Boletín UNAM-DGCS-549
Ciudad Universitaria
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final del boletín
EN LA CIENCIA, A LAS MUJERES AÚN NO SE LES RECONOCE EL MISMO GRADO DE AUTORIDAD QUE LOS HOMBRES
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La actividad científica debe ser sensible al
contexto y los sesgos culturales que se dan en el trabajo científico, indicó
Eulalia Pérez Sedeño, del Consejo Superior de Investigación Científica del
Instituto de Filosofía de Madrid, España
·
De ese modo, se puede lograr una comunidad
de científicos diversa, accesible e igualitaria, sostuvo
·
La ciencia y la tecnología no pueden
concebirse desligados de las relaciones sociales y humanas, destacó Olga
Bustos, presidenta del Colegio de Académicas Universitarias
·
Participaron en el Primer Encuentro Nacional
de Ciencia, Tecnología y Género, organizado por el CEIICH de la UNAM
En la construcción del
conocimiento científico, las mujeres, como grupo, no han estado, ni están
todavía en igualdad con los varones; es decir, no poseen el mismo grado de
autoridad que ellos, afirmó Eulalia Pérez Sedeño, del Consejo Superior de Investigación
Científica del Instituto de Filosofía de Madrid, España.
Dado que la mujer regularmente
no participaba en la elaboración científica, sólo se consideraba como
científico el trabajo de los varones; sin embargo, cuando las mujeres y otros
grupos minoritarios comienzan a trabajar en este ámbito se abre una discusión
sobre su participación, añadió.
Al dictar la conferencia
magistral Objetividad y valores desde una perspectiva feminista, realizada en
el marco del Primer Encuentro Nacional de Ciencia, Tecnología y Género, la
filósofa aclaró: “Esto no quiere decir que hombres y mujeres tengan una
objetividad distinta, sólo que ésta ha sido construida de manera que excluye a
muchos grupos, bajo el argumento de que tradicionalmente no producen ciencia”.
En el auditorio del Centro de
Investigaciones Interdisciplinarias de Ciencias y Humanidades (CEIICH) de la
UNAM, Pérez Sedeño consideró que los supuestos ideológicos y valores con que
cuenta cada individuo, lo llevan a interpretar la realidad de forma particular.
A partir de una misma teoría
general y unos mismos conceptos, abundó, es posible extraer construcciones
distintas de la realidad, tal es el caso de la primatología y la teoría de la
evolución, las que estudiadas por mujeres adquirieron una nueva perspectiva,
pues partieron de un enfoque feminista. En cambio, científicos como Darwin,
dedicados al estudio de estos temas, lo hicieron bajo un punto de vista, un
contexto y supuestos ideológicos históricamente condicionados.
Así, refirió, para probar la
objetividad de la ciencia debemos partir del hecho de que no disponemos de
razones para preferir unas creencias o teorías sobre otras.
La objetividad, señaló, se
determina por la crítica intersubjetiva que debe evaluar los supuestos
implícitos en las observaciones, por los razonamientos o consideraciones de que
ciertos métodos, y no otros, son los adecuados para resolver determinados
problemas.
Aquí se debe tomar en cuenta
que la influencia de valores externos o contextuales puede distorsionar o no la
actividad científica, precisó la especialista en filosofía de la ciencia; en
este sentido, acotó, es preciso evaluar todos los supuestos conceptuales
implícitos en la actividad científica; para ello, “la ciencia debe ser sensible
al contexto y a los sesgos culturales que se dan en el trabajo científico”,
enfatizó.
Asimismo, indicó que la
ciencia debe respetar la naturaleza y alejarse de reduccionismos. De ese modo,
se puede constituir una comunidad científica diversa, accesible e igualitaria
que proporcione un conocimiento preciso y confiable.
Por ello, debemos contar con
tantos puntos de vista como sea posible. De hecho, la ciencia occidental no
podrá lograr completamente esa objetividad si deja de lado a la mitad de la
humanidad, enfatizó. En ese sentido, la discusión entre los grupos de
investigadores constituye un medio eficaz para identificar las prácticas
científicas consideradas sexistas, concluyó Pérez Sedeño.
Al participar en la
inauguración del encuentro, Olga Bustos, presidenta del Colegio de Académicas
Universitarias, destacó que este evento proporciona una oportunidad para
discutir, reflexionar y formular propuestas en torno a distintas temáticas
relacionadas con el quehacer de la ciencia y la tecnología, bajo la óptica del
género.
Aseguró que esos ámbitos no
pueden concebirse desligados de las relaciones sociales y humanas; por ello, la
perspectiva de género incide fuertemente en ellos.
En su oportunidad Daniel Cazés
Menache, director del CEIICH, aseveró que eventos de este tipo representan la
culminación en el desarrollo de proyectos realizados en ese centro de
investigación.
Asimismo, informó que este
encuentro constituye el primer capítulo del Congreso Iberoamericano de Ciencia,
Tecnología y Género que se realizará el próximo año en México y cuyo anfitrión
será el CEIICH de la UNAM.
En la inauguración del Primer
Encuentro Nacional de Ciencia, Tecnología y Género, organizado por dicho
centro, estuvo presente Martín Reséndiz García, responsable del Programa de
Ciencia, Tecnología y Sociedad de Oficina Regional en México de la Organización
de Estados Iberoamericanos.
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PIES DE FOTO
Foto 1
La ciencia debe
respetar la naturaleza y alejarse de reduccionismos, aseguró Eulalia Pérez
Sedeño, del Consejo Superior de Investigación Científica del Instituto de
Filosofía de Madrid, España.
Foto 2
Martín Reséndiz, Olga Bustos, Norma Blazquez y Daniel Cazés participaron
en el Primer Encuentro Nacional de Ciencia, Tecnología y Género, organizado por
el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de
la UNAM.