Boletín UNAM-DGCS-458
Ciudad Universitaria
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Pies de fotos al
final del boletín
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El investigador del IIS aclaró que a partir
de la entrada en vigor del TLCAN se ha registrado una mejoría en el desarrollo
de la producción rural
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El académico Sergio Zermeño indicó que la
única vía para la reconstrucción social es la reconformación de espacios donde
confluya la población, los universitarios y las autoridades
·
Las sociedades modernas se caracterizan por
tener un déficit de instancias que permitan su coordinación general, apuntó el
director del IIS, René Millán
Las localidades
rurales y agrarias de México concentran las tres cuartas partes de los hogares
en pobreza extrema, y sus pobladores registran un 30 por ciento de
analfabetismo y un promedio de tres años de escolaridad, señaló Arturo Warman,
investigador del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM, quien
aclaró que pese a este panorama, el campo está hoy mejor que antes de la
apertura comercial.
Aseguró que
incluso, se ha registrado una mejoría desde la entrada en vigor del Tratado de
Libre Comercio de América del Norte, en términos de desarrollo de la producción
rural, que aunque es todavía insuficiente e inadecuada, plantea una tendencia
positiva.
Al
participar en el Segundo Coloquio de Investigación, organizado por el IIS con
el tema “Globalidad y ordenamientos sociales en México”, consideró como un
“mito” el pensar que la apertura comercial haya afectado a los minifundistas,
tras destacar que algunos sectores del campo han tenido resultados exitosos,
aunque su progreso era claro incluso con la frontera cerrada.
De esta forma,
rechazó las críticas que se hacen a la globalización con un espíritu de “vuelta
atrás”, pues el pasado, opinó, “no es una buena referencia”.
Tras señalar que en el campo hay una
enorme diversidad y desigualdad, expuso que los pobres extremos en México
constituyen el 21.5 por ciento de la población, pero en las localidades rurales
con menos de 2 mil 500 habitantes ésta proporción se eleva al 57 por ciento.
Otros indicadores,
apuntó, revelan la complejidad de la pobreza rural: el 35 por ciento de los pobres extremos hablan una
lengua indígena; las dos terceras partes de los hombres del campo en situación
de pobreza no tienen agua potable, y el
30 por ciento carece de energía eléctrica.
La mitad de los
pobladores rurales pobres radica a más de 5 kilómetros de una carretera
asfaltada, a lo que se agrega la discriminación, dispersión y severo rezago en
el acceso a los servicios públicos, destacó.
El investigador
Sergio Zermeño opinó por su parte, que la única vía para la reconstrucción
social es la reconformación de espacios sociales medios; es decir, abundó, la
reconstrucción de lo local y lo regional, donde confluya la población, los
universitarios y las autoridades gubernamentales.
A su vez, el
director del IIS, René Millán, consideró que las sociedades modernas se
caracterizan por tener un déficit de instancias que permitan su coordinación
general, lo que se expresa en varios niveles.
El primero se
expresa en una arritmia entre los sistemas económico, político y cultural, que
no tienen un acoplamiento estructural. Otro nivel registra una complejidad
epistemológica, porque surgen muchas posiciones y actividades distintas para
significar los mismos eventos, lo que dificulta el acuerdo de orden científico
en las ciencias sociales.
Ello también se
expresa en la complejidad política, porque los sujetos están adscritos a
asociaciones que no tienen correspondencia ideológica entre sí; es decir,
existe una multitud de membresías.
Además, parecería que en esta complejidad
de intereses la política se mueve como un mecanismo para regular riesgos
sociales, más que para generar consensos e instituir proyectos, aseveró.
Incluso esta complejidad dificulta la identificación de conflictos centrales
que pudieran ser capaces de poner en duda el orden social en su conjunto.
Finalmente, el director del IIE, afirmó
que el conflicto social está fragmentado, lo que supone ventajas en términos de
estabilidad, pero también conlleva el problema de no poder construir una visión
unificada de la sociedad.
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Foto 1
Arturo Warman, del Instituto de
Investigaciones Sociales de la UNAM, señaló que en el campo hay una enorme
diversidad y desigualdad, los pobres extremos en México constituyen el 21.5 por
ciento de la población, pero en las localidades rurales con menos de 2 mil 500
habitantes ésta proporción se eleva al 57 por ciento.
Foto 2
El conflicto social está
fragmentado, lo que supone ventajas en términos de estabilidad, pero también
conlleva el problema de no poder construir una visión unificada de la sociedad,
consideró el director del Instituto de Investigaciones Sociales, René Millán.
Foto 3
Para el
investigador universitario Sergio Zermeño, la única vía para la reconstrucción
social es la reconformación de espacios sociales medios; es decir, la
reconstrucción de lo local y lo regional, donde confluya la población, los
universitarios y las autoridades gubernamentales.