Boletín UNAM-DGCS-824
Ciudad Universitaria
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Pies de fotos al
final del boletín
DONAN AL ARCHIVO HISTÓRICO DE LA UNAM EL ACERVO DEL ESCRITOR TABASQUEÑO ANDRÉS IDUARTE
·
Su obra, reconocida en España, Cuba,
Venezuela, Estados Unidos y Argentina
·
A partir de ahora estará a disposición de la
comunidad universitaria y el público en general para su consulta y estudio
·
La donación incluye cientos de documentos,
entre ellos, la correspondencia que sostuvo con escritores ilustres como
Gabriela Mistral, Pablo Neruda y León Felipe
El acervo personal del
destacado escritor tabasqueño Andrés Iduarte fue donado al Archivo Histórico
del Centro de Estudios sobre la Universidad (CESU) donde, a partir de ahora,
estará a disposición de la comunidad universitaria y el público en general y,
en especial, de estudiantes y especialistas en letras interesados en estudiar
los documentos.
Así lo informaron en
entrevista Marta Morineau Iduarte y Leonardo Ffreench Iduarte, sobrinos del
autor de Martí, escritor; Un niño en la Revolución Mexicana, Pláticas hispanoamericanas,
Veinte años con Rómulo Gallegos y México en la nostalgia, entre otros libros.
Se decidió que los documentos
del literato quedaran a cargo del CESU, “porque no sólo los guarda y custodia
muy bien, sino que los pone en servicio, los cataloga para que la comunidad y
el público puedan consultarlos”.
Ffreench mencionó que Iduarte
no es reconocido en México a pesar de que durante su vida ganó premios
literarios y de que fue director de la Revista Universidad de México y miembro
del Consejo Universitario (1930-1932) y del Instituto Nacional de Bellas Artes
(INBA, 1952-1954).
Llegamos al absoluto acuerdo
de que no había nada mejor que darlo a nuestra máxima casa de estudios, donde
se puede abrir a la investigación de jóvenes interesados en plumas mexicanas
relativamente desconocidas en nuestro territorio, pero reconocidas en el
exterior, en países como España, Cuba, Venezuela, los círculos intelectuales de
Estados Unidos y Argentina, agregó.
El archivo tenía que quedar en
una institución que “Andrés Iduarte quisiera entrañablemente, como era la UNAM.
Hemos llegado a la conclusión de que si hubiera vivido en México, toda su vida
habría sido profesor e investigador en ella y le habría dedicado su vida”.
La donación se compone de
varios cientos de documentos, donde se incluyen diplomas, títulos, fotografías
e, inclusive, una colección amplia de su obra literaria. Pero uno de sus
aspectos más valiosos es la correspondencia con gente con la que convivió
cercanamente, escritores ilustres latinoamericanos como la chilena Gabriela
Mistral, ganadora del Premio Nobel de Literatura.
Además, contiene
correspondencia con Pablo Neruda y León Felipe; Anselmo Carretero, integrante
del exilio español y Juan Rejano, el poeta de la revolución española. “Ese el
círculo que frecuentó”, añadió Ffreench.
Andrés Iduarte se casó dos
veces con la misma mujer, Graciela Frías Amescua, pero no tuvieron hijos. No
determinó que se haría con sus documentos y a su muerte, ocurrida en abril de
1984, esos registros quedaron en manos de su hermana Esperanza, quien a su vez
falleció en marzo de 1998.
Durante ese lapso de 14 años,
abundó Ffreench, “mi madre conservó los archivos de su hermano como algo
íntimo, propio, y tuvo que fallecer para que los sobrinos pudiéramos ver su
enorme valor histórico y literario. No podían ser sólo de la familia, ni
quedarse sin la posibilidad de darse a conocer. Por eso decidimos la donación”.
Andrés Iduarte dejó a su
hermana dos grandes archiveros metálicos con un contenido catalogado por él
mismo, con separadores por año y por cada persona con quien intercambió correo.
A ello se sumó otro tipo de materiales, como una colección completa de obras
literarias escritas por él, diplomas, fotografías y detalles de toda
naturaleza, entre ellos una condecoración que le envió la reina Isabel de
Inglaterra con motivo de haber presentado la primera exposición de arte
mexicano prehispánico y contemporáneo en aquel país europeo (1953).
El objetivo de la donación es,
reiteró Ffreench, dar a conocer, entre las generaciones jóvenes de mexicanos,
la vida y obra de Andrés Iduarte, quien realizó sus estudios en derecho en la
UNAM, los cuales continuó en la Universidad Central de Madrid, España, y en la
Sorbona de París. Finalmente, obtuvo el grado de doctor en filosofía por la
Universidad de Columbia, Nueva York.
Nació en San Juan Bautista
(hoy Villahermosa) en 1907 y su vocación docente fue inquebrantable. Fue
profesor de historia en la Escuela Nacional Preparatoria y, desde 1939, de
literatura hispanoamericana en la Universidad de Columbia, de donde se retiró
como maestro emérito a fines de la década de 1970. Entonces, regresó a vivir a
México.
Obtuvo –entre otros
reconocimientos–, el primer premio de la Comisión Procentenario de Martí en el
capítulo de ensayos escritos por no cubanos (La Habana, 1951), por su trabajo Martí,
escritor.
Andrés Iduarte, recordó su
sobrino, fue el primer funcionario del gobierno mexicano en la época
posrevolucionaria, en ser cesado de sus funciones al frente del INBA, por
cuestiones ideológicas. “Lo acusaron de comunista, después de la muerte de
Frida Kahlo”.
Dos poetas de talla universal,
Carlos Pellicer y José Gorostiza, lo califican como el mejor prosista que el
estado de Tabasco ha dado hasta ahora. El latinoamericanista e hispanoamericanista,
fue también un gran conversador e investigador. Fue un tabasqueño de talla
universal, concluyeron.
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