Boletín UNAM-DGCS-328
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LA ALTURA DE LAS PERSONAS LA DETERMINAN 80% LA GENÉTICA Y 20% EL ENTORNO SOCIAL
·
Afirmó Ottó G. Eiben, de la Universidad
Eötvös Loránd de Hungría
·
El crecimiento es el mejor índice para medir
la salud nutricional de una población, aseguró
· Ofreció la conferencia “Avances recientes en el estudio del crecimiento y maduración humanos” en la UNAM
La carga genética determina
entre el 77 y el 80% del crecimiento de las personas; el resto se debe al
entorno, indicó Ottó G. Eiben, en el Instituto de Investigaciones
Antropológicas (IIA) de la UNAM.
El profesor de la Universidad Eötvös Loránd, de Hungría,
agregó que en dicho proceso influye el número de hermanos que constituyan una
familia, así como el orden de nacimiento: entre menos hijos haya mayor es su
estatura y generalmente los primeros son más altos que los posteriores.
Existe también una relación
con el nivel de educación escolar, pues los hijos de padres y madres que
desarrollan trabajo intelectual son más altos.
La urbanización, expuso, es
otro factor importante. Se ha comprobado que hay gran diferencia en el
desarrollo entre los niños de las ciudades y los de zonas rurales, mostrándose
que los primeros tienen dimensiones corporales mayores y maduran más pronto que
sus contrapartes del campo.
Asimismo, el nivel de
crecimiento es el mejor índice para medir la salud nutricional de una
población, aseguró el especialista en la conferencia “Avances recientes en el
estudio del crecimiento y maduración humanos (“Recent advances in the study in
human growth and maduration”).
La edad de los padres al tener
a sus vástagos también cuenta. Tomando como referencia tres grupos de edad –de
20 a 25, de 26 a 30 y de 31 a 34– se demostró que entre más jóvenes son los padres
mayor es la estatura de los hijos, aunque aquí la tendencia no es tan
relevante, señaló.
Tras referirse a una serie de
estudios sobre el crecimiento de las personas -se toman datos de 1833 a 1910-
presentó y describió a detalle un modelo de interacción holística y la relación
entre sus cuatro elementos fundamentales: psicológico (individual, cognoscitivo
y emocional), sociológico (medio, familia, grupo, cultura, sociedad), biológico
(individual, herencia, cuerpo, salud) y físico (ambiente, materiales, objetos).
Al respecto, planteó que la
existencia de problemas severos de tipo psicológico, económico (los cuales
afectan la nutrición) y en la propia condición física durante el periodo de
crecimiento, afectan las dimensiones corporales de los niños en forma negativa;
es decir, a mayor presión biopsicosocial, menor crecimiento.
Como ejemplo se refirió a un
estudio relativo a la movilidad social de inmigrantes que llegan a Estados
Unidos, en quienes se observó lo siguiente: en la medida que pasan varias generaciones,
es muy patente que los hijos tienen estaturas mayores a las de sus padres.
Asimismo, hizo hincapié en lo
que ha sucedido en años recientes en Hungría, donde hubo grandes cambios
políticos los cuales implicaron cambios económicos notorios, a tal grado de que
la mortalidad infantil mostró el incremento más alto reportado para una época
de paz en los países del centro europeo.
De hecho, anotó, en los años 90 se observó en Europa un
fenómeno sin precedentes: una inequidad cada vez más marcada por situaciones de
desempleo y pobreza, con el consecuente aumento de estrés.
Esto, continuó, ha traído como resultado malos
hábitos nutricionales –con una
reducción en el consumo de calorías, proteínas y grasas naturales debida a la
sustitución de alimentos que se consideran sanos, por los llamados “chatarra”–
así como mayores manifestaciones de conductas agresivas. El nivel de salud en
ese continente, tanto físico como mental, se ha deteriorado en estos últimos
años, reconoció.
Pero, se preguntó, ¿habrá
solución a esta problemática? Cambiar las políticas actuales enfocadas a la
infancia sería una opción. Los niños, subrayó, crecen una sola vez, además de
que si un menor es sano es feliz. Por eso debemos hacer todo lo que esté en
nuestras manos para tenerlos contentos.
-oOo-
Foto 1
La carga genética determina entre el
77 y el 80% del crecimiento de las personas, el resto se debe al entorno,
comentó en la UNAM Ottó G. Eiben, de la Universidad Eötvös Loránd de Hungría.
Foto 2
Ottó G. Eiben, de la Universidad Eötvös Loránd de Hungría, sostuvo en la UNAM que el número de hermanos que constituyan una familia, así como el orden de nacimiento de los individuos define la estatura de las personas, entre otros factores del entorno, como la alimentación.