06:00 hrs. Abril 16 de 2003

 

Boletín UNAM-DGCS-284

Ciudad Universitaria

 

Pies de fotos al final del  boletín

 

 

 

PROBLEMAS DE DESNUTRICIÓN EN 46.4% DE NIÑOS MEXICANOS: LETICIA PARRA-GÁMEZ

 

·        Los niveles más altos se registran en Oaxaca, Guerrero, Yucatán, Campeche, Puebla y Chiapas, indicó la profesora de la Facultad de Medicina de la UNAM

·        El desarrollo del individuo depende de manera directa de las condiciones de nutrición durante la gestación y el periodo posnatal, precisó

 

Mientras que en los países en desarrollo la desnutrición infantil fue de 33% en el año 2000, en México los niños con este padecimiento o que alguna vez lo sufrieron es de 46.4%, afirmó Leticia Parra-Gámez, académica de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.

 

En la actualidad, los niveles más altos de desnutrición se registran en los estados de Oaxaca, Guerrero, Yucatán, Campeche, Puebla y Chiapas, en tanto que es menor el número de casos en Sonora, Baja California, Durango y Jalisco, destacó.

 

La población mexicana, mencionó la especialista, se considera como de alto riesgo porque se sabe que sufre una desnutrición importante desde hace mucho tiempo, la cual afecta principalmente a los menores.

 

El desarrollo del individuo, explicó, depende de manera directa de las condiciones de nutrición durante la gestación y el periodo posnatal, lo cual significa que la baja o deficiente calidad de la dieta en dichas etapas del desarrollo puede provocar alteraciones tanto en la organización del sistema nervioso como en la constitución de diversos órganos y esto, a su vez, puede persistir hasta la edad adulta.

Se sabe, puntualizó, que cuando estas personas tienen entre 35 y 40 años regularmente llevan una dieta basada en calorías y lípidos, razón por la cual no tienen balance en los nutrientes que ingieren. Esta situación está asociada con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y de diabetes.

 

Por lo general, la desnutrición afecta el desarrollo escolar de las personas, el cual suele ser muy inferior al deseado en esos casos. Esto, a largo plazo, limita sus habilidades laborales, sostuvo la especialista en neuroanatomía.

 

En el caso de los menores, continuó, la desnutrición –la cual puede depender de la disponibilidad de alimento, de la educación o de las costumbres sociales– se manifiesta a través de alteraciones importantes en lo fisiológico, así como en el desarrollo y en el manejo de la energía.

 

Un niño en esta circunstancia –abundó- puede presentar diversos tipos de desnutrición como marasmo o kwashiorkor, causa de problemas de piel muy seca; disminución considerable de talla y peso; cabello escaso, sin brillo y quebradizo; ojos hundidos; pasividad o falta de vigor para realizar actividades; trastornos de la coordinación muscular y del lenguaje, así como disminución de la capacidad cognoscitiva.

 

Pese a lo anterior, subrayó, se ha visto que el individuo desnutrido se adapta a la restricción de nutrimento mediante un lento aumento de peso corporal, sobre todo en los periodos tempranos de desarrollo; esto es, de alguna manera es capaz de ajustar su metabolismo a la deficiente disponibilidad de alimentos.

 

Aunque desnutrida, una persona crece, se desarrolla y reproduce; por ello –anotó- en la actualidad se está trabajando con el hipotálamo, ya que éste regula muchas actividades del cerebro con el propósito de lograr un equilibrio en el funcionamiento del mismo.

 

A través de experimentos con animales, precisó, queremos entender cómo puede llegar a adaptarse esta área cerebral para superar la desnutrición y cumplir así dicha homeostasis.

 

Al trabajar en esta línea, coordinada por la académica universitaria, Carolina Escobar Briones, “también queremos conocer cuáles son las alteraciones que provoca la desnutrición sobre el cerebro. De esta manera, estaríamos en la posibilidad de proponer estrategias que le permitan al desnutrido resolver problemas cotidianos”, apuntó.

 

Finalmente, la investigadora comentó que la educación, el ejercicio y un buen manejo de la dieta son formas de prevenir este padecimiento y, con ello, todos los problemas de salud pública derivados del mismo.

 

 

-o0o-

 

 

 

 

PIES DE FOTO

 

FOTO 1

 

El desarrollo del individuo depende de manera directa de las condiciones nutrición que haya tenido durante la gestación y el periodo posnatal, afirmó Leticia Parra-Gámez, académica de la Facultad de Medicina de la UNAM.

 

FOTO 2

 

En los menores, la desnutrición se manifiesta a través de alteraciones fisiológicas importantes, en el desarrollo y en el manejo de la energía, sostuvo Leticia Parra-Gámez, de la FM de la UNAM. La acompaña la académica Carolina Escobar Briones.