15:30 hrs. Septiembre 02 de 2003

 

Boletín UNAM-DGCS-662

Ciudad Universitaria

Pies de fotos al final del boletín

 

NO EXISTE UN PLAN ESPECÍFICO PARA COMUNICAR, ANALIZAR Y SOLUCIONAR LOS RIESGOS AMBIENTALES

 

·        La única estrategia institucional al respecto es la publicación de normas para conocimiento general

·        Advirtió en la UNAM Luis Fernando Hernández Lezama, de Profepa

·        Intervino en el Primer Coloquio sobre Percepción y Comunicación de Riesgos Ambientales

 

Las diferentes organizaciones gubernamentales difícilmente tienen “un plan específico para comunicar, analizar y solucionar los riesgos ambientales” para la sociedad y su entorno, destacó en la UNAM Luis Fernando Hernández Lezama, subprocurador de Auditoría Ambiental de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).

 

La única estrategia institucional que hoy existe al respecto es la publicación de las normas para conocimiento general, las cuales plantean el umbral de una acción específica, agregó durante su participación en el Primer Coloquio sobre Percepción y Comunicación de Riesgos Ambientales.

 

“Creemos –afirmó– que sí hay una serie de problemas sobre el tema, en los cuales no hemos trabajado coordinadamente para gestionar tanto las acciones de comunicación, como las de minimización de riesgo”.

 

 

Por ejemplo, pocos saben que el 70 por ciento de los residuos peligrosos son tirados desde nuestro propio hogar al drenaje. Explicó que la población no se preocupa hasta que no percibe o no se le informa claramente que aquéllos deben concentrarse en cierto lugar, aseguró el funcionario al hablar sobre la Percepción social y comunicación de riesgos.

 

Por su parte, Javier Urbina Soria, profesor e investigador de la Facultad de Psicología de la UNAM, destacó que de acuerdo con un estudio, la gente no acepta la modificación estructural de sus hábitos; esto es, “si disminuir un riesgo significa darle vuelta a la manzana la gente lo rechaza, porque tiende a considerar que los cambios en su vida no se los deben dictar nadie, ni ser impuestos, sino definidos por él mismo”.

 

El responsable del estudio Riesgos ambientales percibidos por la población de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, señaló igualmente, que las personas confían en su habilidad para afrontar un problema cuando se presenta, en lugar de prevenirlo. La situación anterior, dijo, puede variar, “pero aún somos reacios a prever y preferimos enfrentar las eventualidades en el momento que llegan, incluso asumiendo los costos del posible riesgo al que estemos expuestos”.

 

Urbina Soria recalcó entonces que la sugerencia sería: “enfoquémonos a las habilidades de las personas para que puedan enfrentar mejor el riesgo”. Se debía incidir en las modificaciones estructurales al estilo de vida y no simplemente a contender cuando llega una contingencia.

 

El coordinador del Coloquio añadió también, que los especialistas encargados de elaborar los mensajes para prevenir los riesgos, muchas veces desconocen la percepción de la gente a quien se dirigen; deberían tomarlos en consideración en sus estrategias informativas.

 

Asimismo, sostuvo que al parecer, “en México seguimos siendo muy incrédulos”. Aún cuando las diferentes instancias del gobierno             –procuradurías, la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales– analizan el funcionamiento de las empresas y otorgan constancias a industrias limpias, la gente sigue sin admitir dicho cumplimiento ni la supervisión y certificación efectiva.

Lo cierto, añadió, es que “aún no se conoce la forma para acercar a la comunidad a estos procesos; debemos seguir investigando”.

 

A su vez, Ragnar Löfstedt, director del Centre for Risk Management del King’s College de Londres, Reino Unido, aseveró que la comunicación de riesgos es una disciplina que necesita evolucionar, llevarla más allá del marco donde se encuentran sus principales conceptos, los cuales no hay variado desde hace 15 años.

 

En el Salón de Actos del Instituto de Investigaciones Históricas de esta casa de estudios, resaltó además que en esta tarea debe considerarse que los mensajes visuales son más efectivos que los escritos, y poner mayor énfasis en la evaluación de riesgos y la difusión de los resultados.

 

Al dictar la ponencia Risk communication: past, present and future, el especialista comentó también que no hay una fórmula universal para comunicar los riesgos; cada país o situación requiere encontrar la propia.

 

 

 

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PIES DE FOTO

 

 

Foto 1

 

En México no existe un plan específico para comunicar, analizar y gestionar los riesgos ambientales, afirmó Luis Fernando Hernández, subprocurador de la Profepa, durante su participación en el Primer Coloquio sobre Percepción y Comunicación de Riesgos Ambientales, que organizó la FP de la UNAM.

 

Foto 2

 

Generalmente las personas confían en su habilidad para afrontar un problema cuando éste se presenta, aseguró Javier Urbina, académico de la FP de la UNAM, al participar en el Primer Coloquio sobre Percepción y Comunicación de Riesgos Ambientales.

 

Foto 3

 

Durante su intervención en el Primer Coloquio sobre Percepción y Comunicación de Riesgos Ambientales, Ragnar Löfstedt, director del Centre for Risk Management del King´s College de Londres, Reino Unido, consideró que la comunicación de riesgos es una disciplina que necesita evolucionar.

 

Foto 4

 

Javier Urbina, Luis Hernández, Lucy María Reidl, Ragnar Löfstedt y Enrique Buzo durante la inauguración del Primer Coloquio sobre Percepción y Comunicación de Riesgos Ambientales, organizado por la Facultad de Psicología de la UNAM.