Boletín UNAM-DGCS-0771
LA FES CUAUTITLÁN
IMPULSA LA PRODUCCIÓN DE OVEJAS LECHERAS MEDIANTE INSEMINACIÓN ARTIFICIAL
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Esta leche es considerada la mejor para la
elaboración de quesos
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En la FES Cuautitlán aplican un programa de
transferencia e inseminación para la obtención de ejemplares de raza pura
Investigadores de la Facultad
de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán de la UNAM aplican un programa de
transferencia e inseminación artificial de ovejas, con lo cual se amplían las
posibilidades de reproducir más ejemplares que proporcionen leche, considerada
la mejor para elaborar quesos.
Arturo Trejo González,
responsable de la cátedra "Reproducción y genética en ovinos y
caprinos" de dicha facultad, señaló que la presencia de ovejas lecheras en
tierra mexicana se inició apenas hace 10 años con la importación de embriones
de Canadá. El traslado, dijo, conlleva el riesgo de que éstos mueran en el
trayecto o que no consigan adaptarse.
En ese sentido, explicó que el
grupo de la FES ha optado por otra alternativa: "trasladar el semen de los
animales en cuestión y, por absorción, obtener primero ovejas de media sangre,
lo cual ya se consiguió, para después cruzar esos machos y lograr ejemplares de
tres cuartos de sangre, hasta llegar a la raza pura".
Mediante esta opción, añadió Trejo González, es posible
obtener ovejas lecheras en función de las condiciones del sitio donde se les
piensa ubicar. Las razas puras son animales pesados que requieren una buena
nutrición; sin embargo, en México no todas las zonas tienen suficiente alimento
para cubrir sus necesidades, por lo que no se puede introducir un animal que
exige mucha comida en donde ésta falta.
Indicó que habrá variedades
dependiendo de la zona geográfica, por ejemplo, en el desierto de San Luis
Potosí se recomiendan especímenes de media sangre, porque aunque el productor
obtendrá sólo 500 mililitros de leche al día durante cuatro meses en un año,
esta cantidad es redituable considerando que el queso de leche de oveja tiene
un mejor precio que el de cabra o vaca.
Para explicar las ventajas
económicas, ejemplificó que una borrega normal en el campo, que produce
corderos para barbacoa le deja al criador entre 400 y 600 pesos al año,
mientras que con la fabricación de queso de oveja, de manera artesanal, podría
obtener hasta tres mil pesos en el mismo lapso.
"Para que al ganadero le
convenga ordeñar necesita aumentar su ganado, y para tal efecto estamos
aplicando, tanto en la FES Cuautitlán como en ranchos, la inseminación artificial.
La meta es que en tres años contemos con machos puros, vender sementales o
continuar proporcionando el servicio de inseminación".
Comentó que en la actualidad
en la FES ya se ordeñan borregas y se piensa extender el programa a toda la
República Mexicana.
El catedrático universitario
apuntó que este tipo de inseminación es un proceso mediante el cual los gametos
masculinos son recogidos e introducidos de manera artificial en el tracto
genital de la hembra, a fin de conseguir la fecundación.
La puesta en marcha de este
proyecto, el cual coincidió con la apertura de la maestría en Producción ovina
y caprina de la FES, surgió de la necesidad de impulsar el desarrollo de estas
especies que para 1980 estaban relegadas por la poca importancia económica que
tenían.
Informó que varias entidades
de la República Mexicana ya han importado hembras, sobre todo de Australia,
pero no machos. Además, la adquisición
de éstos en el país es relativamente difícil, porque son escasos. También se
han abierto las fronteras a razas exóticas que además de caras son muy pocas y
se requiere el aprovechamiento de los machos para hacer más eficiente su
utilización.
Reconoció que a raíz de la
firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte su grupo de trabajo
comenzó a generar diversos instrumentos para efectos de la inseminación, de
bajo costo y fácil adquisición.
Algunos de ellos fueron los
electroeyaculadores, que sirven para obtener semen de un animal que no está
acostumbrado al manejo de los humanos; vaginas artificiales (tubos con agua
caliente que se utilizan para imitar las condiciones de la vagina de las
borregas y en las cuales eyacula el macho); vaginoscopios (tubos auxiliares
para observar el cerviz), con el propósito de pasar los instrumentos de
inseminación; así como pistolas inseminadoras.
Comentó que para la aplicación
de la técnica laparascópica (que permite inyectar directamente el semen en el
útero de las borregas, desarrollada en Australia), los insumos necesarios
fueron fabricados en la FES, con excepción del laparoscopio.
Así, aparte de validar la
tecnología que llega del exterior, la cual debe ajustarse a los protocolos
diseñados para los pequeños rumiantes y en general a las condiciones del campo
mexicano, "intentamos disminuir su costo con miras a que cualquier
productor pueda adoptar las técnicas”, finalizó Trejo González.
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