Boletín UNAM-DGCS-0790
ESTUDIAN EN LA UNAM EL USO DE LA
NICOTINA COMO ANTIDEPRESIVO
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René Drucker, coordinador de la
Investigación Científica de la UNAM, dijo que, según resultados iniciales, ésta
parece ser una alternativa a antidepresivos como la fluoxetina
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En los pacientes tratados con nicotina, los
resultados preliminares muestran una regularización de la actividad cerebral
Según estudios que se realizan en la
Universidad Nacional, la nicotina podría ser una alternativa si se usa como
antidepresivo, explicó René Drucker Colín, coordinador de la Investigación
Científica de la UNAM e integrante del Instituto de Fisiología Celular.
Al participar en el seminario Nicotina, sueño y
depresión, organizado por el Instituto de Investigaciones Biomédicas, el
investigador agregó que de acuerdo con
resultados preliminares del estudio que se realiza en su laboratorio, la
nicotina es una alternativa a antidepresivos como la fluoxetina, que en
consumos prolongados tiende a provocar el suicidio.
Mencionó que en la literatura especializada se
plantea la hipótesis de que los fumadores esconden una especie de depresión, y
que al consumir tabaco se automedican contra esa enfermedad, la cual produce
alteraciones del sueño.
Drucker Colín recordó que después de la
vigilia, cuando un animal duerme, tiene dos tipos de sueño: lento y de
movimientos oculares rápidos (MOR).
Cuando una persona padece depresión
ve afectado su sueño y la latencia del sueño MOR es muy breve. En sujetos normales
ocurre luego de 90 o 100 minutos de haber comenzado a dormir, en tanto que en
los depresivos ese lapso se reduce a 30 minutos. Los enfermos despiertan en la
madrugada y no pueden volver a dormir.
Desde hace dos años, refirió, se estudia a
largo plazo a una docena de pacientes con depresión severa para determinar los
efectos de la nicotina.
A los pacientes no fumadores y sin medicación
previa se les colocaron parches de nicotina cinco veces por semana durante los
primeros seis meses, después de lo cual se inició el periodo de abstinencia. En
el séptimo mes se les puso tres veces por semana, en el octavo una vez, y a
partir del noveno se les adhirió el parche sin nicotina.
En ellos la latencia del sueño MOR y su
calificación en la escala de Hamilton, utilizada para evaluar la severidad de
la depresión en el ámbito psiquiátrico y en la investigación
psicofarmacológica, mejora "enormemente" a partir del cuarto mes, la
cual persiste hasta ahora (mes 21). De ese modo, "en abstinencia de la
nicotina estos pacientes, podríamos decirlo, están curados, no tienen
depresión".
Se han realizado estudios de tomografía por
emisión de positrones (PET) en los pacientes con tratamiento antidepresivo con
nicotina, y han mostrado regularización de la actividad cerebral.
Desde hace algunos años, abundó Drucker, se
sabe que en el tallo cerebral hay un conjunto de células en el núcleo dorsal
del Raphe productor de la mayor cantidad de serotonina, compuesto inductor del
sueño.
Al estudiar los cerebros de animales se halló
que la nicotina aumenta la frecuencia de disparo de las células del núcleo y,
por lo tanto, hay un incremento importante de la liberación de serotonina.
Precisó que el mejor medicamento antidepresivo
es la fluoxetina o prozac, fármaco que permite que la seratonina permanezca por
más tiempo donde ha sido liberada, acción similar a la que, al parecer, produce la nicotina.
Drucker Colín manifestó que en otro experimento
se inyectó clorimipramina a ratas desde los 8 y hasta los 21 días después de
nacer; tres meses más tarde algunas se volvieron depresivas, disminuyeron su actividad sexual, fueron más
agresivas y se alteró su sueño, como sucede en los humanos. Éstas preferían
tomar alcohol que agua, pero al administrarles nicotina dejaron el alcohol,
porque ésta tiene un efecto antidepresivo.
Para finalizar, el Premio Nacional de Ciencias
1987 reconoció que aún falta mucho por saber acerca del sueño MOR, de la
depresión y de la nicotina, y los estudios realizados en colaboración con otras
instituciones deberán continuar para comprobar los primeros resultados.
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Pie de foto
René Druckrer, coordinador de la Investigación Científica de la UNAM, indicó que, según estudios que se realizan en la Universidad Nacional, la nicotina podría ser una buena alternativa como antidepresivo.