Boletín UNAM-DGCS-0811
Pies de fotos al final del boletín
·
En los últimos 20 años, esta actividad
generó el 11% del empleo nacional, y su impacto repercute en 42 ramas de la
industria y de los servicios, agregó
·
Américo Saldívar Valdés, investigador de la
Facultad de Economía de la UNAM, destacó que los avances tecnológicos provocan
mayor desigualdad
·
Participaron
en el Primer Seminario "La
importancia de la investigación y del desarrollo tecnológico en el desarrollo
del país: distintos enfoques", realizado en el Instituto de Ingeniería
La industria de
la construcción en nuestro país se encuentra en una situación difícil y podría
continuar así en los próximos años, lo que resulta peligroso porque es uno de
los sectores más importantes de la economía, que en los últimos 20 años generó
el 11% del empleo nacional; impacta a 42 ramas de la industria y de los
servicios, y es motor del desarrollo, afirmó Alejandro Vázquez Vera, miembro
del Colegio de Ingenieros Civiles de México.
Al participar en el Primer Seminario "La importancia de la
investigación y del desarrollo tecnológico en el desarrollo del país: distintos
enfoques", organizado por la Academia de Ingeniería en el auditorio de la
Torre del Instituto de Ingeniería de la UNAM, Vázquez Vera dijo que el grado de desarrollo de una nación
está directamente relacionado con la infraestructura de que dispone, ya que no
es posible concebir un país con avances sin que tenga todos los servicios para
dar satisfactores a su población y lo necesario para que su industria se
fortalezca.
Sin embargo,
advirtió, dicha industria decreció durante el 2001 el 4.5%, por la
descapitalización y competitividad registrada en todo el sistema nacional.
Si la situación
continúa así, indicó, en el corto plazo podrían haber cambios drásticos, y
quienes no entren en este proceso corren el peligro de desaparecer.
Por ello,
propuso, es necesario invertir en investigación y desarrollo y buscar nuevos
esquemas que permitan la cabal participación de todos los interesados.
Pos su parte, Américo Saldívar Valdés, investigador de la Facultad de
Economía (FE) de la UNAM, advirtió que las tecnologías no siempre contribuyen
al desarrollo y al crecimiento económico, ya que en ocasiones aumentan la
inequidad y la mala distribución de la riqueza, pues sólo entre el 20 y el 25%
de la población disfruta de ella.
Sólo, agregó, se envían “los
agravios” a los sectores más desprotegidos y, en el caso de las naciones, a las
emergentes. Subrayó que los pobres tienen menor capacidad y posibilidades para
enfrentar estos efectos "perversos".
Además, los costos ambientales por
el crecimiento y progreso –insustentables- de los países del norte, resaltó,
los pagan las naciones del sur con una afectación y deterioro que ningún
acuerdo internacional logra erradicar.
Al dictar la conferencia
"Modernización, tecnología y antidesarrollo", recalcó que en las
naciones emergentes mientras mayor es el crecimiento, menor es la calidad
ambiental. Señaló que en las últimas décadas, la vulnerabilidad humana y de los
ecosistemas ha aumentado en forma dramática.
“El mayor deterioro ecológico no necesariamente ocurre en las áreas más
pobres y con alto crecimiento demográfico, sino las que presentan los niveles
productivos y tecnológicos más altos”, resaltó.
Por ello, finalizó, se requiere
crear una tecnoestructura adecuada para transformar los recursos naturales con
el óptimo de eficiencia, que permita maximizar la productividad primaria de los
ecosistemas.
-o0o-
Pies de foto
Foto 1
Alejandro Vázquez Vera, miembro del
Colegio de Ingenieros de México, manifestó que la industria de la construcción
se encuentra en situación difícil
Foto 2
A pesar de que las tecnologías son
motor del crecimiento económico, no
siempre contribuyen al desarrollo sino, por el contrario, aumentan la inequidad
y la mala distribución de la riqueza, advirtió el economista de la UNAM,
Américo Saldívar.