06:00 hrs. Septiembre 10 de 2003

 

Boletín UNAM-DGCS-680

Ciudad Universitaria

 

Pies de fotos al final del boletín

 

NECESARIO SOMETER AL ORDEN JURÍDICO LAS RELACIONES ENTRE LOS ESTADOS

 

·        Fernando Pérez Correa, director de la FCPyS, dijo que también se deben plegar a los valores básicos

·        Inauguró el ciclo de mesas redondas “Seguridad global después del 11 de septiembre”

·        Las consecuencias de esos atentados impactaron en los logros democráticos del mundo entero: Luis Alberto de la Garza

·        La globalización sólo es posible mediante el ejercicio de la violencia sobre Estados, poblaciones y mercados: Adolfo Gilly

 

Las relaciones entre los Estados deben someterse al orden jurídico, aún cuando éste sea imperfecto, y a los valores básicos, fundamento del derecho internacional, a la igualdad, además de a principios como los derechos humanos, afirmó el director de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, Fernando Pérez Correa.

 

Al inaugurar el ciclo de mesas redondas “Seguridad global después del 11 de septiembre”, organizado por la Coordinación de Investigación del Centro de Relaciones Internacionales de la FCPyS, señaló que este tema puede sintetizarse en buscar el sometimiento de todas las naciones a las leyes y principios reconocidos, como garantías individuales o derechos naturales.

 

Referirse a la seguridad luego de los atentados de septiembre de 2001, subrayó, implica consideraciones éticas, morales y jurídicas, pues a partir de que la civilización occidental consideró este rubro en las relaciones internacionales, debió retomar conceptos referentes al derecho de los pueblos.

Por su parte, la coordinadora del Programa de Posgrado en Ciencias Políticas y Sociales de esa entidad universitaria, Judith Bokser, aseveró que dentro del terrorismo internacional hay diferentes dimensiones que marcan cuantitativa y cualitativamente su despegue, alcance, magnitud y extensión, como el tipo de organización, sus nexos con los Estados que apoyan su actividad y el propio país escenario.

 

En la primera mesa redonda “La violencia política y sus usos. El nuevo terrorismo”, efectuada en la Sala Lucio Mendieta de la FCPyS, Bokser Misses puntualizó que uno de los grandes errores en el análisis de este fenómeno, a la luz de los procesos de globalización, es pensar que son sólo económicos.

 

A partir de parámetros como la ampliación del mercado y el triunfo del neoliberalismo, el terrorismo es entendido como un acto transnacional, muchas veces asociado a la lógica del ensanchamiento comercial y a sus nexos con el narcotráfico, expresó.

 

En cambio, los procesos de globalización son multifacéticos, multidimensionales y contradictorios, externó. Convocan lo económico y lo político, así como lo intercultural y las interdependencias e influencias entre estos planos.

 

En otro momento, el coordinador de Relaciones Internacionales del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), Stephan Sberro, destacó que el terrorismo no es una práctica nueva ni los atentados de septiembre constituyen un parteaguas importante en cuanto a los conceptos, definiciones y medios utilizados por quienes los efectuaron.

 

Agregó que el terrorismo suicida de los seguidores de Osama Bin Laden es un arma de nacionalismo radical; sin embargo, también se utiliza el fanatismo religioso, el cual todavía está al servicio de un proyecto nacionalista en algunos países o de la comunidad musulmana en general.

 

Los mártires palestinos, indicó, también se consideran combatientes de la causa nacional de su país antes que del Islam. Para ellos, como para sus antecesores, la estrategia se centra en sus acciones, bien pensadas y con objetivos definidos.

 

El especialista del ITAM rechazó que el terrorismo se haya transformado cualitativamente tras los hechos del 2001, aunque la diferencia cuantitativa se centra en la eficacia de los ataques y la respuesta de Estados Unidos, quien ya no trata este fenómeno en forma marginal; ahora su reto principal es combatirlo.

 

Al participar en la mesa redonda ¿Seguridad o libertad? El futuro de la democracia, Jorge Romero, profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana Xochimilco, consideró que las guerras punitivas no son la única consecuencia de los atentados contra las Torres Gemelas. “En la vida cotidiana, los ciudadanos comunes de muchos países considerados democracias liberales, han sido marcados por la huella del terror”, aseveró.

 

Hoy, en nombre de la libertad, los ciudadanos norteamericanos están armados hasta los dientes y se oponen a cualquier control gubernamental sobre sus armas. En tanto, el Estado clama por ejercer su papel como garante de la seguridad colectiva e identifica al terrorismo como la gran amenaza, sin atreverse a enfrentar el problema de la violencia cotidiana, que cobra 12 mil víctimas al año.

 

El reto para esta potencia no deriva entonces del terror internacional, sino del interno. No es un fenómeno exclusivo de los EEUU, pues se ha convertido en una amenaza para las libertades de los Estados democráticos.

 

A su vez, Luis Alberto de la Garza, académico de la FCPyS, señaló que los acontecimientos en Nueva York no sólo atentaron contra la seguridad de un país; impactaron en los logros democráticos de una sociedad y también en los del mundo entero.

 

De hecho, el combate al terrorismo ha servido como pretexto para  que los ciudadanos norteamericanos restrinjan sus derechos. “Nuevas estructuras de seguridad han sido creadas para la protección y éstas limitan las libertades fundamentales de las personas”, recalcó.

 

Así, sólo podrá construirse un nuevo orden internacional si se democratiza el propio Estados Unidos y se fortalecen las prácticas democráticas en los países con este sistema, sostuvo.

 

Durante su intervención, Mario Ojeda, también académico de la FCPyS, advirtió que los estadounidenses aplicarán su concepto de democracia de acuerdo con las circunstancias que les afecten.

 

Ello puede advertirse ya en la clasificación que hacen sobre qué país es democrático y quién no, utilizando elementos teológicos y seculares como libertad, democracia, libre comercio, seguridad nacional y autodefensa, en un conjunto pragmático que aplicarán en todo el mundo, incluyendo los países latinoamericanos, concluyó.

 

Asimismo, el catedrático universitario Adolfo Gilly, aseguró que la globalización no es posible sin una permanente violencia real o potencial desde el poder para reestructurar naciones, mercados, pueblos o costumbres, bajo la apariencia de las inversiones en el libre comercio y los múltiples intercambios.

 

En este sentido, comparo a la globalización con la revolución por su práctica para alcanzar el poder. “Ambas necesitan de la violencia para imponer el cambio –cuya amplitud, dado el presente nivel de las tecnologías– no tiene comparación posible con el pasado”.

 

Durante la conferencia magistral “Modernidad global y economía moral”, realizada en la sala Isabel y Ricardo Pozas, de la FCPyS, Gilly explicó que a lo largo de los siglos XIX y XX, mediante la expropiación y la apropiación de los bienes comunales en Europa las modernas relaciones de mercado fueron impuestas con violencia al resto del mundo; esto trajo consigo el exterminio o la sumisión de muchas poblaciones, así como de sus vidas, historias y culturas, indicó.

 

De acuerdo con Gilly, la globalización no tiene otra solución que la violencia como método constante de acumulación de capital en el proceso histórico; no sólo en su génesis, sino en todo tiempo hasta el día de hoy. El método violento es el resultado directo del choque del capitalismo con las formaciones de economía natural que ponen trabas a su acumulación.

 

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Pies foto

 

Fotografía 1

 

Fernando Pérez Correa, director de la FCPyS de la UNAM, durante la inauguración del ciclo de mesas redondas “Seguridad global después del 11 de septiembre”

 

Fotografía 2

 

En la gráfica la coordinadora del Programa de Posgrado en Ciencias Políticas y Sociales de la FCPyS de la UNAM, Judith Bokser, interviene en la mesa redonda “La violencia política y sus usos. El nuevo terrorismo”

 

Fotografía 3

 

Stephan Sberro, coordinador de Relaciones Internacionales del Instituto Tecnológico Autónomo de México, aseguró que el terrorismo actual responde a una lógica de nacionalismo radical empapado de fanatismo religioso

 

Fotografía 4

 

El académico universitario Luis Alberto de la Garza afirmó que los atentados de septiembre de 2001 no sólo vulneraron la seguridad de un país, sino los logros democráticos de EEUU y el mundo

 

Fotografía 5

 

El profesor de la FCPyS, Adolfo Gilly, sostuvo durante la conferencia “Modernidad global y economía moral”, que la globalización no es posible sin una permanente violencia desde el poder