Boletín UNAM-DGCS-0768
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DENTRO DE UN MILLÓN DE AÑOS PODRÍA CAER UN GRAN METEORITO EN LA TIERRA
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El que cayó en Yucatán fue hace millones de
años, destacó Jesús Galindo, investigador del Instituto de Astronomía de la
UNAM
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Se cuenta con el tiempo, la ciencia y la
tecnología para desviarlos o destruirlos en caso necesario, afirmó
El choque de un gran
meteorito, como el que cayó en la Península de Yucatán hace millones de años y
que tuvo un diámetro de siete u ocho kilómetros, es tan poco probable que
podrían transcurrir un millón de años para que algo similar sucediera de nuevo,
señaló Jesús Galindo, investigador del Instituto de Astronomía de la UNAM.
Agregó que en el caso de que
los potentes radares que existen en el mundo detectaran que un meteorito de
tales magnitudes se podría impactar en la Tierra, se contaría con el tiempo, la
ciencia y la tecnología para desviarlo o destruirlo.
Recordó que el cráter del
sureste del país fue tapado por la sedimentación natural: una mitad se
encuentra en tierra y la otra en el mar. Se sigue investigando y una hipótesis
recurrente es que fue la causa de la extinción de los dinosaurios.
Jesús Galindo consideró que
las personas se podrían considerar afortunadas si pudieran estar presentes en
un evento de esa magnitud. Mas son fenómenos que no pueden ser determinados o pronosticados con precisión.
“Depende de muchos factores no controlables, por tanto, queda sólo la
información en términos de probabilidades”.
Explicó que cualquier cuerpo
celeste está sujeto a que le caigan otros objetos que se desplazan en el
espacio. La Tierra, por ejemplo, recibe diariamente toneladas de material
extraterrestre que para el grueso de la población del planeta pasa
completamente desapercibido porque no causa problemas.
Esto es un evento normal en el
universo. A nuestro globo terráqueo y a cualquier otro, apuntó, “les llegan de
todas partes partículas y objetos”, y la probabilidad de que suceda con
materiales de gran tamaño es muy baja.
Los objetos que chocan con la
Tierra son meteoritos, cuerpos diversos que pueden ser piedras, metales o una
mezcla de los dos; así como cometas, es decir, hielo con incrustaciones de
piedra o metal, y polvo.
La luna, añadió, tiene
apariencia de un terreno lleno de cráteres, los cuales son huellas de los
objetos que en ellas caen.
“Si nuestro planeta no tuviera
vida (agua, tierra, vegetación) tendría probablemente la apariencia de un
terreno bombardeado por meteoritos”, concluyó el especialista.
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PIE DE FOTO
Jesús Galindo,
del Instituto de Astronomía de la UNAM, indicó que es tan esporádica la caída
de un meteorito, como ocurrió en la Península de Yucatán hace millones de años
y que dejó un cráter de siete u ocho kilómetros de diámetro, que podría
transcurrir un millón de años para que algo similar suceda de nuevo.