Boletín UNAM-DGCS-0782
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ÁMBITOS EXTENSOS
Y FECUNDOS DE CREACIÓN CULTURAL, EL DESIERTO Y LA FRONTERA
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El tema del desierto abre una amplia gama de caminos para el esfuerzo de
comprender la acción y el pensamiento humanos, afirmó Mari Carmen Serra Puche,
directora del IIA
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Olga Hansberg participó en la inauguración del “V Coloquio Paul
Kirchhoff. Desierto y frontera: una lectura antropológica de la historia”
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Se intenta enriquecer la interpretación sobre el uso y transformación
del espacio por parte de los grupos que han habitado el norte de México, indicó
Rafael Pérez Taylor
El desierto no es un paraje inhóspito y la
frontera no es una muralla infranqueable; por el contrario, se presenta como un
ámbito extenso y fecundo de creación cultural, un universo vivo cuya
comprensión plena permite leer, con ojos nuevos, incluso los viejos territorios
que creíamos más conocidos.
Tras décadas de avances conceptuales y cambios
filosóficos, al inicio del tercer milenio se reconoce lo anterior, aseguró Mari
Carmen Serra Puche, directora del Instituto de Investigaciones Antropológicas
(IIA) de la UNAM, durante la inauguración del V Coloquio Paul Kirchhoff.
Desierto y frontera: una lectura antropológica de la historia.
Dijo que en el debate sobre el desierto
adquieren nuevo significado las dicotomías que se creían firmes. "Términos
como contraste y continuidad, producción y apropiación, dinamismo e
inmovilidad, territorios y fronteras, deben ser imbuidos de un sentido nuevo
que permita ahondar en la complejidad de la experiencia social y plantear
nuevos senderos de estudio".
Acompañada por Olga Hansberg, coordinadora de
Humanidades, Serra Puche dijo que el tema del desierto abre una amplia gama de
caminos para el inagotable esfuerzo de comprender la acción y el pensamiento
humanos que la antropología se impone como tarea.
Al enfrentar los campos del desierto y la
frontera, recreamos las exploraciones de quienes hace más de un siglo fundaron
la etnología moderna. "Una vez más avanzamos, en lo físico y en lo
espiritual, hacia mundos que nos son extraños y traspasamos los límites de lo
cómodo y lo conocido; estamos en el ámbito natural de la reflexión
antropológica, que es la exploración de lo diverso".
Este coloquio, añadió, se propone dar nuevas
lecturas a un fenómeno para el que las herramientas metodológicas tradicionales
han resultado insuficientes y exigen creatividad e innovación.
Rafael Pérez Taylor, organizador del coloquio,
dijo que en antropología, cultura y entorno han sido ejes paradigmáticos para
comprender, en toda su complejidad, el fenómeno humano y la vida en sociedad.
La adaptación, los mecanismos de uso y
conservación de los recursos naturales, el aprovechamiento de los distintos
territorios, la historia de las sociedades y grupos, sus movimientos sociales,
así como las fronteras de los contextos culturales entre diversos grupos, son
temas que han atrapado la mirada antropológica.
Señaló que desde la perspectiva de las ciencias
antropológicas se intenta enriquecer la interpretación sobre el uso y
transformación del espacio por parte de los grupos que han habitado el norte de
México, considerando las características ecológicas del área, la geografía
política y la economía impuesta por los estados nacionales durante la Colonia y
la época contemporánea.
Investigaciones arqueológicas han comprobado
que los grupos pertenecientes a la cultura del desierto desarrollaron una
singular capacidad de adaptación a una geografía caracterizada por su extrema
aridez, hasta alcanzar elevados niveles de complejidad.
Asimismo, la lingüística ha establecido los
contactos culturales, a través de la lengua, entre los grupos de las distintas
regiones. La etnología y la antropología social han provisto de información,
aún insuficiente, de cómo han vivido y viven esos grupos.
Pérez Taylor aseveró que los habitantes del
desierto guardan en su memoria las estrategias de incursiones a través de
distintos hábitats, de la sierra a las costas y ríos, en los contextos del
desierto, migrando estacionalmente de las partes altas a las bajas. "La
complejidad alcanzada para sobrevivir en este medio nos enseña las claves
adaptativas que la humanidad busca para alcanzar una mejor convivencia entre
nuestra especie y las demás, con el entorno y entre los mismos seres humanos".
"La importancia del coloquio es establecer
una red de investigaciones sobre el desierto en los ámbitos nacional y mundial,
conjuntando el esfuerzo de valiosos investigadores", comentó.
Al inaugurar el evento, Olga Hansberg opinó que
una de las principales labores de la UNAM es el contacto que alienta entre sus
investigadores y sus pares de otras instituciones nacionales e internacionales.
Esta vinculación ha permitido que el trabajo universitario se retroalimente y
fortalezca a través de redes que propician el intercambio de ideas, conceptos y
nuevas metodologías, afirmó.
La UNAM ha establecido así, a lo largo de su
historia, múltiples espacios enfocados al análisis sistemático y al debate
puntual del conocimiento que en ella se genera, espacios que sin duda resultan
vitales para el trabajo de investigación.
Por último, dijo que el coloquio tiene como
objetivo hacer una revisión profunda de las circunstancias históricas y de los
factores que actualmente determinan el desarrollo de los grupos humanos
asentados en los desiertos y en las franjas fronterizas.
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Foto 1
Mari Carmen Serra Puche, directora del Instituto de
Investigaciones Antropológicas y Olga Hansberg, coordinadora de Humanidades, al
concluir la inauguración del “Coloquio
Paul Kirchhoff. Desierto y frontera: una lectura antropológica de la historia”,
realizado en la UNAM
Foto 2
La antropología, cultura y entorno, son ejes paradigmáticos para comprender la vida en sociedad, afirmó Rafael Pérez Taylor, organizador del “Coloquio Paul Kirchhoff. Desierto y frontera: una lectura antropológica de la historia”, que se realizó en el Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM