Boletín UNAM-DGCS-181
Ciudad Universitaria
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Cada vez son más los grupos que proclaman su adhesión al proceso
de cambio que se vive en Venezuela
·
Los sectores privilegiados del país consideran que Hugo
Chávez los perjudica ya que, aseguran, predica una transformación a favor de
los sectores populares
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A pesar de que los antiChavistas están en
contra de la actual política en Venezuela, nunca han planteado cambiar la
Constitución porque reconocen sus avances
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La democracia dejó de ser representativa y ahora es
participativa, porque el pueblo está llamado a ejercer esa facultad política
La situación actual de Venezuela es de polarización, pues
sus habitantes se encuentran ubicados en dos bandos de acuerdo a su ideología:
los Chavistas y los antiChavistas, señaló Lino Martínez, embajador de la
República Bolivariana de Venezuela.
Los primeros –personas humildes, discriminadas,
explotadas– conforman un movimiento cuyo líder es Hugo Chávez y desean que
cambien las estructuras tradicionales en el país.
Destacó que dentro de este sector social mucha gente ha
ganado en conciencia política, ha desarrollado sus criterios ideológicos y cada
vez son más los grupos que proclaman su adhesión al proceso de cambio que vive
esa nación.
Los segundos tienen como objetivo sacar al presidente
Hugo Chávez del poder. Lino Martínez explicó que en 2002 fue expulsado de la
administración por los antiChavistas; sin embargo, el ejército retomó los
cargos de dirección ocupados por los sectores participantes en ese golpe y
reinstaló al mandatario en la presidencia de la República.
Anotó que las esferas sociales privilegiadas de Venezuela
consideran que el actual presidente perjudica sus intereses ya que, aseguran,
predica una transformación a favor de los sectores populares para eliminar las
desigualdades y restablecer los derechos que debe tener todo el pueblo.
En la conferencia magistral “Venezuela: situación
actual”, apuntó que la situación política que vive el país actualmente surge al
finalizar la última dictadura militar de 1958, cuando Marco Pérez Jiménez tuvo
que abandonar el país precipitadamente. En ese año se restablecieron las
libertades públicas, surgió el concepto de democracia, se reactivaron algunos
partidos políticos, e inició lo que comúnmente se llama la democracia
representativa.
A través de esos mecanismos políticos se esperaba que se
subsanaran las desigualdades de la sociedad venezolana. Cuarenta años después,
observó, vemos que no fue así; hubo una dictadura de partidos, quienes al
llegar al poder ocuparon los principales cargos de la administración pública y
eran identificados con los sectores privilegiados. El voto de la democracia
representativa llevó al poder a gente que nunca cumplió sus promesas y
obligaciones con los electores.
Indicó que en los años 80 se percibía el desprestigio de la
democracia y se le denominaba representativa únicamente porque la propia
constitución la define de esta forma: “la soberanía reside en el pueblo, quien
la ejerce a través de su voto”, pero no sucedió así. Esta situación provocó un
alto índice de abstencionismo en las elecciones, así como desprestigio de los
líderes y partidos.
Añadió que un mes después de que Carlos Andrés Pérez
tomara posesión por segunda ocasión, en 1989, se produjo un levantamiento en
Caracas y otras ciudades de Venezuela, al que se llamó el “Caracaso”. El pueblo
salió a la calle dispuesto a cobrarse los engaños de los que había sido
víctima; el único que pudo controlar la situación fue el ministro de la defensa
con el apoyo del ejército.
Ese alzamiento popular, continuó, reveló que el pueblo no
estaba dispuesto a seguir tolerando el comportamiento de sus dirigentes, sus
presidentes y sus partidos políticos. De 1989 a 1992 se preparó un golpe de
Estado lidereado por Hugo Chávez, quien con el apoyo de su grupo intentó tomar
el poder, objetivo que logró en varios
sitios del país, excepto en Caracas. Carlos Andrés Pérez pudo escapar.
Hugo Chávez cayó preso y fue presentado en los medios de
comunicación para que llamara a sus compañeros a entregar las armas con el fin
de parar el derramamiento de sangre. Sin embargo, el discurso de Chávez tuvo
tal impacto que se ganó la simpatía del pueblo venezolano, la cual le aseguró
el liderazgo que hoy ejerce.
En ese discurso Chávez aceptó ser el jefe de ese golpe y
dijo que su movimiento aún no había logrado alcanzar los objetivos propuestos;
esto le garantizó la autoridad política y moral que se necesitaba en esos
momentos en Venezuela, precisó el embajador.
Carlos Andrés Pérez fue derrocado por sus propios
compañeros de partido y no concluyó con su periodo presidencial; en su lugar se
designó a Ramón J. Velázquez para que completara la gestión constitucional
hasta 1993. Posteriormente Rafael Caldera reunió a los sectores de la izquierda
y fundó otro partido, con el que llegó a la presidencia.
El diplomático relató que, en su campaña, Caldera
prometió liberar a los alzados -los golpistas- entre ellos a Hugo Chávez,
ofrecimiento que cumplió. De esta manera Chávez empezó una campaña política por
todo el país y su popularidad aumentó. Prometió cambiar la Constitución con el
consentimiento del pueblo venezolano porque sólo así, aseguró, se facilitaría
que el pueblo ejerciera su soberanía. Cuando es electo empieza a cumplir lo
prometido.
Lino Martínez destacó que se convocó a una Asamblea
Constituyente y se elaboró una nueva Constitución que define, entre otros
puntos, que la soberanía reside en el pueblo, pero es intransferible: “cuando
uno vota está otorgando el ejercicio de la soberanía a quien resulta electo, de
esta manera la democracia deja de ser representativa y se le denomina
participativa, porque el pueblo está llamado a ejercer esa facultad política”.
Abundó que a pesar de que los antiChavistas están en
contra de la política actual, nunca han planteado cambiar de nuevo la
Constitución porque reconocen los adelantos que se plasmaron allí y también que
el pueblo respaldó masivamente estas transformaciones. Chávez comienza a
proponer leyes para ejecutarla y el Congreso las autoriza.
Manifestó que todo esto es la base de la polémica que hoy
existe en Venezuela: existe un gobierno empeñado en introducir los cambios que
le interesan al país en su conjunto, pero los sectores más poderosos consideran
que está dirigido contra sus intereses, sus derechos, las prácticas
tradicionales y que eso beneficia únicamente a los sectores populares.
Concluyó: “los grupos que están en contra del mandatario
quieren que salga Chávez de la presidencia porque creen que así se va a frenar
el proceso; pero si lo sacan del poder, la reacción del pueblo va a ser
estruendosa y quién sabe hasta donde lleguen las medidas que éste aplique directamente en ejercicio del
poder”.
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FOTO 1
Lino Martínez, embajador de la República
Bolivariana de Venezuela, señaló que los grupos que están en contra del
presidente Hugo Chávez nunca han planteado cambiar de nuevo la Constitución
porque reconocen los adelantos plasmados en ella.
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2
Lino Martínez, embajador de la República
Bolivariana de Venezuela, dijo que existe un gobierno empeñado en introducir los
cambios que le interesan al país en su conjunto, pero los sectores más
poderosos consideran que están dirigidos contra sus intereses y derechos.