Boletín UNAM-DGCS-0825
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LA ACTUALIZACIÓN
PERMANENTE Y TUTORÍAS EN EL BACHILLERATO, PROPONEN ACADÉMICOS
·
En la mesa “La pertinencia de la reforma
académica en el bachillerato” se habló de las analogías entre la ENP y el CCH
·
Menos burocracia, más rendición de cuentas y
eficientización de los recursos públicos en las universidades
·
Indispensable actualizar a la Universidad
Nacional de acuerdo con las exigencias del presente siglo, coinciden
profesores.
La actualización constante de la UNAM y su bachillerato, la
estimulación entre los modelos de la Escuela Nacional Preparatoria (ENP) y el
Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH), así como la posibilidad de instaurar
tutores en el nivel medio superior, se abordaron durante la mesa “La
pertinencia de la reforma académica en el bachillerato”, dentro del ciclo “El
debate por la UNAM”.
La Universidad, y particularmente el
bachillerato, tiene que actualizarse continuamente, como lo hace, pero sin
limitaciones y obstáculos; debe ser una acción permanente y no un acto
especial, dijo el ex director general de la Escuela Nacional Preparatoria,
Ernesto Schettino Maimone.
Consideró que el bachillerato de la UNAM, que
desde sus orígenes cumple con funciones de modelo educativo de carácter
nacional, no se limita a ser una institución que ofrece enseñanza media
superior ni a hacerlo de manera eficiente. Requiere dotar a los alumnos de
estructuras de conocimiento que les permitan el adecuado acceso a las ramas del
saber universitario.
José Arnulfo Iriarte, del CCH Vallejo, opinó que la reforma
académica implica la transformación de la UNAM en su conjunto, incluido el
bachillerato. Dijo que se pueden tomar medidas como la desburocratización de la
administración y la actualización de planes y programas de estudio, entre otros
aspectos.
Resaltó la existencia de modelos y formas de
enseñanza distintos en la ENP y el CCH, los cuales “deben desarrollarse,
emularse, complementarse entre sí y estimularse para el bien de la Universidad
Nacional Autónoma de México”. Además, la relación académica entre los
profesores, quienes tienen experiencias distintas en los métodos de enseñanza,
podría ser muy adecuada.
Olga Bustos, de la Facultad de Psicología
(FP), propuso instaurar tutores en el bachillerato, ya que así se rebasaría el
mero hecho de que un estudiante obtenga una calificación, para hacer un
análisis integral de su condición y mejorar su eficiencia mediante cursos
“remediales” y apoyos terapéuticos, culturales, etcétera. Para ello se requiere
capacitar a los profesores en este sentido y buscar la equidad entre hombres y
mujeres.
En el auditorio de la Dirección General de la
ENP, agregó que se debe sostener la postura de garantizar el carácter autónomo,
nacional, democrático, público, gratuito, laico y con libertad de cátedra de la
Universidad.
Finalmente, Rosamaría Valle Gómez, también de
la FP, se refirió a un análisis de los planes de estudio del bachillerato de
los dos subsistemas, la ENP y el CCH, en el cual se determinó la existencia de
analogías en la formación correspondiente a los dos primeros años de ese nivel
de estudios; empero, al llegar al tercero, ese perfil sólo es común en las
áreas físico matemáticas, y biológicas y de la salud.
“Queda en la indefinición cuál ha de ser el
perfil de egreso para estudiar una carrera del área de las ciencias sociales y
las humanidades, dicho de otra manera, qué debe saber como mínimo un alumno
egresado del bachillerato que cursará alguna de las carreras de esas dos
áreas”, finalizó.
Ante “el cambio de época” que vive México y
el mundo, las universidades públicas
deben abandonar los modelos burocráticos
y tener un enfoque institucional en el que prevalezca la legalidad en la actuación de las
autoridades; transparencia y rendición de cuentas; eficientización de recursos
públicos; apertura a la competencia, y eslabonamiento con los sectores
productivos, entre otros, afirmó el profesor de la Universidad Autónoma
Metropolitana, Luis F. Aguilar Villanueva.
Advirtió que en el pasado las universidades,
a semejanza de las prácticas del gobierno, favorecieron en su organización y
dirección formas “semiburocráticas y semicientíficas”.
Al dictar la conferencia “El gobierno, la
organización y la administración del bachillerato”, indicó que el cambio del
país y del mundo ha impactado en los estilos de organización de las
instituciones, donde la tendencia es hacia formas de dirección horizontales y no verticales; de
coordinación más que de subordinación; a la disminución de niveles de
jerarquización; la descentralización; la desreglamentación; la compactación de
unidades administrativas; la formación de equipos multifuncionales, y la
valoración de personal.
Indicó que las instituciones de educación superior deben ir
hacia la excelencia en el servicio, la apertura a la competencia, la
internacionalización, y a revolucionar los modelos de enseñanza.
Necesario continuar con la actualización en la UNAM
Ante los cambios vertiginosos de la sociedad
es indispensable actualizar a la Universidad Nacional de acuerdo con las
exigencias del presente siglo, aseguraron los participantes de la mesa redonda
“La estructura del gobierno y la legislación en el bachillerato”, celebrada en
la sala de audiovisuales del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH), plantel
sur.
El académico del CCH, Jorge Villamil Rivas,
reconoció que el actual marco jurídico universitario ofrece amplias
posibilidades para llevar a cabo diversas reformas y adecuaciones de manera
positiva y sin grandes sobresaltos. Las leyes y reglamentos vigentes deben ser
aprovechados, aunque merecen ser revisados por los expertos y por los
directamente involucrados en cada una de las dependencias de la institución.
Para hacer modificaciones hay que medir los
efectos y la correlación con los distintos subsistemas legislativos de la UNAM,
opinó.
Enrique Espinosa Suñer, profesor de la ENP,
consideró que se debe actualizar la norma universitaria a las exigencias
institucionales de este siglo.
Propuso incorporar en la legislación la
obligatoriedad de revisar periódica y permanentemente los planes y programas de
estudios, crear la Coordinación General del Bachillerato de la UNAM, e
incrementar de 15 a 21 el número de miembros de la Junta de Gobierno, y
conseguir el equilibrio en ésta, con la representación de las áreas que
comprenden la UNAM.
Arturo Martínez Camberos, también profesor de
la ENP, resaltó que en los últimos años la sociedad ha vivido cambios que hace
20 o 30 años eran francamente impensables, por lo que la UNAM y su bachillerato
no pueden ni deben abstraerse de esa dinámica ni pretender ser la excepción.
Por ello, resaltó, la UNAM debe llevar a cabo
un proceso de transformación responsable, comprometida y compartida, “porque la
Universidad es el más grande proyecto cultural de México después de la
Revolución de 1910”.
En su oportunidad, Aurora Arnaiz, profesora
emérita de la Facultad de Derecho, dijo que la familia educa mediante el
contacto directo con los hijos, desde que el niño nace hasta que se hace
adulto. Por ello, deben ser educados en el amor a la tolerancia, a la armonía,
a saber escuchar y a los valores éticos.
Agregó que cuando hay crisis en la familia,
en un país o en el mundo, de inmediato queda afectada la comunidad y la
sociedad política que es lo más importante que tiene el individuo, quien no es
nada si no está asociado.
En la Universidad Nacional las propuestas de
cambios o de transformaciones que se elaboran deben ser consecuencia de un
diagnóstico sólido de las problemáticas a resolver y al mismo tiempo de un
planteamiento acerca de las finalidades o características de la institución
deseada y factible, se planteó en la última sesión del ciclo “El debate por la
UNAM”.
María Elisa Celis Barragán, directora general
de Orientación y Servicios Educativos, dijo que ante una urgencia para generar
cambios que modifiquen el status quo, manifiesto en diferentes aspectos de la
vida universitaria, se plantean e incluso se llevan a cabo modificaciones en la
estructura administrativa, sin haberse presentado de forma adecuada los
objetivos o funciones institucionales derivados de diagnósticos y de las
necesidades de transformación.
En la mesa La organización y administración
del bachillerato, celebrada en el
auditorio de la Escuela Nacional Preparatoria, aseguró que una condición
fundamental para que el nivel medio superior cumpla con su misión, objetivos y
metas, es contar con una organización y administración eficiente adecuada a las
necesidades y exigencias de la realidad institucional y educativa demanda,
siempre supeditada a los objetivos académicos.
En su oportunidad, José Luis Galván Madrid,
profesor de la Facultad de Química, recordó que el bachillerato de la UNAM
sigue siendo la opción más buscada por los alumnos que concluyen la educación
media básica. La Universidad elige a los mejores, por lo tanto es importante
mantener el nivel de esos estudiantes. En la formación profesional, también
deben ser los primeros, los mejores.
Hoy no me es posible decidir -opinó- si tener
una preparatoria y un CCH formando el bachillerato es bueno o malo ¿será mejor
uno sólo, con esfuerzo integrado y suma de potencialidades, o dos alternativas
que enriquecen la formación? Tendrá que analizarse y decidirse, porque al ser
parte de esta casa de estudios impacta el desarrollo de la sociedad. Es
necesario revisar este y otros temas importantes.
Por su parte, Ana Ortiz Angulo, profesora del
CCH Naucalpan, explicó que el principal reto que enfrenta la Universidad es
atender la enorme cantidad de solicitantes de educación, lo cual la ha
transformado en una institución masiva. Este problema adquiere su verdadera
dimensión cuando se quiere responder a esta exigencia con calidad en la
enseñanza.
En el bachillerato es indispensable que los
profesores ayuden a formar conciencia en los jóvenes del mundo que los rodea,
estimulando su criterio político y social así como su interés por los problemas
nacionales y globales. Al mismo tiempo, la evaluación del trabajo académico
debe ser prioridad de las autoridades universitarias.
Por último, Isabel Gutiérrez Fúster,
académica del plantel 6 de la ENP, señaló que el bachillerato universitario
debe administrar sus recursos en beneficio de su comunidad para satisfacer el
interés público de la sociedad a la que pertenece.
Precisó que en la administración resulta
importante la planeación, pero aún más, la evaluación permanente de los
programas que se pretenden llevar a cabo. Es necesario poner en práctica y
actualizar los manuales de organización y procedimientos, y mantenerlos en plena
vigencia y oportunidad para que el gobierno y la administración de la
Preparatoria sea más expedita en beneficio del cumplimiento de sus fines
sustantivos, concluyó.
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Foto 1:
Ernesto Schettino Maimone, ex
director de la Escuela Nacional Preparatoria se pronunció a favor de que se
adecuen las estructuras de conocimiento para que los alumnos tengan un adecuado
conocimiento de las ramas del saber universitario. Le acompañan Olga Bustos y
Rosamaría Valle Gómez
Foto 2:
El catedrático de la UAM Xochimilco
Luis F. Aguilar Villanueva intervino en la segunda parte del ciclo de
conferencias “El debate por la UNAM”, realizado en la Casa Universitaria del
Libro. Dictó la conferencia “El gobierno, la organización y la administración del
bachillerato universitario”
Foto 3:
Académicos universitarios del CCH y
la ENP participaron en la mesa redonda “La estructura de gobierno y la legislación
en el bachillerato”, en el marco de “El debate por la UNAM, organizado por
la CECU. La reunión se realizó en el plantel Sur del CCH