Boletín UNAM-DGCS-654
Ciudad Universitaria
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final del boletín
CONJUGAR TABAQUISMO, HIPERTENSIÓN Y COLESTEROL ALTO, AUMENTA RIESGO DE
ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES
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Señaló en la UNAM, Héctor Vergara Takahashi,
jefe de la Unidad de Hemodinámica del Centro Médico Nacional Siglo XXI
·
Hay factores de riesgo modificables, como la
alimentación rica en grasas, el sedentarismo y la obesidad
·
Se hacen diariamente más de 15 angioplastias
en hospitales privados y unos 50 en el sector salud
El riesgo de padecer una
enfermedad cardiovascular, primera causa de muerte en México y los países
industrializados, aumenta hasta 11 veces si se conjugan tabaquismo,
hipertensión y altos niveles de colesterol, indicó Héctor Vergara Takahashi,
jefe de la Unidad de Hemodinámica del Centro Médico Nacional Siglo XXI.
Si en una persona coinciden
tabaquismo y colesterol, la probabilidad crece siete veces; si es hipertensión
y colesterol, seis veces, y tabaquismo con hipertensión, tres veces. El
tabaquismo solo, la aumenta tres veces; la hipertensión, 2.5 veces, y el
colesterol total, tres veces.
Hay dos tipos de factores de
riesgo, agregó, los no modificables y los modificables. En los primeros se
incluyen la herencia, la edad y el género. Regularmente, dijo, estos
padecimientos no ocurren en mujeres jóvenes, porque las protegen los
estrógenos, y en caso de no haber una terapia de remplazo hormonal durante la
menopausia, algunos años después el riesgo puede igualarse al de los hombres.
Dentro de los modificables,
resaltó, se encuentra la alimentación rica en grasas, sobre todo las saturadas
–como embutidos, leche entera, vísceras, entre otros– forman una placa de
colesterol que, a su vez, favorece la formación de aterosclerosis, la cual
puede llevar a síndromes coronarios. “Uno es lo que come”, aseveró, “no importa
cuánto vivamos, sino nuestra calidad de vida”.
Otro factor es el
sedentarismo, reflejado en el gran uso del automóvil y los elevadores, por
ejemplo. Conviene, indicó, hacer ejercicios aeróbicos en forma programada y
constante, como la natación, caminar o trotar. No importan la edad, pues así se
disminuye el colesterol de baja densidad –también llamado “malo”–, diminuye la
presión arterial, mejora el estado de ánimo y el rendimiento físico. Es mejor
hacerlo 15 minutos diarios a un solo día a la semana, sostuvo, porque someter
el cuerpo a un esfuerzo importante es peligroso.
Asimismo, debe considerarse la
obesidad. Está demostrado que una persona con un abdomen prominente tiene mayor
probabilidad de sufrir infartos, recalcó en la conferencia Riesgos
cardiovasculares y angioplastia, en Auditorio de la Dirección General de
Servicios Médicos de la UNAM.
Otro de los agentes de riesgo
modificables es la hiperlipidemia, es decir, la elevación de las grasas en la sangre, lo cual favorece, al igual
que el tabaquismo, la ateroesclerosis. Sobre el hábito de fumar, Héctor Vergara
comentó que un cigarro contienen alrededor de una centena de sustancias
cancerígenas y una adictiva, la nicotina. “Un cigarro o una cajetilla al día
producen el mismo efecto; sin embargo, a mayor cantidad más riesgo” de atrofiar
las arterias.
Otros factores por cambiar o
controlar, informó, son la hipertensión arterial sistémica, también llamada
“asesino silencioso”; la diabetes mellitus; la hiperuricemia (gota) y el
estrés, por mencionar algunos.
Los síntomas de una
cardiopatía isquémica, prosiguió, son falta de aire, sudoración fría, sensación
de angustia y opresión en el pecho que se puede irradiar a hombros, cuello y
ambos brazos. Cuando una persona los manifiesta, aseguró, debe acudir
inmediatamente al cardiólogo o a un servicio de urgencias y tomarse una o dos
aspirinas, porque en las tres primeras horas se pueden tomar medidas para
aminorar el infarto.
Cuando las arterias coronarias
bloqueadas o estrechadas producen angina de pecho o infarto de miocardio,
señaló, puede recuperarse parte de tejido del miocardio a través de una
angioplastia coronaria: “procedimiento cardiológico, mínimamente invasivo por
medio del cual, se puede realizar la dilatación, precisamente, de una o varias
arterias coronarias, permitiendo con ello un mayor flujo sanguíneo”; consiste
en la introducción de dispositivos por vía arterial, sobre todo femoral.
En nuestro país, destacó, “se
hacen al día más de 15 angioplastias en hospitales privados y unos 50 en el
sector salud”. De ahí, concluyó, la importancia de enfatizar cómo cambiar
nuestro estilo de vida puede disminuir el número de pacientes con este tipo de
enfermedad.
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