12:00 hrs. Octubre 23 de 2003

 

Boletín UNAM-DGCS-801

Ciudad Universitaria

 

Pies de fotos al final del boletín

 

 

LA ACADEMIA LATINOAMERICANA SÓLO TOLERA LOS ESTUDIOS SOBRE EL FEMINISMO

 

·        Aseguró Marysa Navarro, del Dartmouth College, Estados Unidos

·        Participó en el VI Encuentro de Centros y Programas de Estudios de la Mujer y de Género en Instituciones de Educación Superior en América Latina y el Caribe

·        Organizaron este evento el Programa Universitario de Estudios de Género de la UNAM y la Universidad Autónoma Metropolitana

 

Solo tolera los estudios feministas la academia latinoamericana. De hecho, “la legitimidad que tenemos es parcial, casi mínima”, aseguró Marysa Navarro, del Dartmouth College, Estados Unidos.

 

En la gran mayoría de las universidades de la región, continuó, hay cursos optativos, seminarios y algunos centros donde se asegura que se hace investigación, afirmó en el VI Encuentro de Centros y Programas de Estudios de la Mujer y de Género en Instituciones de Educación Superior en América Latina y el Caribe.

 

La resistencia a los cambios es fuerte y cada vez hay mayor animadversión, como lo demuestran “quienes trabajan en el tema de derechos reproductivos”, señaló en el evento organizado por el Programa Universitario de Estudios de Género (PUEG) de la UNAM y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

 

Uno de los principales obstáculos es el aislamiento,  “porque las condiciones en que se crearon los centros de estudios, cursos y seminarios no estuvieron reforzadas con movimientos feministas pujantes”. Otro es que las universidades, además de las condiciones políticas y económicas de cada país, “tienden a ser poco porosas y flexibles” ante la temática de los estudios de género.

 

Uno más es la interdisciplinariedad, la cual es difícil de conseguir: “Debemos pensar qué relación puede haber entre las distintas ciencias, con énfasis en los estudios de género”.

 

Finalmente, otra dificultad es la ausencia de mujeres dentro de las estructuras universitarias: si bien hay profesoras, cuando más se sube de categoría menos encontramos, consideró Marysa Navarro al ofrecer la conferencia magistral Balance y perspectivas de la academia desde el feminismo.

 

Es indudable, añadió, que desde la década de los años ochenta hasta hoy la presencia de los estudios feministas en la academia latinoamericana ha aumentado considerablemente. No obstante, “debemos reconocer que lo realizado se debe al esfuerzo y la persistencia de una minoría”, aseguró.

 

En su momento, Loreto Rebolledo, de la Universidad de Chile, habló de La Red de Estudios de la Mujer y de Género en Instituciones de Educación Superior de América Latina y el Caribe, que inició actividades a finales de los años 80, cuando se establecen los primeros contactos entre investigadoras y académicas a partir de la realización de seminarios y reuniones nacionales y regionales de especialistas en la materia. No obstante, recordó, su primer Encuentro se llevó a cabo hasta 1997 en Nicaragua; el segundo, en 1998, ocurrió en Chile; el tercero, en 1999, en Panamá; la cuarta, en 2000, en Bolivia; y el quinto en 2001, en Ecuador.

 

La Red, más allá de los objetivos de colaboración académica, ha permitido a quienes participan en ella, vivir y compartir momentos importantes de la realidad histórica de América Latina de fines del siglo XX y comienzos del XXI, a partir de las coyunturas particulares de cada país en que se han reunido, “y que debieran convertirse en insumos importantes de la discusión sobre las formas que asumen las construcciones y relaciones de género y el papel desempeñado por las mujeres en nuestros territorios”.

La inauguración del Encuentro estuvo a cargo de Gloria Careaga, secretaria académica del PUEG, quien coincidió que “a pesar de lo largo de la lucha, de las múltiples iniciativas que hemos desarrollado en la región, el reconocimiento del aporte al conocimiento de los estudios de género todavía es incipiente, falta que tenga más impacto en las diferentes áreas del conocimiento”.

 

La funcionaria universitaria añadió que si bien no se conoce a ciencia cierta cuándo inicia la lucha de las mujeres, puede decirse que hace más tres décadas empezamos a organizarla de manera sistemática en las universidades.

 

Por su parte, Arturo Anguiano, director de la División de Ciencias Sociales y Humanidades de la UAM Xochimilco, indicó que en nuestro país, al menos, estos temas van prosperando. “Es evidente –dijo– que ya se han vuelto algo común”. Cuando “las cosas empiezan a generalizase, es cuando la investigación es más importante”, porque es el momento en que hace falta realmente superar banalizaciones y entender algo más profundo para ver todas las aristas.

 

A su vez, Cuauhtémoc Pérez Llamas, secretario de la Unidad Xochimilco de la UAM, destacó que el papel de la mujer debe ser cada vez más prioritario y relevante. Hasta ahora, sus aportes a la sociedad han sido importantes “y estoy seguro que cada vez lo serán más”.

 

 

 

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PIES DE FOTO

 

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Marysa Navarro, del Dartmouth College, Estados Unidos, aseguró que los estudios feministas son tolerados en la academia latinoamericana, y su legitimidad es parcial, casi mínima.

 

FOTO 2

 

Loreto Rebolledo, de la Universidad de Chile, habló en la UNAM sobre La Red de Estudios de la Mujer y de Género en Instituciones de Educación Superior de América Latina y el Caribe.

 

FOTO 3

 

Gloria Careaga, secretaria académica del Programa Universitario de Estudios de Género, inauguró el VI Encuentro de Centros y Programas de Estudios de la Mujer y de Género en Instituciones de Educación Superior en América Latina y el Caribe.

 

FOTO 4

 

Arturo Anguiano, director de la División de Ciencias Sociales y Humanidades de la UAM Xochimilco, indicó que los estudios de género están prosperando en nuestro país.