Boletín UNAM-DGCS-671
Ciudad Universitaria
Pies de foto al final del boletín
OTORGAN A ROGELIO DÍAZ, INVESTIGADOR EMÉRITO DE LA UNAM, DOCTORADO HONORIS CAUSA EN PERÚ
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El doctor Rogelio Díaz Guerrero fue
reconocido por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Perú
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Es el primer psicólogo en recibir tal
distinción de una de las universidades más antiguas del continente americano
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Otorgado por sus estudios en psicología del
mexicano, que dieron origen a una nueva disciplina: la etnopsicología
Rogelio Díaz Guerrero,
investigador emérito y decano de la Facultad de Psicología de la UNAM, recibió
el doctorado Honoris Causa de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos,
Perú, por la importancia y originalidad de sus contribuciones científicas e
impulso a la investigación transcultural en su disciplina.
La distinción –entregada por
una de las universidades más antiguas de América, fundada en 1551, el mismo año
que la Real Universidad de México– es resultado de los trabajos del
universitario en torno a la psicología del mexicano, estudios que “con el
tiempo y la ayuda de colegas y estudiantes se han convertido en una nueva
disciplina: la etnopsicología como ciencia rigurosa”.
Hasta las investigaciones de
Díaz Guerrero no se habían desarrollado en ninguna parte del mundo estudios específicos
bajo este enfoque. De manera que, según explicó él mismo, en México “logramos
instaurar una nueva área, de la cual se han producido un gran número de libros
y trabajos, presentados en congresos y publicados en revistas especializadas”.
Este doctorado Honoris Causa se suma al Premio
Universidad Nacional en Investigación en Ciencias Sociales 1986 y a la
distinción como fundador de la Sociedad Interamericana de Psicología; es
también, el primer grado que esa institución de educación superior sudamericana
otorga a un psicólogo.
El galardonado refirió que
procesos psicológicos como el aprendizaje, la percepción, el pensamiento o la
motivación son universales.
Sin embargo, cuando se indaga
en el porque de fenómenos culturales, como la mayor importancia que los
mexicanos dan al conjunto familiar, en detrimento de sus integrantes –a
diferencia de naciones como Estados Unidos, según demuestran estudios
transculturales–, se concluye que para estudiar la personalidad debe
abandonarse la psicología universal, incidiendo en las características
específicas de cada nación.
En la ceremonia de imposición
de Díaz Guerrero, Reynaldo Alarcón, profesor emérito de la institución peruana,
mencionó que el investigador fue el primero en cuestionar el desarrollo de la personalidad,
no como la describe Freud y otros autores, sino a partir de las necesidades
biopsíquicas de cada individuo; y para comprenderlo en su totalidad, es
necesario saber dónde nació, creció y en qué cultura se desarrolló.
También fue reconocido por
definir la cultura tradicional mediante una serie de unidades denominadas
“premisas histórico-socioculturales”, es decir, afirmaciones en las que un gran
número de mexicanos está de acuerdo.
Cuando inició dicho estudio en
la década de los cincuenta, por ejemplo, el 80 por ciento de los jóvenes,
hombres y mujeres encuestados en la ciudad de México, reconocían que el lugar
de la mujer era el hogar. El doctor Díaz dio seguimiento a la investigación
para determinar la evolución de 123 creencias a través de los años.
El estudio continuó en la
década de los setenta, luego del movimiento estudiantil, y se tomó la opinión
de los asistentes a las mismas 17 secundarias del DF de la primera parte del
estudio. En 1994 se repitió el ejercicio. Para entonces, el porcentaje se había
invertido y sólo el 20 por ciento de los encuestados apoyaron esa afirmación.
Los resultados del estudio se
publicaron en el libro Bajo las garras de la cultura (2003), donde se observa
el cambio de las premisas. “Por primera vez se estudiaba la evolución de las
creencias culturales en una nación”, precisó Rogelio Díaz Guerrero.
Ahí se muestra cómo han
cambiado un gran número de opiniones referentes al lugar de la mujer en la
familia, en la sociedad y el trabajo; así como las relacionadas con el
machismo.
El trabajo actual del
investigador emérito se orienta a estudiar las maneras tradicionales de pensar.
“Hemos descubierto recientemente una de las creencias fundamentales de los
mexicanos: para enfrentar la vida y resolver problemas, es más importante el
amor que el poder”.
El afecto, la amabilidad y la
amistad, dijo, son los elementos fundamentales de la cultura mexicana, e
incluso “ser aguantadores y adaptarnos a las peores circunstancias”. Así, se
observa que por ejemplo, los padres no trabajan para desarrollar sus
capacidades personales o mejorar su situación económica, sino para educar a sus
hijos.
Ya antes, estudios universales
habían señalado que las personas con tendencias hacia la generosidad, hacia el
dar, las más amorosas, tenían mejor condición física y mental.
Otro de los aspectos que el
doctor Rogelio Díaz Guerrero comienza a explorar son los valores –como belleza,
amor y verdad–, y para entender mejor cómo se desarrollan, se requiere tomar en
cuenta las necesidades y el grado de satisfacción de las mismas.
De modo que para desarrollar
valores en un sujeto deben estar previamente satisfechas esas necesidades. Lo
mismo ocurre con la honestidad y otros principios. “Estamos en un proceso
constante de mayor conocimiento de nosotros mismos”, finalizó el científico.
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FOTO 1
El investigador
emérito y decano de la Facultad de Psicología de la UNAM, Rogelio Díaz
Guerrero, recibió el doctorado Honoris Causa de la Universidad Nacional Mayor
de San Marcos, Perú.
FOTO 2
El creador de la
etnopsicología y catedrático de la Facultad de Psicología de la UNAM, Rogelio
Díaz Guerrero, fue reconocido por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos,
Perú, institución que le otorgó un doctorado Honoris Causa.