial; el medio ambiente; la protección de
los consumidores, y los aspectos comunes de seguridad en salud pública.
Gazol Sánchez advirtió que
tanto los 15 miembros actuales como los 10 aspirantes que ingresan en mayo de
este año han expresado su aceptación a las partes II, III y IV. Por supuesto,
comparten los objetivos y prácticamente todo lo contenido en la Parte I, con la
excepción del nuevo reparto de poder ahí previsto. Es la cuestión que detiene
la adopción de este documento.
En tanto, refirió que los
cambios importantes se dan, en particular, en la inclusión del criterio de los
dos tercios de la población europea para llegar a una mayoría calificada a la
hora de tomar decisiones.
Cada estado cuenta con un
determinado número de votos en el Consejo Europeo o el de Ministros –que
también sería de reciente creación– de acuerdo con su número de habitantes. Esa
ponderación del voto fue acordada en Niza y es la vigente. La Constitución no
altera el número de votos, pero introduce de manera explícita el peso
demográfico para la adopción de las decisiones.
Se ha argumentado, aseguró
Gazol Sánchez, que con el nuevo sistema será casi imposible a las economías y a
los Estados de menor dimensión bloquear cualquier decisión adoptada por los más
grandes: ocurre que 19 de los 27 países que tendría la UE en 2007 tienen menos
de 11 millones de habitantes, cuya suma no podrían incluir propuestas pues no
representan el 40 por ciento de la población.
Otro punto es la creación de
un Consejo Europeo, formado por los jefes de Estado y de gobierno, el
presidente del Consejo y el presidente de la Comisión, que definirá las
orientaciones y prioridades políticas generales; y el establecimiento de un
Consejo de Ministros, integrado en cada una de sus formaciones o especialidades
por un funcionario con rango ministerial y que tendría funciones legislativas,
presupuestarias y de formulación de políticas y coordinación. En ambos se
tomarían las grandes decisiones y, por lo tanto, es el centro de las
diferencias actuales.
En lo económico, la
Constitución no ofrece ninguna novedad; pero eleva de rango criterios de
política económica ya en uso y fortalece el mecanismo para la coordinación de
las políticas económicas.
La crisis actual, indicó, no
es la primera, pero sí puede ser definitiva. En muchos espacios se espera más
de Europa, para que unida y fuerte pueda llegar a convertirse en un contrapeso
al imperio estadounidense. Eso está en juego.
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Antonio Gazol
Sánchez, profesor de la Facultad de Economía (FE) de la UNAM, aseguró que de la
resolución del proyecto de Constitución para la Unión Europea depende el futuro
de esa región
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El reparto del poder está a debate: qué y cuánto están dispuestos a ceder los Estados nacionales europeos como contribución al proyecto común, reveló el investigador Antonio Gazol Sánchez