Boletín UNAM-DGCS-141
Ciudad Universitaria
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REIVINDICACIÓN
CON LA POLÍTICA EXTERIOR TRADICIONAL, EL DISCURSO PACIFISTA DEL GOBIERNO
MEXICANO
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José
Luis Valdés–Ugalde, director del CISAN, dijo que también son señales del cambio
en el plan estratégico de transformación del modelo exterior
·
La
obligación del Ejecutivo federal es prevenir a la población de los varios
escenarios del conflicto, dijo
·
Convocó
a no asumir posiciones deterministas ni fatalistas
Con su discurso pacifista, el gobierno de México podría demostrar una
reivindicación ante su ruptura con la política exterior tradicional planteada
al inicio de esta gestión, y mandar señales a los sectores nacionalistas, así
como a la clientela electoral, en el sentido de que “es un giro de 180 grados
en su plan estratégico de cambio del esquema exterior”, afirmó el director del
Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN) de la UNAM, José Luis
Valdés–Ugalde.
En el marco del Seminario “México ante la posible guerra en Irak”,
organizado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM,
explicó que dicha postura puede tener serias implicaciones para la democracia
mexicana, dado que -a su vez- este planteamiento ha levantado expectativas
crecientes entre sectores políticos y de opinión que es probable no se puedan
cumplir.
También, agregó, México podría cometer un error al suponer que su voto
tendría que ser neutro para salvar la relación ya existente de alineamiento con
Estados Unidos y, como consecuencia, el escollo de su fuerte presión. En este
sentido convocó a no asumir posiciones deterministas ni fatalistas, sino a
analizar los elementos recientes de la política exterior mexicana.
En su exposición, puntualizó que la obligación del Ejecutivo federal es
prevenir a la población de los varios escenarios del conflicto, así como de las
diversas soluciones posibles y, aunque es válido y legítimo asumir una postura
ideal por la paz, en la actuación del jefe de Estado mexicano se confunden
tiempos y conceptos.
Más adelante, Valdés–Ugalde subrayó que ante el probable reemplazamiento
de la resolución 1441 por otra auspiciada por Estados Unidos en el curso de los
próximos días, pareciera que México se debate, críticamente –como lo ha hecho
durante los últimos años–, sobre aspectos varios de su destino nacional. Entre
ellos, el de la democracia, así como su relación con otros Estados en el mundo,
dos temas que, por su importancia, no pueden ir separados.
Ante la aproximación de cualquier conflicto, señaló, la mejor salida, la
ideal, es tratar de evitar que suceda, porque para que éste se presente se
requieren varios actores involucrados: “así como no todo conflicto es evitable
no todo conflicto es necesario”.
Desde el fin mismo de la Guerra Fría y, en forma particular, desde 11 de
septiembre de 2001, planteó, el orden mundial ha estado desprovisto de
mecanismos para contener conflictos regionales o locales. Las instancias
internacionales correspondientes, como la ONU, han quedado atrapadas en una
inercia en la cual la hegemonía de Estados Unidos es el dato político y el
componente más determinante de la profunda contradicción institucional de las
mismas.
Debido a que Estados Unidos está amenazado en su seguridad nacional por
el terrorismo de Al Qaeda, estableció, tiene que buscar aliados entre los
países débiles y fuertes, así como reorientar sus esfuerzos hacia la
consolidación de lazos con la comunidad global.
Dijo que el poder militar como tal -y sin este apoyo de la comunidad
global- no resolverá y en cambio pondrá en peligro los objetivos del vecino del
norte, nación que está sumida en dicha paradoja y con el resto del mundo
Occidental y no Occidental involucrado.
En tanto, destacó Valdés–Ugalde, en México esta paradoja nos afecta e
impactará en el desarrollo de los acontecimientos mundiales. El que sea un
hecho histórico e irrebatible la pertenencia de nuestro país como miembro no
permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU -y frente al cual no deben
asumir posiciones deterministas ni fatalistas- exige que se analicen los
elementos que componen los momentos más recientes de la política exterior de
México ante el conflicto y con Estados Unidos.
Nuestra nación, resaltó, está involucrada en la paradoja del poder
estadounidense, porque depende de ese país en prácticamente todos los rubros de
la economía y la política; por lo tanto defiende y defenderá intereses
nacionales en función de esto.
Además, aseveró, ya se le presiona y esa situación se mantendrá ante su
voto; como en toda acción política, enfrentará consecuencias por su posición y
habrá de revalorar en función de esto su postura en los próximos días.
En su análisis, el titular del CISAN hizo hincapié en que “el fantasma
del americanismo y del antiamericanismo ronda de nuevo a México” y determina
las posibilidades de una política consistente y congruente con planteamientos
programáticos, enunciados con este gobierno.
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Foto 1
José Luis Valdés–Ugalde, director
del Centro de Investigaciones sobre América del Norte, dijo, en el marco del
Seminario “México ante la posible guerra en Irak”, que en su discurso
pacifista, el gobierno de nuestro país podría demostrar una reivindicación ante
su ruptura con la política exterior tradicional
Foto 2
El director del Centro de
Investigaciones sobre América del Norte, José Luis Valdés–Ugalde, participó en
el Seminario “México ante la posible guerra en Irak”, organizado por el
Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. Aquí, saluda al ex canciller
Bernardo Sepúlveda