16:00 hrs. Septiembre 11 de 2003

 

Boletín UNAM-DGCS-686

Ciudad Universitaria

 

Pies de fotos al final del boletín

 

NEGOCIAN EN LA OMC ASUNTOS QUE AFECTAN A LAS ECONOMÍAS EN DESARROLLO

 

·        Alejandro Álvarez Béjar, profesor de la Facultad de Economía, dijo que entre ellos se encuentran los servicios financieros y, dentro de éstos, la energía, el sector eléctrico, la educación y la salud

·        Las asimetrías con relación a los subsidios agrícolas son terribles; tan sólo EU gasta alrededor de 50 mil millones de dólares en apoyo directo al sector: Berenice Ramírez, del Instituto de Investigaciones Económicas

 

En la reunión de la Organización Mundial de Comercio (OMC), inaugurada ayer en Cancún, Quintana Roo, se negocian asuntos que, a pesar de no estar en el centro del debate, pueden perjudicar a las economías en vías de desarrollo y, en particular, a América Latina.

 

Además, se prevé que no se lograrán acuerdos concretos, sino que sólo será un encuentro de discusión de procedimientos, señalaron especialistas universitarios.

 

En la conferencia La OMC y la reunión de Cancún, organizada por la Facultad de Economía (FE) de la UNAM, Alejandro Álvarez Béjar, profesor de esa dependencia, dijo que entre los aspectos no difundidos se encuentra el asunto de la reforma a los servicios financieros, y dentro de éstos los cambios en materia de energía, sector eléctrico, educación y salud.

 

Aseguró que, en el entorno general, prevalece la decisión de impulsar el desmantelamiento de los sectores de servicios públicos para trasladarlos al sector privado, intenciones “coronadas por las negociaciones de la OMC”, enfatizó.

 

En la Sala Octaviano Campos Salas de la FE, Álvarez Béjar explicó que el Acuerdo General de Comercio en  Servicios es un punto nodal, porque representa el grueso de las actividades productivas en todo el mundo.

 

“El gran problema que enfrentan, opinó, es cómo avanzar en la desregulación del sector eléctrico para privatizarlo, y cómo abrir a los privados nuevos espacios en la esfera de la educación”.

 

Respecto a la parte más espectacular de la “confrontación” en el encuentro, referente al problema de la agricultura y sus subsidios,  mencionó que los dos principales grupos de exportadores agrícolas son la Unión Europea (UE) y Estados Unidos, los cuales dañan este sector en naciones rezagadas.

 

Las asimetrías son significativas; por ejemplo, en los países en desarrollo el 70 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) se dedica a las actividades agrícolas, donde esta actividad representa el 35 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que para los desarrollados los porcentajes corresponden al 5 por ciento de la PEA y ni siquiera al 2 por ciento del PIB.

 

Las naciones pobres han visto aumentar sus importaciones. México es un ejemplo claro. Los campesinos están siendo desplazados a gran velocidad por la introducción de productos provenientes, sobre todo, de EU.

 

Además de esta disparidad, existen los subsidios. Aunque, opinó, no debe terminarse el respaldo a la agricultura; en nuestro caso, por nuestras debilidades, deberíamos impulsarla mucho más y, a la vez, exigir que se reduzcan los apoyos de las economías poderosas a sus productores.

 

De otro modo, indicó, tendremos en mayor medida, un factor de expulsión de mano de obra, o de gente ocupada en actividades de baja productividad, como el sector informal urbano que no representa nada para el país. Tampoco contaremos con autosuficiencia alimentaria.

Las negociaciones de la OMC, además, ocurren en momentos en que se vive una crisis del multilateralismo. La guerra de Irak, expuso el académico, desbordó a la Organización de las Naciones Unidas y demostró que ese organismo debe ser replanteado y sus funciones discutidas.

 

La Organización Mundial de Comercio también se ve afectada, porque la Unión Americana se sigue dando el lujo de ejercer represalias unilaterales y de establecer sanciones o impuestos compensatorios cuando se trata de sus intereses. Las reglas, finalizó, no son globales, en realidad, “es una para mí, que soy fuerte, y otra para el resto del mundo”.

 

A su vez, Berenice Ramírez, del Instituto de Investigaciones Económicas, aseveró que los puntos que más destacan en la negociación de la OMC son, en particular, cuatro: subsidios a la agricultura; patentes y salud pública; acceso a mercados de productos no agrícolas, como las manufacturas; y la construcción de instrumentos para un comercio más justo.

 

Con relación a los subsidios agrícolas refirió que, por ejemplo, el apoyo del Estado japonés para los agricultores de arroz asciende a 700 por ciento de los costos de producción; los subsidios presupuestarios directos que otorga la UE tienen un costo anual de cien mil millones de dólares. En tanto, EU gasta alrededor de 50 mil millones de dólares de protección al sector. “Las asimetrías son terribles”.

 

Por el contrario, para la región de América Latina el panorama es otro; hay apertura comercial, pero también caída de ingresos y aumento de la pobreza, sin creación de empleos. Ello se debe, se dice, porque no se han hecho bien las reformas y porque no se han abierto sectores como el energético. De ahí el riesgo para la zona.

 

Finalmente, Pablo Ruiz Nápoles, también académico de la FE, señaló que las dificultades del comercio libre son, principalmente, dos. Una se relaciona con la resolución de controversias en un ámbito multilateral donde se toman decisiones relativas a problemas bilaterales. La otra es la forma de “castigar” a un país, el trato injusto mediante las sanciones a su comercio.

En tal sentido, hace falta resolver las polémicas de una manera más equitativa para los países pobres y que realmente comprometa a los industrializados, que son los que regulan el comercio. Por eso, este tipo de reuniones tiene pocas posibilidades de éxito, finalizó.

 

 

 

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Foto 1

 

Las naciones pobres han aumentado sus importaciones y México es un ejemplo claro de ello, recalcó Alejandro Álvarez Béjar, de la Facultad de Economía de la UNAM.

 

Foto 2

 

Berenice Ramírez, del Instituto de Investigaciones Económicas, aseveró que las negociaciones en la OMC se refieren a subsidios a la agricultura, a patentes y salud pública, y al acceso de productos no agrícolas al mercado.

 

Foto 3

 

El académico de la Facultad de Economía, Pablo Ruiz Nápoles, señaló que hace falta resolver las polémicas de una manera más equitativa para los países pobres y que realmente comprometa a los industrializados, que son los que regulan el comercio.