Boletín UNAM-DGCS-726
Ciudad Universitaria
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INVADIERON DINOSAURIOS LAS CALLES DE LA CIUDAD DE MÉXICO
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Los gigantes del pasado cobraron vida como
en la más increíble historia de ciencia-ficción
·
Miles de capitalinos disfrutaron el paso del
Tiranosauro Rex y del Sabinosaurio
Hace 65 millones de años los dinosaurios desaparecieron de la faz de la tierra, pero hoy la UNAM hizo protagonistas a los capitalinos de una increíble historia de ciencia-ficción, en la que los gigantes del pasado cobraron vida e invadieron las calles del Distrito Federal.
Miles de personas pudieron
observar al Tiranosauro Rex y al Sabinosaurio en el tamaño real que tuvieron
durante la Era Mezozoica, de aproximadamente seis metros de altura y 14 metros de largo, en el primer caso, y
en el segundo, de 4.10 metros de estatura y 9.20 metros de longitud.
Los robots, creados bajo el
más estricto rigor científico, asombraron a chicos y grandes con su variedad de
sonidos y sus impresionantes movimientos de ojos, cabeza, cuello, boca y cola,
pero sobre todo por su casi real respiración.
Pero la verdad es que los
dinosaurios “no estaban muertos”. Volvieron de donde andaban y ahora
continuarán “su parranda” en el Museo de la Ciencias Universum que los exhibirá
a todo el público en su gigantesca explanada a partir del 30 septiembre, en el
marco de la exposición itinerante “Un paso hacia …Los Antiguos Gigantes de
Coahuila.”
Para arribar a la que ahora
será su casa, los dinosaurios tuvieron que abandonar la fabrica donde
fueron creados gracias al esfuerzo de
instituciones como la UNAM, el Museo del Desierto, el gobierno del estado de
Coahuila la Secretaría de Educación Pública, la Universidad Autónoma de
Coahuila, y el Instituto Latinoamericano de
Comunicación Educativa.
Sin duda, los niños de la
capital del país fueron los que más disfrutaron este fascinante viaje al pasado que los llevó a un mundo diferente, el
dominado por los gigantes “dinos”.
Diferentes fueron las
reacciones de los pequeños. Algunos se
atrevieron a meter la cabeza entre los enormes dientes de los dinosaurios, los
tocaron, o les mandaron besos y saludos. Otros abrieron grandes los ojos y la
boca, y se fueron acercando poco a
poco, hasta que los convencieron sus papás de que “no hacen nada”.
Pero los adultos también
disfrutaron. Cientos de automovilistas despejaron el mal humor que provoca el
tránsito de la ciudad y otorgaron sonrisas y sonidos de claxon al paso de los
“dinos” por la ciudad, quienes fueron escoltados durante todo el paseo por
periodistas y policías de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito
Federal. Los peatones, expectantes, corrían y saludaban al paso de los
vehículos de transporte.
Se requirieron sendas
plataformas con el apoyo de una grúa dado su gran tamaño y extensión.
Recorrieron la colonia Granjas Esmeralda de la Delegación Iztapalapa, el Eje 3, la Avenida Taxqueña,
División del Norte, Los Pinos, El Imán, Insurgentes Sur y el Circuito Cultural
Universum.
El material de que están
hechos es polímero de baja intensidad y los ojos son de resina. Para llegar
a su exhibición tuvo que pasar más de
un año de trabajo de un grupo interdisciplinario de especialistas, entre ellos paleontólogos geólogos, museógrafos
diseñadores, ingenieros en robótica y control, entre otros. Pero las investigaciones
sobre los dinosaurios, que son la base
de esta exposición, representan en algunos casos 17 años de trabajo.
Los dinosaurios vivieron en la
tierra en la Era Mezozoica, en el periodo Cretácico tardío, pero desaparecieron
de la faz de la tierra hace 65 millones
de años cuando cayó un metorito
–justamente en Yucatán México- que causó una catástrofe ecológica de tal
magnitud que a los dinosaurios y las
distintas especies.
El metorito hizo un cráter de
200 kilómetros. El cielo se oscureció por semanas y meses; bajó la temperatura
significativamente, por lo que muchos animales murieron de frío.
La importancia de los
descubrimientos recientes de fósiles en el estado mexicano de Coahuila, porque
de acuerdo con la Teoría de la Evolución de Charles Darwin el proceso de
evolución nunca se ha repetido, es decir cuando una especie se extingue jamás
vuelve a aparecer, situación que parece estar muy cerca de cambiar con los
avances científicos y tecnológicos en el orbe.
Pero hoy la UNAM hizo posible
un milagro y junto, como en las películas, al hombre con el dinosaurio, seres
que en realidad nunca convivieron, pues los gigantes vivieron en la Era
Mezozoica y la especie humana apareció
hasta finales de la Cenozoica, es decir los separaron 60 millones de años.
El “Sabinosaurio” fue
descubierto cerca de Sabinas, Coahuila en el año 2001. El cráneo de este
ejemplar no se encontró, por lo que se reconstruyó con base en otros cráneos de
Kritosaurus. Éste era herbívoro y vivía en el periodo Cretácico Tardío (70 millones
de años) en lo que ahora es Norteamérica.
El Tiranosaurio Rex vivió
también en el Cretácico tardío. Es uno de los dinosaurios carnívoros más
grandes que se ha encontrado. Los dientes son extraordinariamente largos y
robustos. Los ojos están orientados hacia delante, lo que le posibilita cierta
capacidad estereoscópica para la visión. Se ha comprobado que poseía un sentido
del olfato bien desarrollado.
Los dinosaurios serán
exhibidos en la explanada de Universum junto con el esqueleto de otro llamado
Quetzalcotlus, que es el volador más grande que se ha encontrado, de 14 metros
de longitud, y otro esqueleto del sabionosaurio, explicaron la directora de
Museos de la Dirección General de
Divulgación de Ciencia de la UNAM, Julia Tagüeña y la coordinadora de la
exposición, Gabriela Guzzy.
El Museo también ofrecerá ocho
talleres para niños de diferentes edades, en los que los menores podrán hacer
excavaciones paleontológicas y podrán observar muestras de fósiles.
Esta muestra significa el
primer paso o preinauguración de la exposición itinerante “Los Antiguos Gigantes de Coahuila” que se
calcula será aún más grande con el paso de un breve lapso de tiempo. Se prevé
que durante todo el mes de octubre permanezca en Universum.
Esta es la primera
ocasión en la historia del país en la que se tiene la oportunidad de exhibir
estos gigantes del pasado, en una muestra directamente dirigida a ellos.
Esta exposición es un esfuerzo
conjunto de las diversas instituciones para mostrar la riqueza paleontológica
de nuestro país, así como para fomentar
la cultura científica y el apego a la naturaleza.
El norte de México es un
extraordinario venero paleontológico único en el mundo. Coahuila ha sido
fuente de un cúmulo de
descubrimientos entre los que destacan: dinosaurio, reptiles voladores,
reptiles marinos, tiburones, peces óseos, plantas, semillas, frutos,
microfósiles y muchos fósiles más.
Esta gran riqueza, aunada al
trabajo realizado para su estudio, ha
hecho que Coahuila sea considerado una de las diez localidades fosilíferas más importantes en su tipo a escala mundial.
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