06:00 hrs. Septiembre 27 de 2003

 

Boletín UNAM-DGCS-728

Ciudad Universitaria

 

PRODUCEN MEDICAMENTOS CON MICROORGANISMOS,  CON EL USO DE BIOLOGÍA MOLECULAR E INGENIERÍA GENÉTICA

 

·        Las bacterias, hongos y virus son capaces de producir medicamentos, sin embargo existen requerimientos técnicos para administrarlos

·        Los microorganismos deben estimular quimiorreceptores en las células para generar antibióticos y luego deben ser eliminados

·        No bastaría disponer del microorganismo que produjera el antibiótico; se tendría que valorar la concentración que éste último deberá alcanzar en el sitio de la lesión, para que resulte efectivo

 

Los avances en biología molecular e ingeniería genética permiten a los microorganismos convertirse en fábricas productoras de medicamentos; sin embargo, los investigadores aún estudian la posibilidad de que desarrollen esa función in vivo y dentro del cuerpo humano; analizando los riesgos que implican para el paciente, afirmó Rafael García González, profesor de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.

 

Durante la charla “Bacterias genéricas intercambiables”, organizada por la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán (FESC) y la Casa de Francia, el maestro en ciencias biológicas enfatizó que si bien es innegable que se puede modificar una bacteria y enriquecerla con información adicional para que produzca múltiples sustancias, aún no se conoce ninguna persona tratada con un microorganismo que haya generado un antibiótico in vivo.

Tras aclarar que las bacterias, los hongos y los virus son verdaderos reactores biotecnológicos, capaces de producir medicamentos como los producidos por fermentación -cuyo productos se administran en cápsulas o pastillas-, reparó en las dificultades y requerimientos técnicos que se necesitarían para, por ejemplo, administrar una bacteria.

 

“No bastaría disponer del microorganismo que produjera el antibiótico; se tendría que valorar la concentración que éste último deberá alcanzar en el sitio de la lesión, de manera que resulte efectivo”, aseguró.

 

Sin embargo, el científico añadió que se buscan quimiorreceptores que sean sensibles a los estímulos de los microorganismos, “para que induzcan a la célula para producir el antibiótico en el momento que se requiera y detenerla cuando sea conveniente”, explicó; además, ello implica que con la curación del paciente, “se debe eliminar ese microorganismo o agente” por los riesgos que implicaría”, añadió.

 

Los peligros aludidos durante la administración de este tipo de fármacos, afirmó, “tiene relación con microorganismos patógenos y agentes oportunistas que abaten los mecanismos de defensa inmunológica de los enfermos”.

 

Estos patógenos están programados para dañar al organismo, y aún cuando se les programe para beneficio humano, poseen mecanismos perjudiciales. El científico ejemplificó que algunos componentes de los microorganismos, al ser introducidos en el aparato digestivo o circulatorio pueden generar problemas al paciente, aun cuando fueran inocuos al manejarlos en laboratorio.

 

Durante su intervención en la misma charla, Sergio Sánchez Esquivel, investigador del Instituto Tecnológico de Massachussets, en Estados Unidos, destacó que la principal ventaja que ofrecen estos organismos biológicos es que demandan mínimas condiciones para reproducirse. Sin embargo, se requiere especificar su utilización, dado que pese a los posibles riesgos que presenten en la elaboración de medicamentos, es factible que su estudio contribuya a descifrar la secuenciación del genoma humano.

 

Para el actual jefe de Departamento de Biología Molecular y Biotecnología del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM, la idea de encontrar nuevas fórmulas y vías médicas diferentes a las que hoy se conocen conlleva nuevos efectos y consecuencias, considerando que aún no se generan soluciones a los problemas que ya se tienen con los fármacos convencionales.

 

 

 

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