06:00 hrs. Septiembre 25 de 2003

 

Boletín UNAM-DGCS-718

Ciudad Universitaria

 

 

 

Pies de fotos al final del boletín

 

POSIBLE, OTRO MUNDO PARA LA HUMANIDAD: ESPECIALISTAS

 

·        El Estado-nación no desaparecerá en el corto o mediano plazo; será absorbido por una estructura política emergente más amplia: Víctor Batta

·        El mañana no será un mero producto de la paz, sino consecuencia necesaria del devenir social de la humanidad entera: Graciela Arroyo

·        Para Georgina Sánchez, directora de Asesores Internacionales en Prospectiva, el futuro estará definido por la capacidad de los líderes para acercarse a sus representados políticos y sociales

 

Es necesario abogar por la democratización en la toma de decisiones internacionales, a partir de la influencia que la sociedad civil puede ejercer sobre el Estado y los organismos internacionales, propuso Víctor Batta, profesor de Teoría de las relaciones internacionales de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM. 

 

El académico dijo que hoy en día es posible identificar los grandes procesos mundiales, en apariencia contradictorios y separados, que se corresponden con igual número de visiones sobre el futuro del Estado y del sistema internacional.

 

Dijo que actualmente se vive una transnacionalización económica impulsada por el neoliberalismo y conocida como globalización; por otro, se observa que el capitalismo se ha desplegado por medio de los estados nacionales, y fincado en la soberanía de cada uno de ellos.

 

Otro proceso, complementario a los enfoques anteriores, parte de una crítica a los efectos nocivos producidos por la globalización. Sostiene que el Estado ha sido incapaz de resolver los principales problemas de la humanidad, como el hambre, la desigualdad, la pobreza y el deterioro ecológico y, por tanto, aboga por la democratización en la toma de decisiones internacionales, a partir de la influencia que la sociedad civil puede ejercer sobre el Estado y los organismos internacionales.

 

Desde una visión prospectiva, afirmó el experto, puede adelantarse que los estados nacionales y las relaciones inter estatales son una forma política específica de organización social mundial, que está en proceso de ser rebasada por una nueva forma transnacional de Estado.

 

Si bien el Estado-nación no desaparecerá en el corto ni mediano plazo, sí vive un proceso de transformación que lo llevará en el futuro, a ser absorbido por una estructura política emergente más amplia, aclaró Víctor Batta.

 

Se prevén, cuando menos, tres escenarios futuros sobre el sistema internacional y el papel del Estado. El primero, de anarquía imperial, donde la guerra contra el terrorismo no puede tener fin mientras haya países, estados, gobiernos, religiones, organizaciones políticas o individuos susceptibles de ser sospechosos de amenazar la seguridad de Estados Unidos.

 

El segundo, de regreso al consenso, podría presentarse en la medida en que haya una reconciliación trasatlántica entre Estados Unidos y Europa, donde se retomarían las negociaciones multilaterales, el respeto al derecho internacional y la solución pacífica de los conflictos.

 

Un tercero sería de gobernabilidad democrática, cercano a los anhelos de paz, justicia, equidad y libertad de la humanidad, donde se trataría de rechazar al neoliberalismo, la violencia y las guerras y, por el contrario, proponer alternativas de solución a los problemas que apremian a los seres humanos.

 

Dado también que el Estado-nación continúa siendo el marco privilegiado del ejercicio democrático, otra tarea fundamental será obstruir la llegada al poder de los sectores de derecha más conservadores del espectro político de cada nación, así como impulsar una reforma democrática en el seno de la ONU, incluyendo la reorganización del Consejo de Seguridad, concluyó Batta.

 

Por su parte, Graciela Arroyo, profesora del Centro de Relaciones Internacionales de la misma FCPyS, señaló que para la humanidad, el gran desafío es conciliar nuevas formas de poder, acordes con los objetivos humanitarios. El futuro llegará y ahora toca construirlo, manteniendo la esperanza y la convicción de que otro mundo es posible.

 

Señaló que el mañana no será un mero producto de la paz, sino consecuencia necesaria del devenir social de la humanidad entera. Hoy, dijo, “estaríamos en el caso de plantearnos la necesidad de rehacer el mundo, transformarlo para construir un futuro mejor, porque éste último no existe per se, lo hacemos para nosotros y como herencia para los que nos siguen. Eso significa, además, que en la realidad que vivimos, en esta nueva etapa civilizatoria, el porvenir ya comenzó”.

 

El mañana seguirá siendo el de la diversidad humana, multiétnico y multicultural. La existencia de diferentes grupos permite y propicia la interculturalidad, o sea, la presencia de culturas autónomas, autóctonas, pero que buscan relacionarse entre sí, romper las barreras necesarias para percatarse de qué valores necesitan para su desarrollo, cuál es el origen de sus valores, cuáles son susceptibles de generalización y cuáles son universales.

 

Por ello resulta tan necesario estar conscientes de la cultura propia para apreciar y respetar a las otras. Esta doble actitud positiva, opinó Graciela Arroyo, facilitará la realización de muchos proyectos y, al mismo tiempo, será la clave para una convivencia mundial más armónica y respetuosa.

 

Mediante una cultura de paz no sólo se renuncia a la guerra, sino a la fabricación y venta de armamento. Se aprende a respetar la naturaleza y a utilizar sus recursos de manera adecuada; se reconoce que todos los seres somos iguales, respetamos la diversidad humana y luchamos contra el racismo, la exclusión y la intolerancia. Asimismo, usamos la ciencia, la tecnología y el conocimiento con fines sociales y humanistas.

 

“Es necesario convertir estos valores en principios políticos y llevarlos a la práctica; ese es el gran reto para las relaciones internacionales”. Un día, la paz será resultado de los vínculos interculturales basados en el reconocimiento, la concordia y la cooperación entre los pueblos. Eso, finalizó, depende de todos.

 

Durante su intervención, Georgina Sánchez, directora de Asesores Internacionales en Prospectiva, explicó que debido a la imposibilidad de pensar en un mundo donde no exista el poder se debe reflexionar acerca del tipo de dominio que debe existir.

 

El futuro de la humanidad, abundó, estará definido por la capacidad de los líderes para acercarse a sus representados, no sólo políticos, sino empresariales y sociales. Además de ello, seguirán emergiendo con fuerza las nuevas generaciones de líderes comprometidos no sólo con la sociedad, sino con toda la humanidad.

 

Según Georgina Sánchez, veremos sociedades “horizontales”, es decir, la “dinamización” de redes de la sociedad civil organizada, incluso de manera internacional, que actuarán de manera eficaz, “porque lo que cuenta no es la existencia de la sociedad, sino su capacidad para relacionarse con ella misma”.

 

En particular, dentro de la sociedad del conocimiento –cuyas primeras etapas ya vivimos–, las habilidades más importantes serán las del pensamiento matemático y lógico, la multi y transdisciplina, el multiculturalismo, la ética aplicada a valores civilizatorios, la lógica científica, la convivencia plural y la resolución pacífica de conflictos.

 

La humanidad, aseveró la analista política, estará caracterizada siempre por valores universales: dignidad, libertad, equidad y justicia.

 

 

 

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FOTO 1

Víctor Batta, académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, participó en la mesa de clausura del XXVIII Coloquio Internacional “Escenarios para la Humanidad”.

 

FOTO 2

El mañana no será un mero producto de la paz, sino consecuencia necesaria del devenir social de la humanidad, aseveró Graciela Arroyo, profesora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, en la clausura del XXVIII Coloquio Internacional “Escenarios para la Humanidad”.

 

FOTO 3

El futuro estará definido por la capacidad de los líderes para acercarse a sus representados políticos y sociales, sostuvo Georgina Sánchez, directora de Asesores Internacionales en Prospectiva, en la clausura del XXVIII Coloquio Internacional “Escenarios para la Humanidad”, organizado por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM