Boletín UNAM-DGCS-659
Ciudad Universitaria
Pies de fotos al
final del boletín
PERSISTE LA
AMENAZA DEL SARS
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En caso de encontrar la vacuna en otro país
no se podría importar por dos razones: las particularidades del virus local, y
el riesgo de convertirse en una fuente de infección
·
La enfermedad, producida por un virus al
igual que el SIDA, crea nuevas
variedades y se propaga rápidamente
·
Para enfrentar las nuevas enfermedades se
necesita una nueva mentalidad y métodos novedosos
El Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS, por sus
siglas en inglés), representa un problema grave de salud mundial, pues aunque
se ha controlado en el mundo y especialmente en China –donde se presume inició
el contagio–, aún no existe vacuna para tratar el padecimiento, y si la hubiese
no podría utilizarse en otras partes del mundo, aseguró Karlen Gazarian, del
Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBm) de la UNAM.
El SARS, producido por un virus al igual que el SIDA,
crea nuevas variedades y se propaga rápidamente. De haberse presentado en
nuestro país, no se hubieran podido importar vacunas por dos causas: no serían
todavía eficientes por las particularidades del virus local, y por el riesgo de
convertirse en una fuente de infección, señaló.
Por ello, una de las tareas
pendientes en México es crear un programa de investigación que estudie
interdisciplinariamente el problema, en donde participen expertos del sector
salud y veterinario. Asimismo, debe desarrollarse un método de diagnóstico
local.
“En el IIBm no tenemos como
tarea crear una vacuna contra SARS –reconoció–, pero puede ser que el día de
mañana se decida que sí es necesario elaborarla”; y para esto se necesitaría un
presupuesto especial. Actualmente, “sólo nos informamos y trabajamos en poderla
detectar, porque esto no requiere condiciones tan especiales, como las
necesarias para hacer una vacuna”. En México únicamente la UNAM podría hacer
este tipo de investigación básica, sentenció.
En este sentido, no bastaría
elaborar vacunas para combatir el SARS, enfatizó Karlen Gazarian, sino buscar
nuevos métodos de inmunización. Debe abandonarse la estrategia de encontrar
vacunas por país o región, porque la inmunización se hará con base en la
variedad que infecta a una población específica y no asegura la protección
contra otras posibles variedades del virus detonantes del padecimiento.
Por ello, para enfrentar
nuevas enfermedades como el SARS, que de acuerdo con la Organización Mundial de
la Salud (OMS), hasta el momento ha causado más de 8 mil 445 casos y cerca de
790 muertes, se requiere “otra mentalidad”.
El investigador recomienda
tres medidas para evitarlo. La primera es neutralizar el virus cuando ya está
dentro del organismo; la segunda es proteger a la población del contagio frente
a los casos existentes; y, la tercera, es prevenir cualquier posibilidad de
infección.
Añadió que la OMS creó un
fondo de 200 millones de dólares para apoyar la investigación del SARS, de los
cuales la mitad será para China. Están involucradas 14 instituciones en todo el
mundo, quienes hacen investigación al respecto, especialmente en Estados
Unidos, Canadá, Europa y Asia. En América Latina, expresó, puede ser Brasil,
que tiene tres casos”.
Actualmente, el gobierno de la
República Popular China ha controlado oficialmente la propagación del SARS,
incluso la Organización Mundial de la Salud ha declarado la posible
erradicación de ese padecimiento en todo el mundo. Sin embargo, los países
deben incrementar los estudios para conocer y combatir los mecanismos de esta y
otro tipo de nuevas enfermedades.
Indicó que todavía quedan
preguntas importantes por responder: ¿esta primera epidemia de SARS ya
terminó?, ¿cuándo y dónde puede el virus iniciar una nueva ola?, ¿qué virus
animal, ya sea doméstico o salvaje, tiene la probabilidad más alta para pasar
al organismo humano?
Hay evidencia, informó, de que
tras la recuperación clínica, el virus permanece en el organismo humano. “Es
fácil pensar entonces que después de un tiempo puede cambiar y reactivar su
ataque; existe también la posibilidad que el virus pueda adaptarse en el
organismo humano y cambiar su patogenecidad”, lo cual podría significar que si
este tipo de virus “aparece en un lugar en un momento, puede aflorar en otro
lugar en otro momento”.
Si bien ya no han surgido
nuevos casos de esta enfermedad, agregó, no se descarta un nuevo brote, ni
tampoco su aparición en México. Tampoco se sabe si este virus tiene un vector,
algo que lo trasmita.
Cabe recordar que en noviembre
del año pasado se descubrió esta enfermedad, señalándose como atípica con
causante desconocido. Pero cuando se encontró el virus que la provoca, a
principios de este año, y analizaron su genoma, se demostró que es un nuevo
tipo de coronavirus, el SARS CoV.
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FOTO 1
Karlen Gazarian, del Instituto de
Investigaciones Biomédicas de la UNAM, advirtió que podrían ser infructuosos
los estudios para encontrar una vacuna en contra del Síndrome Respiratorio
Agudo Severo, por la constante mutación del virus que lo produce
FOTO 2
La utilización en México de una vacuna contra el SARS podría no ser eficaz, pues no fue pensada para una población como la nuestra, afirmó el investigador universitario Karlen Gazarian