Boletín UNAM-DGCS-236
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Universitaria
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final del boletín
DEMANDAN ESPECIALISTAS
COOPERACIÓN INTERNACIONAL PARA RESOLVER CRÍMENES DE INTERNET
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Richard Downing, del Departamento de
Justicia de Estados Unidos, dijo que las leyes deben proteger la privacidad de
los ciudadanos, pero a la vez deben salvaguardar la procuración de justicia
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En el Congreso Seguridad en Cómputo,
organizado por la UNAM, comentó que Internet no tiene límites y las
transgresiones se pueden llevar a cabo en un territorio y dañar muchos otros
Para resolver crímenes que se cometen por
Internet, las leyes en los países deben estructurarse de forma que se pueda
juzgar a los culpables de realizarlos. Se requiere también crear mecanismos de
cooperación entre las naciones, aseguró Richard Downing, del Departamento de
Justicia de Estados Unidos.
El integrante de la sección de Crímenes
Computacionales y de Propiedad Intelectual de dicha dependencia refirió que con
ese tipo de delitos se enfrenta el problema de la jurisdicción, "porque
Internet no tiene límites" y las transgresiones se pueden llevar a cabo en
un territorio y dañar muchos otros; por ejemplo, los fraudes que se cometen en
Nigeria y afectan a mexicanos.
En el marco del Congreso Seguridad en cómputo,
organizado por la UNAM mediante la Dirección General de Servicios de Cómputo
Académico y la empresa Microsoft, explicó que existen tres tipos de crímenes
relacionados con las computadoras: cuando se utilizan como herramienta para
cometer pornografía infantil, extorsión y fraudes (los cuales ahora se efectúan
de manera más fácil y a costos menores que antes).
Otro más es cuando estas máquinas se usan como
dispositivo de almacenamiento de información de, por ejemplo, narcotraficantes.
En este caso, es necesario decodificar la evidencia para acusar y poder juzgar
a quien infringe la ley mediante este tipo de faltas.
La tercer forma de transgresión cibernética se
da cuando la computadora es, en sí misma, objetivo del delito. El prototipo de
estos infractores son los hackers, quienes tienen acceso no autorizado a
máquinas para obtener información o bien para difundir virus informáticos.
"Este es el núcleo de lo que nos interesa en mi sección".
Refirió que en 1998 se registró el caso
conocido como Solar Sunrise, referido a una intrusión en las computadoras del
ejército estadounidense, cuyos ataques iniciales provenían de Texas y se
dirigían a diferentes bases aéreas en otros estados de la Unión Americana.
Para resolverlo, se rastreó la fuente del
problema. Se obtuvo una orden legal en un tribunal para recolectar el tráfico
de dos cuentas relacionadas con los ataques, las cuales fueron localizadas en
California. Se trataba de dos adolescentes dirigidos por un experto de 20 años
que vivía en Israel. Con ayuda de la policía de este país se detuvo al responsable,
quien confesó y fue juzgado.
Richard Downing expuso que los legisladores
deben tratar de hacer leyes que se apliquen a los crímenes "en
línea"; es decir, si una conducta es ilegal en el mundo real también debe
serlo cuando se comete en las computadoras. En Estados Unidos, por ejemplo, el
fraude por Internet no requiere de nueva legislación, sino que la existente,
relacionada con el cable (televisión), se aplica a esta modalidad.
El acceso ilegal a un ordenador representa, en
sí mismo, una infracción que debe ser castigada; pero la pena debe ser aún
mayor si, además, se accede a información privada, se elimina o si se daña la
integridad del sistema.
Respecto a la privacidad, el abogado mencionó
que ésta es un derecho humano. Por mencionar un caso, es garantía para llevar a
cabo negocios sin que los planes se revelen públicamente. En ese sentido, la
invasión gubernamental de las comunicaciones electrónicas podría entrar en
contradicción con los valores democráticos de la sociedad.
Empero, debe haber algún rango de capacidad
para que los funcionarios de procuración de justicia obtengan información
privada que les permita investigar los crímenes e impedir que se sigan
cometiendo.
Por ello, abundó, se debe asegurar mediante
mecanismos definidos que el gobierno no sobrepase ciertos límites. En Estados
Unidos, para salvaguardar de intrusiones gubernamentales a la privacidad, sólo
se puede intervenir una línea o comunicación en caso de un crimen "muy
serio", y para ello tiene que demostrarse que es el último recurso con el
cual será posible obtener la evidencia necesaria.
Así, finalizó Downing, las leyes tienen que
proteger a los ciudadanos, pero a la vez deben salvaguardar el ángulo de
procuración de justicia, dándole a ésta el suficiente rango de acción para
investigar los crímenes.
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FOTO 1
Es necesario
estructurar la forma de poder juzgar a quienes cometan crímenes por Internet,
pues sólo de esta forma será posible resolver este tipo de ilícitos, señaló
Richard Downing, del Departamento de Justicia de Estados Unidos.
FOTO 2
Richard Downing, del Departamento de Justicia de
Estados Unidos, participó en el Congreso Seguridad en cómputo, organizado por
la UNAM a través de la Dirección General de Servicios de Cómputo Académico.