06:00 hrs. Marzo 09 de 2003


Boletín UNAM-DGCS-174

Ciudad Universitaria

 

 

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AUMENTÓ EL CONSUMO DE DROGAS ENTRE LOS ADOLESCENTES DEL DISTRITO FEDERAL

 

·        Se incrementó de 5 a 5.8 % el consumo de mariguana en los jóvenes de 12 a 17 años de edad del Distrito Federal de 1997 a 2000

·        Las fiestas y discotecas son los espacios más utilizados por los adolescentes para ingerir bebidas alcohólicas

·        Más del 5 % de la población de entre 12 y 65 años de edad  ha consumido drogas alguna vez en su vida

 

El consumo de mariguana y cocaína entre estudiantes de educación media y media superior en el Distrito Federal se ha incrementado en años recientes; los jóvenes de entre 12 y 17 años son el sector más vulnerable, aseguró Jorge Villatoro, investigador titular del Instituto Nacional de Psiquiatría (INP).

 

Indicó que actualmente los adolescentes utilizan más los estupefacientes, principalmente los psicoactivos como la mariguana y la cocaína; esta última mantiene su pendiente en ascenso entre los jóvenes, aunque sigue siendo la droga de mayor consumo después de la primera.

 

En la conferencia “El panorama epidemiológico de las adicciones”, realizada en la Unidad de Seminarios “Dr. Ignacio Chávez”, informó que el empleo de mariguana en este sector de la población aumentó de 5 a 5.8 % de 1997 al 2000,  en tanto que el uso de la cocaína pasó de 1.6 % en 1993 a 5.2 % para 2000. 

 

En cuanto a la frecuencia con que  beben alcohol, destacó que uno de cada 5 adolescentes entre los 12 y los 17 años muestran una ingestión excesiva – 5 copas o más por ocasión – una vez al mes; sin embargo, a pesar del riesgo que implican dichos hábitos, este tipo de bebedores no solicita ayuda profesional.

 

En su ponencia, presentada en el marco del III Coloquio Internacional Sobre Prevención y Tratamiento de Conductas Adictivas, organizado por la Facultad de Psicología, apuntó que los lugares donde acostumbran beber son  principalmente fiestas (58%) y discotecas (23%); le siguen el hogar (18%), restaurantes-bar (13%), estacionamientos públicos (4%) y, finalmente, la escuela (2%).

 

Esto es muy problemático, dijo, ya que las cifras nos permiten ver cómo los centros de diversión donde supuestamente se prohibe la entrada a menores, son frecuentados por jóvenes que aún no cumplen la mayoría de edad. Las reglas se violan doblemente, pues también se les venden alcohol y cigarrillos dentro de estos lugares.

 

“Estamos viviendo una transición generacional y un impacto cada vez menor del papel de la familia; la población de esta edad es más vulnerable al consumo de sustancias lícitas e ilícitas en comparación con generaciones anteriores, que tuvieron otra formación y otro tipo de relación con sus padres.”

 

Explicó que los factores que influyen o que agudizan el problema del consumo de drogas son diversos. Entre ellos están la falta de organización social, de compromiso con una causa y de interés en los demás, lo que provoca que se resquebrajen las estructuras que tradicionalmente los protegían. Esto repercute en un aumento en el uso de sustancias y, por consiguiente, en delincuencia.

 

Señaló como otras causas de este fenómeno la transición social que estamos viviendo, el cambio de relaciones entre la familia, el propio sistema de producción que tiene mayores exigencias; además, muchos adolescentes pasan gran parte de su tiempo solos, debido a que las madres han tenido que salir a trabajar para ayudar a la economía del hogar.

 

Además, esta población se encuentra en una etapa de búsqueda de identidad y en ese proceso el adolescente llega a distanciarse de la familia. Muchas veces no existe una interacción efectiva entre los miembros que la componen, no hay acercamiento; con ello, hay más posibilidades de que el joven se identifique con modelos negativos.

 

Para atacar esta problemática, aseveró, debemos enfocarnos a las acciones de prevención a través de programas para niños y padres;  a estos últimos, debemos dotarlos de herramientas que les permitan  mayor contacto con sus hijos, enseñarles cómo se puede llevar a cabo una buena comunicación.

 

En cuanto a la población en general, estudios como la Encuesta Nacional de Adicciones (ENA) de 1998 han permitido observar que el consumo de drogas ilícitas en México ha aumentado considerablemente. Ejemplo de ello es que en la comparación de los datos de la ENA de 1993 con la de 1998, la prevalencia de usuarios    –entre 12 y 65 años de edad– que probaron sustancias ilícitas “alguna vez en la vida”, se elevó de 3.90% a 5.27%.

 

 

 

 

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Jorge Villatoro, del Instituto Nacional de Psiquiatría, ofreció la conferencia El panorama epidemiológico de las adicciones, en la Unidad de Seminarios “Dr. Ignacio Chávez”.