Boletín UNAM-DGCS-825
Ciudad Universitaria
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final del boletín
LA RECUPERACIÓN DE PLUSVALÍAS, FORMA IDEAL PARA ALLEGARSE RECURSOS LOCALMENTE
·
En nuestro país existen al menos nueve
instrumentos tributarios que captan las procedentes del suelo urbano
· Sin embargo, se han desaprovechado por falta de conocimiento y de voluntad política, explicó Luis Zamorano Ruiz, coordinador de Proyectos del Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad de la UNAM
La recuperación de plusvalías
representa en México el instrumento ideal para allegar recursos a la hacienda
pública local, porque captura un incremento de valor que es sólo atribuible a
la acción de la comunidad y puede generar capital significativo para los
municipios.
Asimismo, la reinversión de
esos recursos en infraestructura y servicios, entre otros beneficios para la
población local, reproduce la generación de nuevas plusvalías, en un círculo
virtuoso traducido en la mejora permanente de las ciudades.
Así lo explicó Luis
Zamorano Ruiz, coordinador de Proyectos del Programa Universitario de Estudios
sobre la Ciudad (PUEC) de la UNAM, durante su participación en el Tercer
Seminario Internacional Recuperación de Plusvalías del Suelo Urbano, organizado
por el PUEC, la Coordinación de Humanidades de la UNAM y el Lincoln Institute
of Land Policy.
En nuestro país existen al
menos nueve instrumentos tributarios que captan las plusvalías del suelo
urbano. No obstante, su aplicación real es pobre y tienen un nivel de
subutilización preocupante. Ello se explica porque rara vez se reconoce a estos
instrumentos de la planeación urbana, como generadores de recursos.
Dichos instrumentos son: los
impuestos Predial, Sobre la Renta, Sobre Adquisición de Inmuebles, y Sobre
Plusvalías –que existe solamente en siete estados: Aguascalientes, Coahuila,
Michoacán, Morelos, Nuevo León, San Luis Potosí y Sinaloa–.
Se complementan con los de
Contribución por Mejoras, de Áreas de Donación en Fraccionamientos y Conjuntos,
de Derechos de Registro de Modificaciones a los Programas de Desarrollo Urbano,
de la Transferencia de Potencial de Desarrollo y los de Polígonos de Actuación
Concertada.
No obstante su existencia, los
resultados reales traducidos en generación de recursos públicos son, en
general, muy pobres. Por ejemplo, el impuesto a la Contribución por Mejoras
representó para el año 2000 apenas el 0.29 por ciento del total de ingresos de
todos los municipios del país.
Salvo contadas excepciones, la
captación de plusvalías representa un ingreso significativo para los gobiernos
municipales, y su reinversión constituye una fuente permanente de satisfactores
para la comunidad. En la mayoría de los estados y municipios del país, los
ingresos propios, particularmente los inmobiliarios, se han abandonado a un
tercer o cuarto nivel de importancia.
Las causas de este fenómeno de
desaprovechamiento de los mecanismos recaudatorios establecidos legalmente –sin
mencionar la carencia de propuestas para ampliarlos y mejorarlos– son muy
diversas, y seguramente varían de gobierno a gobierno, pero pueden agruparse en
dos grandes categorías: falta de conocimiento y de voluntad política.
Por lo tanto, es urgente
aplicar los instrumentos de captación de plusvalías que ya se tienen, y
trabajar permanentemente en su mejoramiento y adecuación para volverlos más
equitativos y eficaces. La viabilidad de las ciudades mexicanas depende, en
buena medida, de los recursos económicos recaudados por los gobiernos locales.
Los impuestos sobre la
propiedad inmobiliaria, recordó Zamorano Ruiz, tienen una historia muy antigua,
que se remonta a las primeras civilizaciones, donde se establecían los tributos
dependiendo de la riqueza de las personas y la tierra, afirmó al dictar la
conferencia El insuficiente aprovechamiento de los instrumentos existentes.
En particular, el concepto de
captura o recuperación de plusvalías es mucho más reciente: tiene su origen en
el pensamiento de Henry George, quien a fines del siglo XIX propuso la creación
de un impuesto para gravar el valor del suelo atribuible al esfuerzo de la
comunidad, e injustamente retenido por los dueños de la tierra.
Agregó que los instrumentos de
recuperación de plusvalías en México puede dividirse en dos categorías: los
indirectos por medio de gravámenes sobre el valor del inmueble –ya sea en
ocasión de su transferencia o de su propiedad–, y los de recuperación directa
del incremento de valor específico, generado a partir de una determinada acción
pública.
Para nadie, agregó, son
desconocidas las enormes limitaciones y carencias experimentadas por las
ciudades mexicanas; que van desde infraestructura y servicios públicos
deficientes, hasta el origen irregular e ilegal del crecimiento significativo de las manchas urbanas.
Los recursos públicos actuales
no son suficientes para mantener lo ya urbanizado y edificado; menos lo son
para mejorar las instalaciones que así lo reclaman; y jamás alcanzan para
adelantarse al crecimiento de las ciudades –ni en el corto plazo siquiera– e
integrar reservas de suelo urbanizado o urbanizable, concluyó el investigador.
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PIES DE FOTO
FOTO 1
La recuperación
de plusvalías representa en México el instrumento ideal para allegar recursos a
la hacienda pública local, afirmó Luis Zamorano, coordinador de Proyectos del
Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad de la UNAM.
FOTO 2
Luis Zamorano y Santiago Calcagno participaron en el Tercer Seminario Internacional Recuperación de plusvalías del suelo urbano, organizado por el Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad de la UNAM y el Lincoln Institute of Land Policy.