Boletín UNAM-DGCS-0778
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ESTABILIDAD, CONSECUENCIA DEL CORRECTO MANEJO DE LA ECONOMÍA NACIONAL: RANGEL DOMENE
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El presidente del Consejo Coordinador
Empresarial puntualizó que para potenciar la política económica, fortalecer el
mercado interno y lograr la competitividad se requieren reformas estructurales
fiscal y eléctrica
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Participó en el Seminario de “Economía
Financiera” que lleva a cabo el Instituto de Investigaciones Económicas de la
UNAM
El correcto manejo de la
política económica en México ha permitido evitar daños y mantener la
estabilidad, tasas de interés bajas y confianza de los inversionistas, entre
otros aspectos. Pero, para elevar el potencial de este modelo, fortalecer el
mercado interno y lograr la competitividad, se requieren las reformas
estructurales fiscal y eléctrica, afirmó el presidente del Consejo Coordinador
Empresarial (CCE), Héctor Rangel Domene.
Al participar en el Seminario
de “Economía Financiera” que realiza el Instituto de Investigaciones Económicas
(IIEc) de la UNAM, resaltó que el manejo disciplinado del esquema
macroeconómico propició un ambiente favorable en México que evitó una crisis
financiera durante la transición política de un gobierno a otro.
Puntualizó que la iniciativa
privada –prácticamente todas las asociaciones, cámaras y confederaciones de la
República Mexicana– no tiene dudas de cuáles son las reformas importantes para
el país: eléctrica y fiscal.
Ambas son fundamentales para
potenciar el crecimiento de la economía mexicana, mejorar la competitividad de
la economía, generar inversión y crear el millón 250 mil empleos que se
necesitan.
Para ello, sostuvo durante su
conferencia “Situación y perspectivas de la economía mexicana”, es
indispensable un esfuerzo enorme de inversión privada, pública y extranjera, en
diferentes sectores.
Luego de señalar que la
economía mundial se recupera de la recesión y empieza a amainar la volatilidad
reciente, sin que por ello haya acabado, expuso que la mexicana logró
mantenerse aislada gracias al blindaje, política que lleva a cabo el gobierno
actual en continuación de la iniciada en el régimen de Ernesto Zedillo.
En el Auditorio “Ricardo
Torres Gaitán” del IIEc, detalló que estos ajustes se presentan de una manera
ordenada debido a la disciplina fiscal monetaria y al flotante régimen
cambiario de México, lo que ha logrado absorber estas presiones de una manera
ordinaria.
En cuanto al riesgo–país,
dijo, se mantiene estable en comparación con lo que ha sucedido con otras
naciones de Latinoamérica como Brasil y Argentina, donde se disparó y tienen
que pagar una importante prima por financiarse niveles elevados.
Durante el evento presentado por
el director del IIEc, Jorge Basave, y moderado por la coordinadora del
Seminario, Eugenia Correa, el representante empresarial subrayó que hay
incidencia en las tasas de interés ni en las expectativas de inflación, lo cual
es fundamental para la estabilidad económica.
Sin embargo, indicó que con la
recesión se registraron impactos importantes sobre el sector real de la
economía: el productivo. En forma particular, en algunas ramas manufactureras
como la maquiladora, las cuales fueron las más afectadas por la caída de las
exportaciones a los Estados Unidos, lo que provocó la pérdida de fuentes de
empleo.
Reconoció que el comercio al
menudeo, es decir, las ventas al consumidor mexicano, siguen firmes y en
crecimiento; hay abundantes ofertas de financiamiento para la venta de bienes
durables como automóviles, computadoras o línea blanca.
La inversión productiva ya
empieza su recuperación, luego de un 2001 malo; el empleo ha caído aunque los
salarios reales crecieron porque se lograron negociaciones importantes, y la
productividad dejó de descender y se espera ascenso en cuanto se dé una mayor
consolidación del crecimiento económico.
En materia de finanzas
públicas, abundó Rangel Domene, aunque México mantiene el déficit fiscal, el
crecimiento se logró gracias a recortes necesarios para compensar la caída de
los ingresos por recaudación o por la baja del petróleo. Esta política
propició, además, un control sobre el gasto corriente.
La inflación, dijo, está bajo
control; el sector externo refleja también la estabilidad interna, y el grueso
de las importaciones se ajusta a la baja de las exportaciones.
Sobre el escenario que se
prevé para los próximos trimestres, el presidente del CCE apuntó que la
política monetaria del Banco de México ha estado restrictiva para controlar
posibles brotes inflacionarios, lo que permitió estabilidad en las tasas de
interés y el tipo de cambio que se mantiene en 9.80 pesos.
En el aspecto fiscal, añadió,
hay poco margen de acción. El gobierno tiene un déficit alto de 4% y está
dependiente de las actividades petroleras. Pero, la recaudación se empieza a
recuperar en forma paulatina.
Para el segundo semestre del
2002 comentó que se espera un repunte lento, pero sostenido. La economía tendrá
un mejor comportamiento en el tercer y cuarto trimestre del año, alrededor de
3.5 y 4% de crecimiento para que en el conjunto del año sea 1.7 y 1.8% del
Producto Interno Bruto.
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El manejo adecuado de la política económica mexicana ha permitido mantener la estabilidad, aseveró Héctor Rangel Domene, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, al participar en el Seminario de “Economía Financiera” que realiza el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.