Boletín UNAM-DGCS-322
Ciudad Universitaria
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final del boletín
ESPACIADO PERO ABUNDANTE EL CONSUMO DE ALCOHOL ENTRE LOS JÓVENES EN MÉXICO
Entre los jóvenes, el patrón
de consumo de alcohol en México es esporádico, pero excesivo, es decir, se
consume en pocas ocasiones, pero en
grandes cantidades, señaló Alicia Argüelles Guasquet, directora de Servicios a
la Comunidad de la Fundación de Investigaciones Sociales A. C. (FISAC).
En el Auditorio de la
Dirección General de Servicios Médicos de la UNAM, explicó que, en realidad, el
consumo de alcohol per capita no es muy alto en nuestro país; el número de
alcohólicos es del 4.5% de la población. El problema son los bebedores
“fuertes”.
El bebedor excesivo o problema
es aquella persona que cuando toma con frecuencia llega a la embriaguez, lo
cual le provoca dificultades individuales, familiares, escolares, laborales o
sociales. Presenta tolerancia al alcohol, por lo que consume más cantidades por
ocasión. Sin embargo, aún no ha desarrollado los signos de la dependencia o
adicción, aunque fácilmente se involucra en accidentes, riñas o actos de
violencia o los ocasiona.
Alcohólico, comentó, es quien
experimenta incapacidad para abstenerse del alcohol y presentando el síndrome
de supresión. Cuando toma la primera copa se le despierta una compulsión
física, aunada a una obsesión mental que le impide controlar cuánto beber.
Respecto a lo que significa
beber con moderación, indicó que es cuando el alcohol no interfiere en la vida
personal ni social de los individuos. Quien se conduce de esta forma toma hasta
tres copas por ocasión en situaciones sociales, sin llegar a la embriaguez; su
objetivo es la convivencia. “Si no hay alcohol, puede disfrutar igual”.
Lo cierto, recalcó, es que no
hay una forma segura de saber quién desarrollará alcoholismo y quién no; pero
sí se sabe que consumir en exceso cuando joven pueden aumentar el riesgo de que
suceda. Así, la mayor etapa de riesgo es la secundaria y la preparatoria
De acuerdo con la Organización
Mundial de la Salud (OMS), informó, los hombres no deberían tomar más de tres
copas por ocasión y las mujeres no más de dos; los adolescentes tendrían que
esperar hasta la mayoría de edad. Pero, siendo realistas, esto no sucede así.
Peor aún, manifestó Argüelles
Guasquet. En México, por ejemplo, estudios sobre el patrón de consumo de dicho
sector de la población –el cual se refiere a diversos aspectos de la conducta
de beber, incluyendo la cantidad, la frecuencia, los períodos de intoxicación,
el contexto en el que se consume y el tipo de bebida– indican que para ellos
siete u ocho copas está bien.
Agregó que en la FISAC,
constituida en 1981, utilizan un modelo integral, el cual permite analizar cómo
los aspectos del medio ambiente y la cultura interactúan con factores genéticos
y psicobiológicos, para determinar el consumo de alcohol en algunos individuos
y sus consecuencias.
Destacó también que cuentan
con el programa de prevención TIPPS (Talleres Interactivos para la Promoción de
la Salud), el cual básicamente procura retrasar la edad de inicio en el consumo
de bebidas con alcohol.
Para enfrentar ese problema,
se basan en lo establecido por la OMS, institución que ha hecho las
recomendaciones y establecidos los retos siguientes: movilización de la
voluntad política para combatirlo; orientar a los jóvenes como agentes de
cambio; integrar en la salud, la calidad y armonía en lo social, biológico,
psicológico y espiritual, así como enfrentar los riesgos a través del
autocuidado de la salud.
Todo lo anterior quedó
establecido en el Manual TIPPS, que habla de lograr la salud integral de los
adolescentes, que sirve de apoyo en los talleres que imparte la FISAC. Entre
otras cuestiones, se refiere también a las personas resilientes, es decir,
quienes, a pesar de nacer y vivir en situaciones de alto riesgo, se desarrolla
psicológicamente sana y exitosa, afirmó Argüelles Guasquet.
Asimismo, se trata el tema de
la autoestima, esto es, el recurso psicológico que permite preservar el
bienestar físico, emocional y espiritual; y de la asertividad, que es el factor
de protección en situaciones en las que
se ejerce el control y la manipulación, favoreciendo la comunicación.
“La asertividad –consideró– retroalimenta la autoestima: quien es asertivo
defiende sus derechos y se reafirma”.
El documento, prosiguió la
especialista, fomenta el desarrollo de valores. Es erróneo –dice el Manual–
pensar que alguien carece de ellos; sólo existen diferencias en su orden
jerárquico, las cuales dependerán de la historia de cada individuo.
Del tiempo libre se expone: a
través de él se obtienen satisfacciones subjetivas, y la única regla es que no
existen parámetros precisos para ocuparlo; esto depende de cada individuo y su
contexto económico, social y cultural, resaltó Argüelles Guasquet.
Tiene, además, un apartado
sobre proyecto de vida, el cual da sentido a la existencia humana. Pasa que el
adolescente pocas veces mira al futuro, pues tiende a vivir concentrado en el
momento actual. Sin embargo, en esta etapa de la vida es cuando surge la
necesidad de tomar decisiones para planificar el futuro.
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PIES DE FOTO
Foto 1
Entre los
jóvenes, el patrón de consumo de alcohol en México es esporádico, aseveró Alicia
Argüelles Guasquet, directora de FISAC, en el Auditorio de la Dirección General
de Servicios Médicos de la UNAM.
Foto 2
En nuestro país
el número de alcohólicos es del 4.5% de la población, destacó la directora de
FISAC, Alicia Argüelles Guasquet, quien dictó la ponencia TIPPS. Talleres
Interactivos de Programas Preventivos de Salud, en el Auditorio de la Dirección
General de Servicios Médicos de la UNAM.