Boletín UNAM-DGCS-0482
Ciudad Universitaria
Pies de fotos al
final del boletín
EL TABAQUISMO,
GRAVE PROBLEMA DE SALUD DURANTE EL EMBARAZO; PUEDE CAUSAR LA MUERTE DEL FETO
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Guadalupe Ponciano Rodríguez, coordinadora
de la Clínica Contra el Tabaquismo de la UNAM, puntualizó que puede provocar
malformaciones congénitas y cardiacas, así como labio y paladar hendido
·
Doscientos millones de mujeres fuman en el
mundo y cada vez lo hacen a menor edad
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Anunció que esa entidad realizará mañana
diversas actividades en el marco del Día Internacional de No Fumar
Consumir tabaco durante el
embarazo es uno de los peligros más importantes para la salud de la madre y del
producto -incluso su muerte-, advirtió la coordinadora de la Clínica Contra el
Tabaquismo de la UNAM, Guadalupe Ponciano Rodríguez, al asegurar que en el
ámbito mundial hay 200 millones de fumadoras, cifra que aumentará sobre todo
entre las jóvenes.
Un bebé en formación expuesto
a los tóxicos de la combustión del tabaco, puntualizó, es la peor forma de
tabaquismo pasivo o involuntario, con un alto precio en términos de salud y
calidad de vida.
La responsable de la Clínica,
perteneciente al Departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina (FM),
sostuvo que se ha comprobado que tanto el feto en desarrollo como los recién
nacidos son susceptibles a las sustancias productoras de cáncer que se
encuentran en el humo del tabaco como el benceno, el tolueno y las
nitrosaminas.
En conferencia de prensa en el
auditorio "Fernando Ocaranza" de la FM, con el tema "Fumar por
dos: los peligros del tabaquismo en el embarazo", resaltó que el
tabaquismo tiene un importante impacto sobre la salud de la mujer, pues se
presenta una reducción de la fertilidad al modificar los ciclos menstruales.
Asimismo, hay un aumento de
las alteraciones en el funcionamiento de las trompas de Falopio, lo que se
refleja en una mayor posibilidad de presentar embarazos fuera de la matriz
(ectópico) y de abortos espontáneos. Además, se eleva el número de infecciones
en el aparato reproductor.
En la víspera del Día
Internacional de No Fumar, la especialista explicó que entre los trastornos que
pueden sufrir la madre y el producto en el primer trimestre de embarazo está la
posibilidad de perder al producto; aumenta la posibilidad de tener sangrados y
más náuseas matutinas; malformaciones congénitas y cardiacas, así como fisuras
orales como labio y paladar hendidos.
Durante el segundo trimestre
de embarazo, abundó, continúa la posibilidad de que la madre sufra un aborto
espontáneo; la formación de los órganos del producto es más lenta de lo normal
porque inhala nicotina y monóxido de carbono del humo del tabaco, lo que
determina que el bebé reciba menor aporte sanguíneo, oxígeno y nutrientes
necesarios para su crecimiento.
En el tercer trimestre,
agregó, se mantiene el retraso del crecimiento uterino, puede haber placenta
previa, parto prematuro y aumento de la mortalidad perinatal. Los bebés nacen
con el cerebro distinto, morfológicamente hablando y más susceptibles a la
adicción a las drogas.
Ponciano Rodríguez precisó que
aun cuando no se tienen datos sobre México, hay información de Estados Unidos.
Se calcula que fumar durante el embarazo es responsable de 30% de los bebés de
bajo peso, 14% de los partos prematuros y 10% de la mortalidad infantil.
En fecha reciente, detalló, se
reportó un crecimiento de la morbilidad y mortalidad en el feto de fumadoras, a
consecuencia de procesos trombóticos en la vacularización útero–placentaria y
un mayor riesgo de trombosis para la embarazada.
La nicotina, argumentó,
atraviesa la placenta y llega al sistema nervioso en formación del producto, lo
que induce a un incremento en el número de terminales nicotínicas y una
alteración en el sistema dopaminérgico.
La exposición de los pulmones
en desarrollo a la nicotina y otras sustancias tóxicas del humo del tabaco,
determina una reducción de su función durante la infancia; aumenta hasta 30
veces el riesgo de síndrome de muerte súbita del infante o de muerte en la
cuna, en los hijos de mujeres que fumaron en el embarazo y en contacto con el
niño recién nacido.
Subrayó que en México el
tabaquismo es responsable de 44 mil 652 muertes al año en ambos sexos. Pero, a
escala nacional, la proporción de fumadoras se elevó de 29% en 1988 a 31% en
1993 y 33.4% en 1998. Esto representa una prevalencia del 16.3%
Informó que de acuerdo con la
última Encuesta Nacional de Adicciones, realizada en 1998, el 27.7% de la
población mexicana de entre 12 y 65 años de edad era fumadora, lo que equivale
a más de 13 millones de personas. De esta cifra, cuatro millones 400 mil son
mujeres.
Guadalupe Ponciano dijo que
los efectos del tabaquismo en hijos de madres fumadoras son que los transforman
en fumadores pasivos o involuntarios; están en riesgo de diversas alteraciones
como infecciones respiratorias, síntomas respiratorios –tos, tos con flema o
sibilancias–, asma, neumonía, bronquitis, disminución de la función pulmonar e
inflamación del oído.
Estos infantes presentan con
mayor frecuencia desórdenes de la conducta, sobre todo hiperactividad, y bajo
desempeño escolar. El hecho de que un niño se exponga con frecuencia a los productos
de la combustión del tabaco determina una alteración de la actividad normal del
sistema nervioso central.
De continuar con el aumento de
fumadores, previó, para el 2030 habrá 10
millones de muertes anuales en el mundo. De ellas, siete millones se darán en
países en vías de desarrollo porque "hemos llegado tarde" a la lucha
contra el tabaquismo. En las naciones avanzadas empezó desde los años 60.
Dijo que en México, para este
año, se espera aumente el número de consumidores de tabaco a entre 15 y 16
millones, debido a que anualmente un millón de mexicanos empieza a fumar.
A esto, se suma el hecho de
que son cada vez más jóvenes los que empiezan a fumar, pues mientras en 1988 comenzaban
entre los 18 y 25 años, en 1998 fue entre los 11 y 14 y se espera que el
próximo año la Encuesta Nacional de Adicciones amplíe el rango desde los diez
años de edad.
Ponciano Rodríguez alertó que
esta situación se vuelve grave desde el punto de vista social, dado que los
adolescentes fumadores tienen 13 veces más riesgos de consumir alcohol y
drogas.
Esto es, el 97% de los
fumadores consumen alcohol y de ellos el 83% también marihuana. Además, el
69.3% de los adolescentes consigue el tabaco en las tiendas, mientras el 27.7%
lo consume en casa con permiso.
Luego, informó que en la
Clínica contra el Tabaquismo de la UNAM se ofrecen dos tipos de tratamiento
para los fumadores: el farmacológico y la terapia psicológica. Son diez
sesiones –una semanal de una hora y media–, donde también se les realizan
diversos estudios para comprobar el estado de salud de los pacientes. Una vez
concluido, se les da seguimiento durante un año para evitar recaídas
posteriores.
Anunció que mañana se
realizarán diversas actividades para festejar el Día Internacional de No Fumar:
tres exposiciones, la exhibición de una película y la exhortación a los médicos
a no consumir tabaco, pues tienen un papel multiplicador en el paciente.
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Pies de fotos
FOTO 1
Guadalupe
Ponciano Rodríguez, coordinadora de la Clínica contra el Tabaquismo de la UNAM,
advirtió que para la madre y el producto el consumo del tabaco es un grave
problema de salud durante el embarazo. Habló en la víspera del Día Mundial de
No Fumar
FOTO 2
Malformaciones
congénitas y cardiacas, así como fisuras orales como labio y paladar hendidos,
son algunos de los trastornos que puede sufrir el producto durante el primer
trimestre de embarazo, cuando la madre fuma en el periodo de gestación