16:30 hrs. Febrero 3 de 2004

 

Boletín UNAM-DGCS-082

Ciudad Universitaria

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EL DÉFICIT DE LEGALIDAD EN MÉXICO PUEDE PONER EN RIESGO A LA DEMOCRACIA

 

·        La fragmentación de la autoridad es otro de los peligros que enfrenta

·        La democracia no goza de óptima salud, en el pasado tampoco pudo disfrutar de ella

·        Se llevó a cabo el ciclo “Bobbio en la teoría del Derecho y en la práctica de la política”, organizado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) y la Comisión permanente del Congreso de la Unión

·        Encuentro de académicos y legisladores en la UNAM

 

 

El déficit de legalidad que tenemos en México es tan grande que puede poner en riesgo a la democracia; la alternancia de 2000 no se aprovechó para dar un paso firme en el fortalecimiento de la vigencia de las leyes.  De tal suerte que las presiones, los intereses y las amenazas a la estabilidad, hacen que una y otra vez se tenga que forzar la ley y que cada grupo pretenda que se aplique para otros pero no para él, destacó Manuel Camacho Solís, diputado del PRD.

 

Más que el control del Estado por la sociedad, lo que se termina buscando es apoderarse del mismo para proteger acciones impunes y hacer avanzar sus intereses, manifestó al señalar los peligros que enfrenta la democracia en nuestro país, durante el ciclo “Bobbio en la teoría del Derecho y en la práctica de la política”, organizado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) y la Comisión permanente del Congreso de la Unión.

 

Otra de las amenazas, dijo, es la fragmentación de la autoridad; el avance democrático debió distribuir el poder entre poderes: niveles de gobierno, opinión pública; sin embargo, nos hemos ido al otro extremo: el de la fragmentación de la autoridad; cada quién controla su territorio, su burocracia, su nivel de gobierno y sus alianzas políticas y sociales, pero al momento de ejercer la autoridad, no hay coordinación al interior del poder ejecutivo.

 

Por su parte, Diego Valadés, director del IIJ, manifestó que las ideas políticas de Bobbio están presentes en muchos de los debates y en muchas de las tesis sustentadas por nuestros legisladores y las ideas jurídicas son objeto también de estudio, de un examen sistemático por parte del IIJ y de  los académicos.

 

Bobbio tiene gran importancia en la historia del pensamiento jurídico y del pensamiento político contemporáneo. Entre los grandes pensadores del siglo XX, su influencia fue significativa en la construcción de instituciones democráticas de la posguerra. La Organización de las Naciones Unidas es una de ellas. 

 

En el orden de las construcciones constitucionales tenemos que identificar el proceso de descolonización y los procesos de democratización. La constitución japonesa de 1946, la constitución de India de 1950, las de Italia y de Alemania inmediatamente después de la posguerra; y el amplio abanico de construcciones constitucionales que se produjeron en el resto de Europa y en América Latina. 

 

Señaló que en todos estos cambios estuvieron presentes las ideas de los grandes juristas, economistas, sociólogos, politólogos y filósofos del siglo XX; uno de ellos fue Norberto Bobbio y por ello la importancia que en el Congreso de la Unión y en el IIJ de manera sincrónica, se aboquen al análisis de su obra.

 

En su oportunidad, Javier Corral, del PAN, coincidió con este pensador al señalar que en el mundo la democracia no goza de óptima salud y en el pasado tampoco; sin embargo, no está al borde de la muerte. La transformación en la democracia forma parte de su estado natural. Para un régimen democrático estar en transformación es el estado natural. La democracia es dinámica, el despotismo es estático.

 

Abundó que esta forma de gobierno se reajusta en forma permanente y la manera de analizar su porvenir puede ser estudiada desde la mirada hacia las promesas no cumplidas. La democracia no tiene alternativa razonable.

 

Para Bobbio, este régimen es ante todo un conjunto de reglas de procedimiento para la formación de las decisiones colectivas en las cuales está prevista la participación más amplia posible de los interesados, indicó.

 

A su vez, René Arce, del PRD, destacó que el cómo se vienen construyendo las instituciones, las teorías generales sobre el Estado, las diferentes formas de gobierno, ha sido desdeñado por la izquierda en una pereza teórica y que hasta la fecha no hemos logrado superar.

 

En cuanto a los fines; para la izquierda el fin justifica los medios; es decir, lo que importa son los objetivos, llegar a la sociedad perfecta, feliz, y en algunos casos socialista, sin reparar en qué medios deben tenerse para llegar a esa meta. Sin embargo, Bobbio plantea que la importancia tiene que ver también con el cómo los medios pueden justificar el fin, y esto tiene que ver con el asunto de la cultura política democrática.

 

A decir del diputado, lo anterior no ha sido asumido como un asunto de conducta, de reglas, de plantearnos que es son importantes los instrumentos que utilicemos para llegar a los objetivos. De ahí la importancia de que los planteamientos que Bobbio ha hecho sean discutidos en el interior de la izquierda. Tenemos que avanzar más en la renovación de las instituciones y no sólo quedarse en la crítica de ellas. Así, este pensamiento no sólo debe quedarse en la academia sino permearse en las instituciones.

 

Al tomar la palabra, Cesar Camacho, destacó que México está viviendo más que una época de cambio, un cambio de época; el poder ha cambiado de manos y podrá seguir ocurriendo, sin mermar la estabilidad económica y mucho menos perder en conquistas sociales, es la transición mexicana o la transición a la mexicana, proceso inacabado pero continuo que habiendo iniciado hace tiempo debe seguir su curso, con aristas distintas, aunque no siempre avanzando al mismo ritmo.

 

De ahí la importancia de la obra de Bobbio por su insistencia en advertir sobre los riesgos de toda transición y así precavernos de las asechanzas; de lo que él llamó el poder estatal oculto y la forma de combatirlo; de las muchas resistencias que genera el cambio y los excesos y las falacias que en él se ocultan. En suma, la alternancia carente de proyecto y falta de liderazgo se convierte en la democracia infertil.

 

México debe seguir avanzando en su transición y debe hacerlo reformando al poder; de nada serviría que su ejercicio corresponda a la norma, si no responde a la expectativa de aquellos a quienes sirve, si le falta sustancia o su utilidad es sólo aparente Por supuesto, el poder debe ser legítimo, pero sobre todo debe ser eficaz, para que su desempeño sea inobjetable en la forma y en el fondo, para que su validez no sólo dependa de su fundamento jurídico o de su legitimidad política, sino de su capacidad para dar respuestas y encontrar soluciones.

 

Filosofía política y jurídica

 

El principio de mayoría es necesario pero no suficiente para caracterizar a la democracia. Tal grado de suficiencia lo da el respeto de las minorías, consideraba Norberto Bobbio, el intelectual italiano que ha ejercido y ejerce una influencia notable en el pensamiento político y jurídico contemporáneo.

 

Así lo consideró José Fernández Santillán, profesor e investigador del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, campus Ciudad de México, al recordar que para el pensador, esta forma de gobierno no sólo está compuesta por normas. Ella enuncia, al mismo tiempo, valores fundamentales.

 

Ellos son:  libertad, mediante la participación de los ciudadanos en la definición de las decisiones colectivas; igualdad, sobre todo la que atañe al plano político y que le otorga una misma dignidad a cada ciudadano; tolerancia, referida a la capacidad de admitir que existan formas de pensamiento diferentes a las propias; y la transformación gradual de la sociedad.

 

El principal traductor al español de las obras del recién fallecido politólogo, al participar en la mesa “La filosofía política y jurídica de Norberto Bobbio”, abundó que para el jurista italiano, lo que caracteriza a la vida democrática es el respeto de las minorías y el reconocimiento de que éstas pueden transformarse en mayorías en un siguiente período electoral sin necesidad de recurrir al conflicto o a la violencia.

 

En el aula “Guillermo Floris Margadant” del IIJ, refirió que Bobbio siempre tomó en consideración que en el terreno político se podría definir a la democracia como un conjunto de reglas que todas las partes en pugna se comprometen a respetar, orientadas a asegurar la convivencia pacífica entre los ciudadanos, las clases sociales, los grupos y las asociaciones.

 

El autor de El existencialismo, nacido en 1909, explicó los problemas a los que se enfrenta la democracia contemporánea teniendo como respaldo la lección de los clásicos, finalizó José Fernández.

 

En tanto, Arnaldo Córdova, investigador emérito del Instituto de Investigaciones Sociales, expuso que Bobbio, uno de los más grandes estudiosos de Italia hasta el momento, se ubicó en un momento de gran transformación intelectual en su país, cuando el positivismo se convirtió en una concepción de la vida social predominante, lo cual tuvo repercusión en la sociología, pero también en el pensamiento jurídico y político.

 

A su vez, Corinna Yturbe, del Instituto de Investigaciones Filosóficas, mencionó que frente a las deformaciones de la interpretación historicista o ideológica, el pensador europeo defiende la lectura analítica de los textos clásicos, es decir, la clarificación y reconstrucción de los contenidos conceptuales considerados de manera aislada.

 

En contra del estilo metafísico que pretende dibujar concepciones generales del mundo, su preferencia por el llamado método analítico es más bien el testimonio de una inclinación a favor de la claridad y el rigor, de un modelo analítico más que sintético, problemático más que sistemático, práctico más que especulativo.

 

De ahí el gusto de Bobbio por las distinciones conceptuales, la explicación e interpretación de los conceptos fundamentales, por el análisis de su uso actual y de su relación con otras categorías.

 

Finalmente, Luis Salazar, de la Universidad Autónoma Metropolitana Iztapalapa, explicó que la originalidad teórica del pensamiento del autor no reside tanto en su intento de combinar socialismo y liberalismo, como en su realismo político.

 

Su obra destaca por asumir rigurosamente una perspectiva metodológica, ontológica; es histórica-realista para analizar, interpretar e incluso evaluar los fenómenos políticos. Asume el realismo como un instrumento para defender, sin ilusiones ni utopías, los valores de la paz, la democracia y los derechos humanos, no justificándolos teóricamente, sino investigando los medios más eficaces para realizarlos y garantizarlos.

 

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FOTO 1

Diego Valadés, del IIJ de la UNAM, manifestó que Norberto Bobbio tiene gran importancia en la historia del pensamiento jurídico y del pensamiento político contemporáneo.

 

FOTO 2

René Arce, César Camacho, Manuel Camacho y Diego Valadez participaron en el ciclo “Bobbio en la teoría del derecho y en la práctica de la política”, efectuado en el IIJ de la UNAM

 

FOTO 3

Aspecto de una de las mesas del ciclo “Bobbio en la teoría del derecho y en la práctica de la justicia”, efectuado en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM