06:00 hrs. Septiembre 01 de 2003

 

Boletín UNAM-DGCS-659

Ciudad Universitaria

 

 

Pies de fotos al final del boletín

 

PERSISTE LA AMENAZA DEL SARS

 

·        En caso de encontrar la vacuna en otro país no se podría importar por dos razones: las particularidades del virus local, y el riesgo de convertirse en una fuente de infección

·        La enfermedad, producida por un virus al igual que el SIDA,   crea nuevas variedades y se propaga rápidamente

·        Para enfrentar las nuevas enfermedades se necesita una nueva mentalidad y métodos novedosos

 

El Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS, por sus siglas en inglés), representa un problema grave de salud mundial, pues aunque se ha controlado en el mundo y especialmente en China –donde se presume inició el contagio–, aún no existe vacuna para tratar el padecimiento, y si la hubiese no podría utilizarse en otras partes del mundo, aseguró Karlen Gazarian, del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBm) de la UNAM.

 

El SARS, producido por un virus al igual que el SIDA, crea nuevas variedades y se propaga rápidamente. De haberse presentado en nuestro país, no se hubieran podido importar vacunas por dos causas: no serían todavía eficientes por las particularidades del virus local, y por el riesgo de convertirse en una fuente de infección, señaló.

 

Por ello, una de las tareas pendientes en México es crear un programa de investigación que estudie interdisciplinariamente el problema, en donde participen expertos del sector salud y veterinario. Asimismo, debe desarrollarse un método de diagnóstico local.

 

“En el IIBm no tenemos como tarea crear una vacuna contra SARS –reconoció–, pero puede ser que el día de mañana se decida que sí es necesario elaborarla”; y para esto se necesitaría un presupuesto especial. Actualmente, “sólo nos informamos y trabajamos en poderla detectar, porque esto no requiere condiciones tan especiales, como las necesarias para hacer una vacuna”. En México únicamente la UNAM podría hacer este tipo de investigación básica, sentenció.

 

En este sentido, no bastaría elaborar vacunas para combatir el SARS, enfatizó Karlen Gazarian, sino buscar nuevos métodos de inmunización. Debe abandonarse la estrategia de encontrar vacunas por país o región, porque la inmunización se hará con base en la variedad que infecta a una población específica y no asegura la protección contra otras posibles variedades del virus detonantes del padecimiento.

 

Por ello, para enfrentar nuevas enfermedades como el SARS, que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), hasta el momento ha causado más de 8 mil 445 casos y cerca de 790 muertes, se requiere “otra mentalidad”.

 

El investigador recomienda tres medidas para evitarlo. La primera es neutralizar el virus cuando ya está dentro del organismo; la segunda es proteger a la población del contagio frente a los casos existentes; y, la tercera, es prevenir cualquier posibilidad de infección.

 

Añadió que la OMS creó un fondo de 200 millones de dólares para apoyar la investigación del SARS, de los cuales la mitad será para China. Están involucradas 14 instituciones en todo el mundo, quienes hacen investigación al respecto, especialmente en Estados Unidos, Canadá, Europa y Asia. En América Latina, expresó, puede ser Brasil, que tiene tres casos”.

 

Actualmente, el gobierno de la República Popular China ha controlado oficialmente la propagación del SARS, incluso la Organización Mundial de la Salud ha declarado la posible erradicación de ese padecimiento en todo el mundo. Sin embargo, los países deben incrementar los estudios para conocer y combatir los mecanismos de esta y otro tipo de nuevas enfermedades.

 

Indicó que todavía quedan preguntas importantes por responder: ¿esta primera epidemia de SARS ya terminó?, ¿cuándo y dónde puede el virus iniciar una nueva ola?, ¿qué virus animal, ya sea doméstico o salvaje, tiene la probabilidad más alta para pasar al organismo humano?

 

Hay evidencia, informó, de que tras la recuperación clínica, el virus permanece en el organismo humano. “Es fácil pensar entonces que después de un tiempo puede cambiar y reactivar su ataque; existe también la posibilidad que el virus pueda adaptarse en el organismo humano y cambiar su patogenecidad”, lo cual podría significar que si este tipo de virus “aparece en un lugar en un momento, puede aflorar en otro lugar en otro momento”.

 

Si bien ya no han surgido nuevos casos de esta enfermedad, agregó, no se descarta un nuevo brote, ni tampoco su aparición en México. Tampoco se sabe si este virus tiene un vector, algo que lo trasmita.

 

Cabe recordar que en noviembre del año pasado se descubrió esta enfermedad, señalándose como atípica con causante desconocido. Pero cuando se encontró el virus que la provoca, a principios de este año, y analizaron su genoma, se demostró que es un nuevo tipo de coronavirus, el SARS CoV.

 

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FOTO 1

 

Karlen Gazarian, del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM, advirtió que podrían ser infructuosos los estudios para encontrar una vacuna en contra del Síndrome Respiratorio Agudo Severo, por la constante mutación del virus que lo produce

 

FOTO 2

 

La utilización en México de una vacuna contra el SARS podría no ser eficaz, pues no fue pensada para una población como la nuestra, afirmó el investigador universitario Karlen Gazarian