Boletín UNAM-DGCS-425
Ciudad Universitaria
Pies de fotos al final del boletín
INVESTIGADORES DE LA UNAM DESCUBRIERON UN TOTAL DE 893 NUEVAS ESPECIES
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Los especialistas detectaron una especie
cada 3.3 días, informó el director del Instituto de Biología, Héctor Manuel
Hernández Macías
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Al rendir su Cuarto Informe de Actividades
correspondiente al periodo 1999–2003, dijo que entre estos organismos hay
hemípteros, coleópteros, psocópteros, tricópteros y tisanópteros.
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Históricamente, agregó, esa entidad
universitaria ha hecho invaluables aportaciones al conocimiento y documentación
de la biodiversidad, sobre todo de México
Durante los últimos ocho años,
el Instituto de Biología (IB) de la UNAM descubrió 893 organismos nuevos, entre
animales y vegetales, producto de las investigaciones de sus académicos. Esto
significa que cada 3.3 días detectó una especie, informó su director, Héctor
Manuel Hernández Macías.
Al rendir su Cuarto Informe de
Actividades 1999–2003 (de su segundo periodo al frente del IB), ante el rector
Juan Ramón de la Fuente, precisó que entre los animales descritos destacan por
su número, varios órdenes de insectos, estudiados por especialistas del
Departamento de Zoología y de la Unidad Occidente, como los hemípteros,
coleópteros, psocópteros, tricópteros y tisanópteros.
Sin embargo, indicó, también
se describieron grupos de invertebrados e, incluso, vertebrados.
El titular del IB resaltó que
un porcentaje considerable de las especies descritas proviene de otras regiones
de América, África, Asia y Oceanía.
En lo referente a las plantas,
agregó, se describieron ocho géneros y 114 especies de México y otros países
del neotrópico. También se publicaron descripciones de dos géneros nuevos y 18
especies nuevas de hongos.
En el auditorio del IB, a
donde asistieron el coordinador de la Investigación Científica, René Drucker
Colín, e integrantes de la comunidad de esa entidad universitaria, Hernández
Macías puntualizó que a través de la historia, esta área de la Universidad ha
hecho invaluables aportaciones al conocimiento y a la documentación de la
biodiversidad, sobre todo de México.
El acto de sacar a la luz la
descripción de un organismo previamente desconocido para la ciencia, explicó,
es la culminación de una sucesión de eventos que se inicia con la exploración
en campo y termina con la publicación en una revista especializada.
Con una planta académica de
150 miembros, afirmó, el Instituto de Biología se encuentra entre los más
grandes y complejos del Subsistema de la Investigación Científica. Los 73
investigadores y 77 técnicos académicos están distribuidos en dos
departamentos, el Jardín Botánico, dos unidades foráneas –la Unidad Occidente y
la Estación de Biología Tropical Los Tuxtlas– y la Secretaría Técnica.
Durante estos dos periodos de
cuatro años, señaló, el Instituto tuvo varios cambios significativos en su
infraestructura y equipamiento, en la organización académica, la composición de
su cuerpo docente, el nivel de productividad y la calidad de sus productos
científicos.
Se reubicó la Unidad Foránea
de Granos y Semillas del Departamento de Botánica del Pabellón de Arteaga,
Aguascalientes, a la Unidad de la Facultad de estudios Superiores (FES)
Cuautitlán. La Secretaría Técnica también se reestructuró y se le dio un mayor
nivel jerárquico.
La Estación Chamela fue
reconfigurada en la Unidad Occidente y se mejoró su infraestructura y
equipamiento. Con el convenio de colaboración entre la UNAM y la Universidad de
Colima para fortalecer la interacción académica entre ambas instituciones, a la
unidad académica se le dio mayor nivel, es más grande, está menos aislada y
tiene alcances superiores.
Aunque en este lapso se
incorporaron al Instituto 25 investigadores y cinco técnicos, apuntó Hernández
Macías, la planta académica se mantuvo estable.
Se incrementó de 85 por ciento
en 1995 a 95 por ciento en 2003 la proporción de académicos beneficiados con
los estímulos del PRIDE o del PAIPA. Esta tendencia es reflejo del crecimiento
de la productividad individual y de un mayor compromiso con la Universidad.
La participación de los
académicos en el Sistema Nacional de Investigadores aumentó de 62 por ciento en
1995, a 80 por ciento en 2003. Esto muestra un importante crecimiento en la
producción científica de este personal, pues la mayor parte de la información
generada por los especialistas se publicó en libros y revistas de circulación
internacional.
Héctor Manuel Hernández
comentó que con la finalidad de fomentar la publicación de artículos en
revistas científicas de prestigio, fue puesto a disposición del personal
académico un fondo de apoyo para cubrir gastos de publicación y adquisición de
sobretiros. Así, entre 2000 y 2002 fueron erogados más de 427 mil pesos en este
programa.
Mientras que la producción de
libros se sostuvo, con una variación de cinco a 23 títulos por año, la de
artículos arbitrados de los últimos cuatro años fue de 1.8 por investigador al año.
El IB, recalcó, se consolidó
como un importante generador de publicaciones especializadas en el estudio de
la diversidad biológica: se continuó con la publicación de los Anales del
Instituto de Biología y de las Series Cuadernos, Publicaciones Especiales,
Listados Faunísticos, Listados Florísticos y Flora del Valle de
Tehuacán–Cuicatlán, además se editaron 20 libros, incluidos dos CD–ROM.
Dentro del Programa de Posgrado
en Ciencias Biológicas se tiene un registro de 110 alumnos, de los cuales 80
son de maestría y 30 de doctorado. Además, se graduaron nueve alumnos, siete de
maestría y dos de doctorado. Del total de tesis concluidas durante el periodo
1995–2003, 248 fueron de licenciatura, 138 de maestría y 64 de doctorado.
Luego de comentar las diversas
actividades de difusión y educación que se realizan en el Jardín Botánico y las
visitas guiadas a la Estación Biológica Chamela, el director del IB informó
sobre el estado de la nueva sede del Instituto.
Más adelante, indicó que desde
su fundación, el IB tiene la responsabilidad de formar, enriquecer, custodiar y
estudiar las once Colecciones Biológicas Nacionales, que mantiene con los más
altos estándares de conservación, lo que ha propiciado tendencias positivas de
crecimiento.
El Herbario Nacional, centro
generador de conocimiento botánico, registra uno de los más altos niveles de
crecimiento en el mundo. La colección está distribuida en diez salas, cinco de
ellas equipadas con compactadores. En la actualidad, tiene la capacidad de
alojar alrededor de tres millones de ejemplares.
De 1995 a la fecha, el
Herbario creció en más de 540 mil ejemplares, lo que se iguala al incremento
registrado en los 40 años previos a este periodo. En 2001 se celebró la
incorporación del ejemplar un millón de plantas vasculares.
En abril próximo pasado, se
recibió la donación del herbario de la Comisión Técnica Consultiva de
Coeficientes de Agostadero de la Secretaría de Agricultura, Ganadería,
Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), que consta de más de 60 mil
ejemplares, incluida la colección de gramíneas más importante del país.
Las colecciones anexas del
Herbario, de Briofitas, Hongos, Líquenes y Xiloteca, también tuvieron un
periodo de crecimiento y desarrollo.
Las diez colecciones
depositadas en el Departamento de Zoología, peces, insectos, aves y mamíferos,
estableció el titular del IB,
experimentaron avances significativos con la compra o donación de
algunas de ellas, como la de Saldaña de Mariposas, o la del señor Jaime Sánchez
Villar, de moluscos.
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PIES DE FOTO
FOTO 1
Héctor Manuel Hernández Macías,
director del Instituto de Biología, informó que durante los últimos ocho años
los investigadores de esa entidad universitaria dieron a conocer 893 organismos
vivos. Rindió su Informe de Actividades 1995–2003.
FOTO 2
Un total de 893 nuevos organismos
fueron dados a conocer por los investigadores del Instituto de Biología de la
UNAM, informó el director de esta entidad universitaria, Héctor Manuel
Hernández Macías, al rendir su Informe de Actividades 1995–2003.