06:00 hrs. Agosto 13 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0728

Ciudad Universitaria

Pies de fotos al final del boletín

 

 

TRABAJA EL 20% DE LOS JÓVENES DE ENTRE 15 Y 17 AÑOS

 

·        Marta Mier y Terán y Cecilia Rabell, del IIS de la UNAM, dijeron que en comunidades rurales es común que los jóvenes empiecen a trabajar a los seis o siete años

·        Alrededor del 70% de niños y niñas de entre 12 y 14 años concluye la escuela primaria

 

El 20% de los jóvenes de entre 15 y 17 años en nuestro país trabajan; los varones lo hacen más en actividades remuneradas, mientras que las adolescentes se dedican a labores del hogar.

 

Marta Mier y Terán y Cecilia Rabell, del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM, quienes desarrollan el proyecto "Familia, educación y trabajo infantil", señalaron que en comunidades rurales donde hay una actividad agrícola predominante es común que los jóvenes empiecen a trabajar a edades muy tempranas. Incluso, hay niños que comienzan desde los seis o siete años.

 

Cecilia Rabell comentó que lo anterior se debe a la pobreza en los hogares y a la falta de alternativas educativas. Al no contar con opciones de formación y desarrollo, niños y jóvenes tienen que laborar.

 

Mier y Terán dijo que en la actualidad el 70% de los niños y las niñas de entre 12 y 14 años concluye la primaria. De ellos, nueve de cada diez ingresan a la secundaria.

 

Agregó que son las niñas quienes concluyen en mayor proporción sus estudios. Se ha observado que ellas se atrasan menos en la escuela, lo que las ayuda a finalizar a tiempo.

 

Los niños, en cambio, se atrasan más pero tienen mayores posibilidades de seguir sus estudios.

 

Reconoció que hay múltiples desigualdades entre el medio urbano y el rural; sin embargo, en los últimos años esta situación ha disminuido. Ello se debe al incremento de la oferta de servicios educativos en el campo. Por ejemplo, en los años 60 la mayoría de las primarias se encontraba en extensiones urbanas. En las zonas rurales había pocas, y las secundarias más escasas.

 

La expansión de la educación primaria se abocó en las etapas iniciales a localidades urbanas, y después a las  rurales. El desarrollo de la educación secundaria fue más tardío: en zonas urbanas inició en los 70 y en las rurales hasta los 90, con el impulso de la telesecundaria.

 

Comentó que en los últimos años el país presenció un gran impulso del sistema de telesecundarias, gracias al cual la asistencia a secundaria, tanto de hombres como de mujeres, aumentó de manera notable. No obstante, en algunas localidades marginadas que tienen este sistema, en ocasiones se carece de televisión o antena, lo que empobrece la oferta educativa.

 

Señalaron que la edad media a la que niños y jóvenes empiezan a laborar ha ido en aumento, ahora lo hacen a una edad un poco más avanzada.

 

Explicaron que el atraso educativo entre niños y jóvenes depende de las horas que dedican al trabajo. Por ejemplo, quienes laboran hasta 20 horas semanales, cuatro diarias, presentan un desempeño escolar similar a quienes no lo hacen. En cambio, cuando la jornada laboral supera ese total, actúa en detrimento del aprendizaje.

 

"Por desgracia, con frecuencia las jornadas laborales de los pequeños son muy prolongadas, lo que provoca un efecto nocivo en su formación educativa", comentó Mier y Terán.

 

Sin embargo, reconoció, también hay casos en los que esta labor ayuda a los infantes a no dejar sus estudios, es decir, el hecho de que un niño obtenga ciertos ingresos le permite continuar sus estudios, comprar útiles y hacer los gastos que requiere para ello.

 

Además, desempeñar una actividad remunerada pocas horas le permite a niños y jóvenes seguir en el sistema educativo y no ser una carga para la familia, la que con frecuencia no tiene la posibilidad de destinar recursos a la formación de los hijos.

 

La investigadora universitaria opinó que el trabajo en una empresa familiar, durante jornadas largas, actúa también en contra del desempeño escolar. Así, concluyó, no importa tanto el tipo de inserción del niño en el trabajo, sea familiar o remunerada, lo fundamental son las horas que dedica a ello.

 

 

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PIES DE FOTO

 

Foto 1

 

Marta Mier y Terán y Cecilia Rabell, del Instituto de Investigaciones Sociales, aseguraron que en los últimos años la edad en la que los niños comienzan a trabajar en nuestro país ha aumentado

 

 

Foto 2

 

El trabajo infantil en una empresa familiar, pero durante jornadas largas actúa en detrimento del desempeño escolar de niños y jóvenes, señaló Marta Mier y Terán, del Instituto de Investigaciones Sociales

 

 

Foto 3

 

Cecilia Rabell, integrantes del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, opinó que la estructura familiar influye en la continuación de la educación de niños y jóvenes