Boletín UNAM-DGCS-343
Ciudad Universitaria
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PESE A LAS CONDICIONES DEMOCRÁTICAS DE MÉXICO, AÚN HAY ASIGNATURAS PENDIENTES: JOSÉ WOLDENBERG
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El presidente del IFE dijo que es obligatorio
retomar los temas postergados por la democracia mexicana, para volverla
pertinente y eficaz, menos frágil y vulnerable
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Sostuvo que un Congreso autónomo del
Ejecutivo y una oposición madura hacen imposible que se repitan las viejas
prácticas para gobernar
·
Reconoció que el desafío político de
México es disminuir fenómenos como el abstencionismo, la despolitización o la
apatía
Pese a la existencia de condiciones
indispensables para que la democracia se reproduzca en México, persisten
asignaturas pendientes que no permiten cimentar el Estado de derecho, ni contar
con una ciudadanía y una cultura política democrática, afirmó José Woldenberg,
consejero presidente del Instituto Federal Electoral (IFE),
Impartió la conferencia “Lecciones para
la Consolidación Democrática”, en el Auditorio “Ius Semper Loquitur” de la
Facultad de Derecho (FD) de la UNAM, donde además indicó que esas condiciones
restan responsabilidades a partidos y medios de comunicación, y retardan la
gestión gubernamental.
Es obligatorio pensar en los pendientes
de la democracia mexicana, advirtió, para hacerla pertinente y eficaz, y menos
frágil y vulnerable. “Estamos obligados –dijo- a consolidar las prácticas
políticas democráticas recientemente adquiridas, sin dejar de impulsar la modernización
del país. Debemos construir un dique al crecimiento de la pobreza, que nos
hunden en la injusticia, la irritación y el desánimo”.
Añadió que debe construirse un México más
equitativo aceptando su complejidad, su diversidad cultural, social y política,
la riqueza de su historia, el valor de la tolerancia y el derecho como
instrumento para mantener los conflictos en un plano de civilidad.
Por ello, apuntó José Woldenberg, es
necesario reivindicar a la democracia como único régimen que permite inventar
caminos para solucionar los problemas. “Debemos poner en primer plano a la
política para gobernar sociedades plurales, sin emplear la violencia
innecesaria”, señaló.
El presidente del IFE sostuvo que un
Congreso autónomo respecto del Poder Ejecutivo y la existencia de una oposición
madura, entre otros factores, imposibilitan que se repitan viejas prácticas
para gobernar. No se trata sólo de desterrar el autoritarismo, sino de darle
eficacia y eficiencia a la acción pública, advirtió.
“No podemos imaginarnos al México futuro
sin la celebración sistemática, regular y puntual de elecciones, sin ganadores
ni perdedores predeterminados o eternos, y no hay un actor político que ponga
en duda que los comicios competidos e intensos han llegado para quedarse en
nuestro país”, refirió.
Reconoció que el desafío político de
México es disminuir fenómenos como el abstencionismo, la despolitización o la
apatía, dotando de mayor fuerza y credibilidad a los partidos y a las
instituciones representativas.
Asimismo, deben consolidarse los
mecanismos electorales como única forma legítima para elegir al gobierno;
perfeccionar las instituciones representativas y los partidos como instrumentos
al servicio de la voluntad popular, e impulsar una ciudadanía más informada,
educada y dominante como motor y fundamento de nuestra vitalidad democrática.
Woldenberg sostuvo que contar con un
marco democrático supone emprender diversos ajustes que se traduzcan en la
renovación de las prácticas políticas, con el fin de “aceitar” el
funcionamiento de las instituciones, mejorar la eficacia del quehacer público y
que los actores políticos tengan un desempeño de “mayor calidad”.
Afirmó que la
democracia en México no es fruto del ideal de un grupo o un partido, ni
aparición o producto de un evento aislado, sino de una necesidad, es el
resultado de un proceso social imparable de modernización y secularización,
condiciones básicas para la convivencia de una comunidad cada vez más plural.
Consideró que en
las elecciones federales del 6 de julio de 2003, la atención ya no se centrará
en si es posible garantizar la limpieza del método electoral, sino en el perfil
y la fuerza de los candidatos, en las estrategias de campaña, los programas y
las definiciones de los partidos.
No importa qué tan
intensa y reñida sea la campaña electoral, ni qué tan estrechas sean las
diferencias en las votaciones, “el IFE cuenta con todos los recursos para ser
un factor de estabilidad y certeza, una autoridad que garantiza condiciones
adecuadas de competencia en cada plaza electoral y en cada distrito, y que
ofrece resultados oportunos e incuestionables”, reiteró.
En su oportunidad, Fernando Serrano
Migallón, director de la FD, recordó que una de las características que definen
a las universidades públicas como la UNAM, es preocuparse no sólo por la
formación académica de sus alumnos.
Añadió que el propósito de algunas
instituciones de educación superior es formar cuadros para la iniciativa
privada, pero una institución como la Universidad Nacional, además de preparar
a sus alumnos en el ejercicio adecuado de una profesión, pretende formar
ciudadanos comprometidos con las preocupaciones del país y con los anhelos del
pueblo mexicano.
Serrano Migallón
aseveró que el IFE, bajo la presidencia de José Woldenberg, y esta casa de
estudios son las dos instituciones con mayor prestigio y credibilidad en la
sociedad mexicana.
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Foto 1
José Woldenberg,
consejero presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), sostuvo que contar con un marco democrático
supone emprender diversos ajustes que se traduzcan en la renovación de las
prácticas políticas, con el fin de “aceitar” el funcionamiento de las
instituciones
Foto 2
Pese a la
existencia de condiciones indispensables para que la democracia se reproduzca
en México, persisten asignaturas pendientes que no permiten cimentar el Estado
de Derecho, afirmó José Woldenberg, consejero presidente del Instituto Federal
Electoral (IFE)
Foto 3