Boletín UNAM-DGCS-650
Ciudad Universitaria
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
Pies de fotos al final del boletín
LA UNAM PROYECTA
AYUDA A GENTE DE LA TERCERA EDAD
·
En la Escuela Nacional de Trabajo Social se espera poner en marcha el
proyecto La universidad para las personas mayores
·
La FES Iztacala instaurará en octubre un aula destinada a este sector de la
población
Uno de los principales rezagos
nacionales tiene que ver con el establecimiento de programas de educación
superior para los ancianos. Ante esa situación, la investigadora Graciela Casas
Torres elaboró el trabajo La universidad para las personas mayores. Un proyecto
de la UNAM desde la Escuela Nacional de Trabajo Social, proyecto que
representa un espacio de capacitación y reflexión para contribuir a crear una
nueva cultura del envejecimiento.
Sus objetivos particulares son
capacitar a los adultos mayores en aspectos teóricos y prácticos para
incrementar y desarrollar sus habilidades, actitudes y conocimientos necesarios
para optimizar esta etapa de la vida; integrar una red de profesionales
universitarios, expertos en geriatría y gerontología, e identificar líneas
prioritarias de investigación relacionadas con esta última rama del
conocimiento.
La vejez, agregó la
especialista, tiene muchos aspectos, por ello se pretende que en el proyecto
participen –por parte de la UNAM–, además de la Escuela Nacional de Trabajo
Social (ENTS), las facultades de Medicina, Psicología, Odontología y Derecho,
así como la Escuela Nacional de Enfermería. Se buscará también el apoyo de los
institutos nacionales para los Adultos Mayores, el de Ciencias Médicas y de la
Nutrición Salvador Zubirán.
El programa consta de los
módulos Envejecimiento, nutrición y acondicionamiento físico; Enfermedades más
frecuentes y su prevención; Salud mental, modificación de la personalidad, capacidad
de aprendizaje y depresión; La familia. El ciclo vital, relaciones de pareja,
el rol de abuelos, perdida de cónyuge, duelo y muerte;
Además, De la casa a la comunidad “Nuestro entorno”, vivienda, medio
ambiente, ocupaciones, recreaciones, organizaciones
de adultos mayores, y participación ciudadana; Aspectos legales y económicos,
de apoyo a los Adultos Mayores, derechos humanos, jubilación, testamento, legislación especifica para la tercera
edad, planeación financiera, y seguros; y
Plan de vida.
Aunque en nuestro país se
considera el comienzo de la tercera edad a partir de los 60 años, este plan
académico incluirá a personas desde una década antes –porque requieren estar en
las mejores condiciones para cuando ingresen a esa edad–, con estudios
concluidos de secundaria o nivel técnico.
Por lo pronto, no se trata de
estudiar una carrera –de cubrir asignaturas– sino de brindar un diplomado. Para
poner en marcha el proyecto sólo falta que el Consejo Técnico de la ENTS lo
apruebe.
Cabe señalar que, de acuerdo
con el último censo poblacional, los habitantes de nuestro país suman un total
de 97 millones 483 mil 412 personas; las personas mayores de 60 años
contabilizaban seis millones 948 mil 457 personas; es decir, el 7.12 por ciento
de la población.
La cifra anterior, resaltó
Casas Torres, parece insignificante, “pero debemos considerar que mientras el
crecimiento anual de la población total es del 2.6 por ciento, el de la
población de 65 años y más alcanza el 3.7 por ciento”. Esto revela que el crecimiento
de ese sector es mayor que el promedio nacional, “por eso –insistió– debemos
pensar en proyectos y programas alrededor de ellos”.
De los 6 millones 948 mil 457
ancianos en México, precisó, 3 millones 252 mil 357 son hombres y el resto,
mujeres. Los rangos de edad son los siguientes: entre 60 y 64 años son 2
millones 198 mil 146: un 52.4 por ciento del sexo femenino y 47.6 por ciento
masculino; de 65 años y más suman 4 millones 750 mil 311: 53 por ciento mujeres
y 47 por ciento hombres.
Para fines del proyecto debe
considerarse el nivel de estudios: poco más de 2 millones 100 mil ancianos son
analfabetos, y un total de 318 mil 138 tienen secundaria o una carrera técnica.
Pero, como se considera a las personas a partir de 50 años o más, “tenemos que
en ese rango –de más de 50 años– hay 817 mil 316 personas: 693 mil 716 con
secundaria y 123 mil 600 con una carrera técnica”, reveló la investigadora.
Casas Torres informó, además,
que en este momento se encuentra realizando una investigación sobre las
expectativas de los adultos mayores sanos y cómo piensan enfrentarlas: su
actitud ante la muerte, qué quisieran de su familia, las asociaciones
religiosas y las instituciones de salud, entre otros organismos vinculados con
ellos. “Si influimos en los puntos señalados como mal atendidos –señaló–,
lograremos una mayor calidad de vida”.
Asimismo, comentó que en la
ENTS inició la Especialización en Trabajo Social en Modelos de Intervención con
Adultos Mayores.
En la Facultad de Estudios
Superiores Iztacala, la profesora Ana Luisa González-Celis Rangel es
responsable del proyecto Instauración de aulas universitarias para personas
mayores, con un enfoque intergeneracional, “un concepto totalmente innovador en
nuestro país”, señaló.
En esas aulas, profesores
universitarios expertos abordarán diversas áreas de interés para la gente de la
tercera edad; además, “tendremos oportunidad de contar con un recurso
invaluable: los estudiantes”, a quienes se les formará dentro del área de
gerontología. “Se busca –sostuvo– un aprendizaje por dos vías: las personas
mayores tendrán la oportunidad de aprender de los jóvenes y los jóvenes podrán
aprender de los mayores”.
Así, el programa constará de
evaluaciones sobre la calidad de vida de los ancianos, pero también se
analizará la de los muchachos, porque también será impactada. “Los jóvenes
–afirmó– deberán adoptar un abuelo y los abuelos un nieto, para que haya un
compromiso, una responsabilidad y acercamiento”.
Por el momento, dijo, se han
programado 20 sesiones a manera de talleres vivenciales, en los cuales se
utilizarán las técnicas de dinámica de grupo y animación sociocultural. La
finalidad es hacer a los adultos mayores responsables de su aprendizaje. “No es
un curso formal, pero el futuro es ese; las experiencias que hay en Europa
incluyen su matriculación en la universidad”.
Obviamente, los temas a tratar
serán del interés de las personas de la tercera edad: estarán relacionados con
su salud (nutrición, autocuidado, aspectos psicológicos como depresión y
soledad; ejercicio físico, prevención de accidentes y enfermedades; adherencia
terapéutica a los medicamentos) y salud bucal. Otro tipo de asuntos a tratar
será, por ejemplo, el uso de las nuevas tecnologías (teléfono celular,
computadoras y cajeros automáticos,
entre otros).
Como parte de las actividades,
las cuales adoptan una metodología científica, se les harán a los adultos
mayores un conjunto de mediciones físicas y fisiológicas: de peso, talla,
presión arterial, masa corporal, nivel de azúcar en la sangre, bienestar
subjetivo, depresión, calidad de vida, neuropsicológica, de memoria, así como
una exploración bucal. Si tienen algún problema los canalizarán a instituciones
especializadas para su atención.
En los jóvenes, comentó
González-Celis Rangel, se fomentarán habilidades de investigación, trabajo en
equipo, así como cuestiones de personalidad y valores (respeto, apoyo, espera,
paciencia, humildad y honestidad), entre otros elementos.
-oOo-
PIES FOTO
Foto 1
En la gráfica Ana
Luisa González-Celis Rangel, responsable del proyecto Instauración de aulas
universitarias para personas mayores, con un enfoque intergeneracional, de la
Facultad de Estudios Superiores Iztacala.
Foto 2
El proyecto
Instauración de aulas universitarias para personas mayores, con un enfoque
intergeneracional, abordará temas relacionados con la calidad de vida de los
ancianos, reveló Ana Luisa González-Celis Rangel, de la FES Iztacala.
Foto 3
Graciela Casas
Torres es autora del trabajo La universidad para las personas mayores. Un
proyecto de la UNAM desde la Escuela Nacional de Trabajo Social, proyecto para
contribuir a crear una nueva cultura del envejecimiento
Foto 4
La investigadora
de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM, Graciela Casas Torres, ha
propuesto un diplomado para las personas de la tercera edad, en donde se les
capacite para mejorar su calidad de vida.