Boletín UNAM-DGCS-144
Ciudad Universitaria
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DEBE MÉXICO REVALORAR SU VOTO ANTE LA ONU, POR LAS CONSECUENCIAS QUE ELLO PROVOCARÍA: JOSÉ LUIS VALDÉS
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El
director del CISAN dijo que nuestro país depende de manera sustancial de Estados
Unidos en casi todos los rubros, por lo que defiende y defenderá sus intereses
en función de ello
·
Reconoció
que México recibe y recibirá presiones ante su voto en el Consejo de Seguridad
·
Georgina
Sánchez aseguró que lo peor que podría hacer nuestro país es abstenerse de
votar en la ONU
México enfrentará consecuencias, como toda acción política que se precie
de serlo, como resultado de su voto ante el Consejo de Seguridad de la
Organización de Naciones Unidas, por lo que en los próximos días deberá revalorar
su postura en función de ello, aseguró José Luis Valdés-Ugalde, director del
Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN).
Explicó que nuestro país depende de manera sustancial de Estados Unidos
en casi todos los rubros de la economía y la política nacionales, por lo tanto,
defiende y defenderá sus intereses en función de esto, por lo que “sí recibe y
recibirá presiones ante su voto”.
Al participar en la mesa redonda Seguridad mundial y los riesgos de la
democracia: el conflicto y el orden internacional, organizada por el CISAN,
opinó que “el fantasma del americanismo ronda de nuevo México, y determina
sensiblemente las posibilidades de una política consistente y congruente con
planteamientos programáticos anunciados por el actual gobierno”.
Señaló que ante el inminente conflicto con Iraq, con su discurso el
gobierno de México podría estar poniendo en evidencia una capitulación ante su
ruptura con la política exterior tradicional planteada desde el comienzo de la
actual administración y mandando señales a los sectores nacionalistas
tradicionales y de paso a la clientela electoral, de que este es un giro de 180
grados en su plan estratégico de cambiar su política exterior.
Ello –abundó- puede traer implicaciones serias para la democracia
mexicana y para las elecciones de este año si atendemos a que este discurso
pacifista, a su vez, ha levantado expectativas crecientes entre sectores
políticos y de opinión que quizá no se cumplan cuando se vote en el Consejo de
Seguridad.
O bien, México también estaría cometiendo un error al suponer que su
voto deberá ser neutro, y con ello poder salvar la relación de alineamiento que
existe con Estados Unidos. “De ser así, el jefe del Ejecutivo estaría
cometiendo un primer y único error, por ahora, el declararse y actuar como
pacifista a costa de lo que fuera ante la inminencia de un conflicto armado”,
dijo el director del CISAN
Esto tiene dos vertientes: por un lado un jefe de Estado está obligado a
mantenerse alerta ante el conflicto y la guerra, su obligación es proveer de
información a la población de los diversos escenarios del conflicto, así como
también las soluciones posibles.
Por el otro, aunque es válido y legítimo asumir una posición ideal por la
paz, el posicionamiento del jefe de Estado mexicano se confunde en tiempos y
conceptos.
En el Auditorio “Mario de la Cueva”, Valdés-Ugalde comentó que desde
antes de y desde el fin de la Guerra Fría, y en particular a partir del 11 de
septiembre, el orden mundial ha carecido de mecanismos sólidos para contener
conflictos regionales o locales.
Más aún, agregó, instancias internacionales como la ONU quedaron
atrapadas en una inercia política en la cual la hegemonía de Estados Unidos es
el componente más determinante de profunda contradicción institucional, pero
también el dato político más importante que influye e influirá en el curso de
la legitimación próxima que tenga la resolución en el Consejo de Seguridad.
Por su parte, Georgina Sánchez, de la empresa Asesores Internacionales,
aseguró que lo peor que le pudiera ocurrir a México es abstenerse de votar en
el Consejo de Seguridad de la ONU; “sería el peor de los errores que pudiera
cometer nuestro país, toda vez que intenta tener un peso específico en las
relaciones mundiales”.
Este es un momento clave que determinará la nueva configuración
internacional, y abstenerse es simplemente irresponsable ante este conflicto.
México ganará si se responsabiliza, si opta por el sí o por el no tendrá que
explicar por que, pero ya no se vale la política de “quito miro”.
En tanto, José Luis Piñeyro, académico de la Universidad Autónoma
Metropolitana, campus Azcapotzalco, comentó que a raíz de los actos terroristas
del 11 de septiembre se ha producido un cambio radical en la agenda mundial.
Hay una evidente tendencia al predominio de la seguridad del Estado sobre la
del ser humano.
Aquellos actores nacionales o transnacionales como el crimen organizado,
el narcotráfico, la migración ilegal masiva van a ser objeto de combate
diferenciado por parte del Estado y en particular el terrorismo transnacional,
lo cual va en detrimento de la seguridad humana.
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Fotos 1 y 2
José Luis Valdés-Ugalde, director del CISAN, comentó que desde antes de
la Guerra Fría, y en particular a partir del 11 de septiembre, el orden mundial
ha estado desprovisto de mecanismos sólidos para contener conflictos regionales
o locales.
Foto 3
Analistas políticos, académicos, investigadores y especialistas participaron en la mesa redonda Seguridad mundial y los riesgos de la democracia: el conflicto y el orden internacional, organizada por el del Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la UNAM.