Boletín UNAM-DGCS-0509
Ciudad Universitaria
![]() |
Pie de foto al
final del boletín
CUENTA LA UNAM
CON UN LABORATORIO DE FECHAMIENTO POR
CARBONO 14
·
Fue inaugurado en el Instituto de Investigaciones Antropológicas;
permitirá realizar diversos proyectos arqueológicos
·
Luis Alberto Barba, investigador del IIA, explicó que en el laboratorio
se aplicarán diversas técnicas de fechamiento
El Instituto de Investigaciones Antropológicas
(IIA) inauguró uno de los pocos laboratorios de fechamiento por carbono 14
existentes en Latinoamérica, el cual permitirá realizar diversas
investigaciones arqueológicas e impulsar de manera determinante esta actividad
en nuestro país.
Luis Alberto Barba Pingarrón, coordinador de
los laboratorios de Arqueometría del IIA, explicó que con el nuevo equipamiento
se apoyarán, en primera instancia, los proyectos arqueológicos del instituto y
las investigaciones que se realizan en esta casa de estudios y, en segundo
lugar, se impulsará el desarrollo de la arqueología en México.
En América Latina, agregó, hay pocos laboratorios
que trabajan con un equipo similar; al parecer, hasta antes de su crisis en
Argentina funcionaba uno.
Con este laboratorio la UNAM está en
posibilidades de colaborar con proyectos arqueológicos de Centro y Sudamérica.
También es factible signar convenios de apoyo académico en otros campos afines.
Con este laboratorio, indicó, la calidad de las
investigaciones arqueológicas en nuestro país se verá apoyada con datos
analíticos y concretos aportados por una técnica confiable como la del carbono
14.
Se podrán fechar todos los organismos que
alguna vez estuvieron vivos y contienen carbono. En la primera etapa sólo se
fechará carbón sólido, y después se incorporarán otros materiales.
La concha y la madera, por ejemplo, son muy
fáciles de fechar. Otros, como la tela, no pueden ser sometidos a este método
porque se requerirían cuatro o cinco gramos, una cantidad importante de
material que no puede ser sacrificada, por lo se utilizará la misma técnica,
pero con un acelerador de partículas.
Barba Pingarrón destacó que en la actualidad el
laboratorio trabaja muestras de carbón grandes encontradas en excavaciones
arqueológicas.
El IIA tiene entre 20 y 30 proyectos
arqueológicos en todo el país, por lo que podrá generar muchas muestras,
obtenidas en diferentes contextos, que serían analizadas en el laboratorio.
Al señalar que el laboratorio tiene capacidad
para llevar a cabo estudios de hasta 50 muestras al año -con un valor comercial
de 200 o 250 dólares cada uno- recalcó que al inicio se trabajará exclusivamente
con investigaciones del personal del instituto.
Recordó que hasta antes de contar con este
espacio de investigación, se recurría a los servicios del Instituto Nacional de
Antropología e Historia (INAH), sin costo, ya que formaba parte de un convenio
de colaboración académica.
La capacidad del laboratorio del INAH, añadió,
ha sido rebasada debido a que es pequeño y no se da abasto para analizar todas
las muestras solicitadas. Con la puesta en marcha del de la UNAM mejorará la
situación, ya que se espera que al menos se duplique la capacidad que hoy se
tiene en México.
Lo trascendental es apoyar investigaciones y
tal vez desarrollar otras técnicas de fechamiento paralelas, consideró.
Aunque la técnica de fechamiento más importante
y la que mejores frutos ha dado a la arqueología mundial es la del carbono 14,
puntualizó, hay otras que se realizan en el laboratorio, como la del colágeno
residual, la cual, mediante los residuos de éste en el hueso da una idea de
cuánto tiempo ha transcurrido desde la muerte.
La técnica de hidratación de obsidiana,
material que para la arqueología mexicana es muy común, no ha sido tan útil
como debería. "Esperamos que en el futuro tenga un mayor impulso",
reconoció.
Por fortuna, añadió, en los institutos de Física
y Geofísica de la UNAM también se utiliza la técnica de termoluminiscencia,
útil para fechar el tiempo transcurrido desde la última vez que una cerámica se
sometió a calentamiento.
Todas ellas constituyen un paquete de técnicas
de fechamiento que constituirán este
laboratorio, aunque en la actualidad el énfasis está en la del carbono 14,
agregó, porque la primera necesidad del instituto, como centro de
investigaciones antropológicas, es contar con una herramienta que determine la
fecha de los sucesos investigados.
Recordó que la técnica del carbono 14 se
estableció hace más de 50 años. Desde entonces se ha perfeccionando y hoy, a
pesar de sus limitaciones, no deja de ser la herramienta más importante con que
cuenta la arqueología mundial para ubicar sus hallazgos en el tiempo.
Explicó que el proceso de fechamiento inicia
cuando el arqueólogo hace su excavación y encuentra fragmentos de carbón, los
cuales son tomados con cuidado para no contaminarlos y se llevan al
laboratorio. Se hace una ficha técnica de registro y se limpian de raíces,
hojas y sustancias orgánicas.
Más tarde, se emplea un proceso químico de
transformaciones y por último uno físico en donde se cuentan las
desintegraciones y se hacen cálculos para producir una fecha. El análisis de
una muestra puede llevar de dos a tres días.
El laboratorio juega un papel protagónico al
apoyar las investigaciones que requieren de este tipo de fechas. Una vez más,
la Universidad Nacional tiene un nivel internacional que le permite competir
decorosamente con muchos otros países, concluyó
– o0o –
El Instituto de Investigaciones
Antropológicas de la UNAM cuenta ya con laboratorio de fechamiento por carbono
14, uno de los pocos de América Latina en su tipo, informó Luis Alberto Barba
Pingarrón, coordinador de los laboratorios de Arqueometría de esa dependencia
universitaria.
FOTO 2
El laboratorio de
Fechamiento por carbono 14 del Instituto de Investigaciones Antropológicas de
la UNAM, recientemente inaugurado, servirá para impulsar el desarrollo de la
arqueología en México.