Boletín UNAM-DGCS-296
Ciudad Universitaria
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EL MANEJO
ADECUADO DE LOS RESIDUOS BIOLÓGICO-INFECCIOSOS EVITA RIESGOS PARA LA SALUD
·
Las
instituciones que brindan atención médica tienen la obligación moral y legal
de eliminar –bajo criterios específicos– los residuos biológico-infecciosos
·
Estos
desechos generan infecciones y transmisión de enfermedades al ser manejados
de forma inadecuada
·
La Norma Oficial Mexicana 087-ECOL-1995 regula la separación, envasado,
almacenamiento y disposición final de este tipo de desperdicios
Las instituciones que brindan
atención médica tienen la obligación moral y legal de eliminar los residuos
biológico-infecciosos que generan, de tal manera que impliquen un mínimo riesgo
para el ambiente y la población en general, señaló Sergio Morales Belmont, de
la empresa de residuos biológico-infecciosos “Impulso Mexicano” (IMPULMEX).
Durante la conferencia “El manejo de
residuos peligrosos biológico-infecciosos” realizada en la Dirección General de
Servicios Médicos (DGSM) de la UNAM, Morales Belmont apuntó que el material
quirúrgico y corporal, así como el reactivo utilizado para el análisis y
tratamiento médico provocan una gran cantidad de desechos que deben ser
eliminados de acuerdo con estándares de calidad internacional.
En México, informó, la industria de
manejo de residuos peligrosos biológico-infecciosos se rige con la Norma
Oficial Mexicana 087-ECOL-1995, en la cual se regula la separación, envasado,
almacenamiento y disposición final de los desperdicios que se producen en
establecimientos que prestan servicios de atención médica.
Esta norma se estableció por el
manejo discrecional que se hacía de los desechos biológico-infecciosos. Antes
de su entrada en vigor, consultorios, clínicas y hospitales no disponían de información
suficiente sobre cómo envasar remanentes, asignar destino y usar contenedores
idóneos para su manejo, lo que provocaba contaminación del medio ambiente,
infecciones y transmisión de enfermedades.
Con la aplicación de la norma 087,
prosiguió, se lograron beneficios ambientales inmediatos y evidentes, ya que al
separarse los desechos peligrosos del resto de la basura, se protege a los
trabajadores expuestos a ellos en forma directa; además, se exige su depósito
en condiciones adecuadas, bajo estándares internacionales de seguridad e
higiene.
Morales Belmont destacó la
importancia de aislar y manipular adecuadamente este tipo de residuos; para
ello, toda institución de salud deberá ceñirse a la norma mexicana, que ordena
separar los desechos biológico infecciosos de acuerdo con sus características,
mediante bolsas y contenedores especiales, proporcionados por empresas
autorizadas.
La norma oficial mexicana clasifica
los desperdicios biológico infecciosos en cinco tipos, envasados según sus
características: en bolsas de color rojo se depositan los no anatómicos, que
incluyen aquellos que tienen contacto con el paciente, sólidos y sin filo, como
guantes de exploración, algodones, cubrebocas, jeringas, compresas, sondas y
vendas; además de cultivos, cepas e instrumentos y aparatos sin filo para
transferir, inocular y mezclar cultivos.
En bolsas de color amarillo se
desechan los materiales sin filo impregnados de residuos patológicos líquidos y
sólidos, además de órganos, partes corporales y muestras patológicas.
Los materiales punzo-cortantes como
agujas, suturas, hojas de bisturí, lancetas, cristalería entera o rota; se
vierten en recipientes rígidos color rojo. La sangre o material impregnado de
ésta; plasma, suero y paquete globular se arrojan en depósitos herméticos
rojos.
Por otra parte, el representante de
IMPULMEX, agregó que los establecimientos que brindan atención en materia de
salud deben registrarse ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos
Naturales (SEMARNAT) y contratar el servicio de una empresa encargada del
transporte, tratamiento, disposición final y control administrativo de los
residuos biológico infecciosos.
En cuanto a las condiciones de
seguridad del personal responsable de la recolección interna de estos desechos,
resaltó que éste debe usar guantes y cubrebocas; y, en el caso de los desechos
líquidos, lentes protectores para evitar que algún derrame dañe sus ojos.
Finalmente, Sergio Morales Belmont
explicó que de acuerdo a la Norma Oficial Mexicana-087-ECOL-95 la zona de almacenamiento
temporal de este tipo de basura debe cumplir con ciertos requisitos: estar
separada de pacientes, visitas, salas de espera, cocinas, instalaciones
sanitarias, áreas de esparcimiento, oficinas, talleres y lavandería.
Además, el lugar debe estar techado,
tener ubicación sin riesgo de inundación y restringir el acceso a personal no
autorizado; contar con extintores de acuerdo al riesgo asociado, señalamientos
y letreros alusivos a la peligrosidad de los mismos; finalmente, debe
verificarse que no existan conexiones con drenaje en el piso, como válvulas o
juntas de expansión.
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