16:00 hrs. Enero 27 de 2003


Boletín UNAM-DGCS-068

Ciudad Universitaria

 

Pies de foto al final del boletín

LOS ADELANTOS BIOTECNOLÓGICOS ENTRAÑAN BENEFICIOS Y RIESGOS PARA LA HUMANIDAD

 

·        La revolución en este campo podrá favorecer la propagación deliberada de enfermedades y la capacidad de modificar las funciones orgánicas de una persona: Dominique Loye

·        La utilización de armas biológicas puede sembrar terror entre la población civil; por ello, los Estados deben garantizar un control eficaz de las mismas, dijo durante una conferencia en el IIJ de la UNAM

·        El Comité Internacional de la Cruz Roja llama a reafirmar el compromiso de no usar agentes biológicos con fines hostiles

 

Los adelantos biotecnológicos suponen un enorme potencial que redundará en beneficio de la humanidad; sin embargo, éstos también entrañan riesgos de usos abusivos, aseguró Dominique Loye, asesor en Armas y Derecho Internacional Humanitario (DIH) Unidad Minas–Armas de la División Jurídica del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) Ginebra.

 

Señaló que los avances logrados con la revolución biotecnológica podrán favorecer el desarrollo y el empleo de armas biológicas en un conflicto armado, o su utilización para sembrar el terror entre la población civil. Además, la propagación deliberada de enfermedades y la capacidad de modificar las funciones orgánicas de una persona podrían resultar más fáciles, más baratas, con efectos más mortíferos y más difíciles de detectar.

 

 

Durante la conferencia “La humanidad y las armas químicas y bacteriológicas”, realizada en el Aula “Guillermo Floris Margadant” del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ), manifestó  que ante esta situación, el CICR hace un Llamamiento. Biotecnología, armas y humanidad, dirigido a todas las autoridades políticas y militares, para que reafirmen su compromiso con las normas del DIH que prohiben el empleo con fines hostiles de los agentes biológicos y garantizan un control eficaz de los mismos.

 

Explicó que el CICR tiene, entre sus objetivos, proteger y asistir a las víctimas de los conflictos armados y es por ello que este organismo se declara alarmado por el uso potencial de los grandes agentes biológicos con fines de destrucción.

 

Destacó que el Comité Internacional de la Cruz Roja exhorta a todas las instancias relacionadas a que asuman sus responsabilidades en este ámbito. En 1918, dicho comité lanzó un llamamiento -que sigue siendo de actualidad- en el que describe la utilización del veneno en la guerra como “bárbara invención que la ciencia está llevando a la perfección”, y realiza una protesta contra ese medio de combate que calificamos –dijo- de criminal.

 

Las normas existentes que instamos a respetar, expuso, se establecen en el protocolo de Ginebra de 1925, en el que se refrenda la prohibición general del empleo de gases tóxicos y se excluye el empleo de las armas bacteriológicas. Hoy, esta norma forma parte del derecho internacional consuetudinario, que es vinculante para todas las partes en todos los conflictos armados.

 

Añadió que en la Convención de 1972 sobre Armas Biológicas se reforzó sustancialmente esta prohibición, proscribiendo su desarrollo, la producción, el almacenamiento, la adquisición, la retención y la transferencia de armas biológicas.

 

Por lo que respecta a los nuevos descubrimientos en el ámbito de la biotecnología y las posibles amenazas terroristas, esta Convención abarca todos los agentes biológicos que no estén justificados para fines profilácticos, de protección u otros objetivos pacíficos, apuntó.

 

Es por ello que hacemos un llamado a las autoridades políticas y militares con el fin de que garanticen la fiel aplicación de estos tratados y establezcan mecanismos referentes a los adelantos científicos sobre biotecnología. 

 

“Nosotros proponemos el proyecto de una declaración sobre biotecnología, armas y humanidad, con el fin de instar a los Estados a que aprueben una declaración al más alto nivel político en la que refrenden su compromiso con las normas vigentes y respeten futuras acciones preventivas”.

 

Precisó que cada nación debe respetar estas normas. Además de los gobiernos, la tarea incumbe también a todas las personas, especialmente los militares, los científicos y los miembros de las profesiones médicas, así como a los profesionales de la industria farmacéutica y de la biotecnología.

 

 

 

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Foto 1

Dominique Loye, del CICR señaló que los adelantos de la revolución biotecnológica podrán favorecer el desarrollo y el empleo de armas biológicas en un conflicto armado.

 

Foto 2

Dominique Loye apuntó que el CICR hace un llamamiento a todas las autoridades políticas y militares para que reafirmen su compromiso con las normas del Derecho Internacional Humanitario (DIH) y no utilicen los agentes biológicos con fines hostiles.